El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, aprobó hoy la presión ejercida por la secretaria de Estado de EE.UU, Hillary Clinton, sobre el Presidente interino de Honduras, Roberto Micheletti, en una llamada telefónica reciente.
En declaraciones a la prensa, tras reunirse con dos gobernadores venezolanos de la oposición y el alcalde metropolitano de Caracas, Insulza negó que el diálogo con el Gobierno de facto de Honduras vaya en contra de lo decidido por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Este organismo emitió una resolución el día del golpe de Estado en Honduras, el pasado 28 de junio, en la que se estipula que "no se reconocerá ningún Gobierno que surja de esta ruptura institucional".
"Creo que estamos en una fase distinta. Fue un acuerdo que de alguna manera obligó al secretario general" a no mantener ningún contacto con el nuevo Gobierno de Honduras, pero, agregó, "otra cosa son los cancilleres" de los 33 países miembros activos, indicó.
Clinton llamó el domingo a Micheletti, para advertirle, en una conversación "dura", según el Departamento de Estado, de las consecuencias que conllevaría no aceptar el plan mediador del mandatario costarricense, Óscar Arias.
En concreto, la secretaria de Estado advirtió a Micheletti de que se podrían suspender las ayudas a Honduras si las negociaciones no concluyen con éxito.
"Mientras más contactos haya para tratar de convencer al régimen de facto para que modifique su acción y permita una salida consensuada y pacífica al problema de Honduras, yo estoy a favor de ello. Me parece muy bien que la secretaria de Estado hubiera hecho esta llamada", afirmó el titular de la OEA.
Insulza explicó que "otros" también han mantenido contacto con el nuevo Gobierno de Micheletti.
"Se ha conversado con distinta gente del régimen de facto, porque es la manera de llevar adelante las negociaciones, las conversaciones", aseveró.
El secretario general de la OEA explicó que la decisión de no tener ningún contacto con el Gobierno de facto de Honduras "llegó hasta la suspensión" de la participación de ese país centroamericano en el organismo el 4 de julio.
Después "naturalmente tenemos que entrar en la parte diplomática y eso se hace conversando", agregó.
El máximo responsable de la OEA también indicó que la decisión de los países de la región y de otras partes del mundo de suspender o no sus ayudas a Honduras "es un asunto estrictamente de ellos", si bien admitió que "toda presión es útil en este caso".
Insulza afirmó que las sanciones son "algo permanente" y cuantos más días pasan "más afectan" al Gobierno de facto de Honduras.
Destacó que la comunidad internacional quiere ver una pronta solución a la crisis "no solamente por ver restituido el orden constitucional lo antes posible", sino también "porque sabemos que el pueblo hondureño sufre las consecuencias" de las sanciones".
Indicó que de momento "no hay otro plan" alternativo a las negociaciones que se producen en Costa Rica y a las sanciones.
"No hay otro plan. El plan es seguir adelante con las sanciones hasta que se restablezca la democracia", afirmó tajantemente Insulza, quien reiteró que la propuesta de siete puntos de Arias es "equilibrada para una reconciliación nacional".
Ante los planes de Zelaya de regresar cuanto antes a Honduras, Insulza insistió en su deseo de que el presidente derrocado "vuelva a su país en el marco de una solución pacífica del conflicto".
En cuanto a la llamada de Zelaya a la insurrección, Insulza se mostró convencido de que el mandatario quiere una solución pacífica a la crisis. "Todos queremos que esto no llegue a mayores", agregó.