EN FECHA reciente, un lector señaló que los diarios son una verdadera forja de palabras: los periodistas las crean, acomodan e imponen a sus lectores. Se trata de una exageración, pero también otras cartas denuncian que los diarios usan palabras que no figuran en los diccionarios. Ahora, el lector Patricio Garcés envió dos recortes subrayados del diario La Tercera ("Cultura & Entretención") con títulos y textos en los que figura el término protagónico. Uno, dice: "Alfredo Castro filma su primer protagónico en una película extranjera". Otro señala: "Adela Secall vuelve a tener un protagónico en teleseries tras una década".

Está claro que protagonista es el personaje principal de la acción en una obra literaria o cinematográfica. También se usa en sentido figurado cuando algo desempeña el papel principal, como "la nieve ha sido la protagonista de la jornada". El diccionario acogió la palabra protagonismo como condición de protagonista, pero no se pronunció sobre el adjetivo protagónico, que siguió presente en los medios escritos.

En el curso de este primer trimestre de 2014, y sin mucho protagonismo, los ilustres académicos de la lengua acordaron incorporar el término protagónico y así figura en el avance de la vigésima tercera edición del Diccionario de la Lengua, que se publicará a fines de este año. Dice: "Protagónico, ca., adj. protagonista: desempeña un papel protagónico". No obstante, el DIRAE -que es un diccionario especializado y emparentado con el de la RAE- coincide con el lector Garcés: el adjetivo protagónico debe usarse con un sustantivo previo, como: papel protagónico, actor protagónico o afán protagónico, entre otros.

Para evitar tropiezos

Catástrofes naturales, como terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas, ocurren con alarmante frecuencia en Chile, y de allí que los medios de comunicación repitan algunos términos asociados a estos infortunados sucesos. El lector Edgardo Arnal M., profesor de Estado, señala que desde que empezó el "enjambre" de sismos en el norte, la prensa ha abusado del verbo evacuar, porque muchas personas han debido abandonar sus casas o lugares de trabajo para dirigirse a sitios seguros. Indica que "evacuar es un verbo peligroso y traidor, que tiene dos acepciones: desocupar o desalojar a personas de un lugar y expeler excrementos y líquidos del cuerpo". El profesor Arnal señala que "resulta risible leer que 'Carabineros hizo evacuar a 200 personas'; o bien, cuando se canceló la alerta de maremoto, un alto funcionario de gobierno dijo: 'Las personas que evacuaron pueden regresar a sus hogares'. Creo que los periodistas, que trabajan a diario con palabras deben tener pautas para evitar estos tropiezos idiomáticos".

Pero hay una más: el diccionario registra tres acepciones. Las dos que menciona el lector y "desempeñar un encargo" (por ejemplo: evacuar una consulta en el juzgado). En plena coincidencia con el lector, y para evitar problemas de comprensión, hay maneras de precisar la situación con claridad: usar el verbo en voz pasiva, o mencionar el espacio desde donde las personas fueron compelidas a salir. Por ejemplo: "200 personas fueron evacuadas por los bomberos" o "los residentes evacuaron el edificio rápidamente". Soluciones que no ofrecen peligro ni traición.

La tecla de la ese...

Y dos gruesos errores de ortografía en un mismo párrafo. Le lectora Gloria Vigueras escribe: "¿Cómo puedo exigirles a mis hijos que escriban bien si el diario de la casa lo hace con errores?". En La Tercera del 3 de abril, bajo el título "Otro lío para el Barcelona", el texto dice: "...en la FIFA habrá una segunda cesión..." y más abajo, en el mismo párrafo, habla de las "investigaciones que dejó la supuesta evación de impuestos de Lionel Messi...".

Sesión y evasión. Todos saben cómo ocurren los errores ortográficos: que la prisa, que el corrector automático, que... Lo que sea, pero este yerro pasó por todos los controles y, una vez impreso el diario, no hay excusa que valga.