El Palacio de Galiana, es una obra mudéjar levantada sobre un edificio musulmán del siglo XI, situado en la antigua Huerta del Rey, una zona a las afueras de la ciudad de Toledo (España), que contiene tres culturas: árabe, judía y cristiana.

El Palacio se construyó como casa de campo por Abulhasan Yahia Almamun, conocido como el rey taifa Al-Mamún. En el siglo XI era un lugar de ensueño según algunos documentos que dicen que este palacio de verano tenía jardines, una piscina y un kiosko con cientos de vidrios de colores.

Tiene una planta rectangular con dos torreones externos a los extremos y en la planta baja un gran salón central rodeado de crujías. Su aparejo es de mampostería encintada y tiene el mismo carácter que el de la Iglesia de Santiago del Arrabal.

La leyenda también cuenta que aquí, amparado por Al-Mamún, se alojó Alfonso VI de Castilla cuando debió exiliarse en plena lucha con Sancho II de León. En 1084 Alfonso asedia la ciudad musulmana y cuando el rey taifa muere Alfonso ocupa el palacio junto con su corte, pero el palacio y sus hermosos jardines no sobrevivieron muy bien las luchas y sufrieron muchos destrozos.

El nombre de Galiana fue adquirido durante el siglo XVI, honrando a una princesa musulmana, hija del rey Galafre y esposa de Carlomagno, heredado por la emperatriz Eugenia de Montijo, pero fue recién en el siglo XX cuando pudo reconstruirse al ser declarado monumento histórico-artístico.

El palacio de estilo mudejar está completamente restaurado y posee alguna que otra licencia artística, con una fachada que da al río Tajo y otra a un estanque que suplanta la antigua piscina.