Los líderes que participan en la cumbre del G8 se han puesto de acuerdo sobre la necesidad de una rigurosa reglamentación del sector energético nuclear. Así lo indicó el presidente francés Nicolas Sarkozy en una rueda de prensa.

"Estamos todos seguros de que las normas de seguridad más estrictas deben aplicarse en todos los países", afirmó Sarkozy, quien de paso felicitó a Japón por los esfuerzos realizados "con dignidad" para ponerse en pie después del devastador terremoto de marzo, y expresó su plena confianza en la capacidad del país para reconstruir su economía.

La situación en Japón tras el terremoto y el accidente nuclear de la central de Fukushima fue tratada durante el almuerzo con el que comenzó la cumbre de Deauville, tras una exposición del primer ministro japonés, Naoto Kan.

ENCUESTA
En tanto, el 42% de los japoneses prefiere abandonar  los planes de energía atómica, mientras que 34% está de acuerdo con su uso civil, según reveló una encuesta publicada hoy, que  demuestra que a raíz del desastre en curso en la central de  Fukushima la población cambió en forma drástica de opinión. Un sondeo publicado antes del sismo y tsunami del 11 de  marzo y de la crisis en la central Fukushima reflejaba que el  52% de los japoneses estaba a favor de los planes nucleares, mientras 18% se pronunciaba en contra.

El diario Asahi Shimbun, uno de los de mayor circulación en  Japón, con más de 10 millones de ejemplares, también informó sobre la percepción en otros países a partir de la emergencia en  Japón. Los datos parecen mostrar de manera inequívoca que el  escepticismo es global. En Alemania, el 19% está a favor, mientras el 81% en contra, mientras en Rusia el 36% apoya este tipo de energía, contra el  el 52% que se opone. En Corea del Sur y en China también se nota un crecimiento de  los ciudadanos que están en contra de la energía atómica, a  pesar de que su uso civil es corriente.

En Francia y Estados Unidos, número uno y dos en el sector,  los que apoyan este tipo de energía todavía son mayoría, pero  según el sondeo las cifras tienden a acercarse. En Francia, 55% de los ciudadanos está a favor y en Estados  Unios son 44% quienes apoyan el uso de este recurso.