Bahiya Bakari , la niña de 13 años que sobrevivió  al accidente aéreo del 30 de junio pasado cuando un Airbus A310  se precipitó cerca de las Islas Comores, retornó a su hogar, tras permanecer 21 días en el hospital Trousseau de París.

"Nos dijeron que estábamos aterrizando y me encontré en el  agua, no sé cómo, sentía las descargas eléctricas sobre el cuerpo y a las mujeres que gritaban pidiendo ayuda", relató  Bahiya.

Sólo ella sobrevivió al accidente del avión, con 153 personas  a bordo, la mayoría franceses. Su madre fue una de las víctimas  mortales.

"Era como si estuviese sola fuera del avión, pensaba que los  otros pasajeros habían llegado y pensaba que mi mamá se estaría  preocupando por mí", contó.

Después de accidente, la niña sufría algunas quemaduras en el  rostro y el cuerpo y tenía una contusión en el hombro.

Ahora Bahiya está bien y volvió con su padre Kassim Bakari y  sus tres hermanos en un barrio humilde de París.

La niña pasó ocho horas en el agua agarrada a un pedazo de  avión, antes de ser socorrida.

"Me agarré del pedazo de avión más grande que encontré, me  dormí y desperté antes de ver el borde de la isla", dijo.

"No logré tomar el salvavidas y alguien debió saltar al agua  para ayudarme", añadió.

El Airbus de Yemenia perdió contacto cerca de las costas de  las Islas Comores por la noche, y no llegó al aeropuerto de  Moroni.

A casi dos meses de la tragedia las cajas negras no han sido encontradas, por lo cual para los investigadores el relato de Bahia  es muy valioso.