Los informes dicen que las matanzas han sido llevadas a cabo de forma similar: los yihadistas colocan en fila a sus víctimas -incluidos mujeres y niños- y les disparan indiscriminadamente.

En este caso, las víctimas son el nuevo blanco del autodenominado Estado Islámico en Irak, la tribu sunita de Al Bu Nimr basada en la provincia de Anbar, en el occidente del país.

El domingo se informó que 50 hombres mujeres y niños fueron muertos a tiros en público en el poblado de Ras al Maa.

Se dijo que era la tercera vez que la tribu era atacada de forma similar.

El viernes se reportó que 50 personas fueron muertas a tiros. Y un día antes otras 48 perecieron, también colocadas en fila y como consecuencia de heridas de bala.

A principios de la semana se dijo que varias personas de Al Bu Nimr fueron encontradas en fosas comunes en la ciudad de Ramadi, al occidente de Bagdad.

Y, en total, el gobierno iraquí asegura que, con el ataque del domingo, EI ha matado a unos 322 miembros de Al Bu Nimr.

"Cruel advertencia"

Según funcionarios locales, los Al Bu Nimr son blanco de los yihadistas de EI porque han estado resistiendo al avance del movimiento que ya controla la mayoría de la provincia de Anbar.

Tal como afirma la corresponsal de la BBC en Irak, Olga Guerin, las matanzas "son una cruel advertencia" para los demás sobre el precio que pueden pagar si se resisten a EI.

Aunque las ejecuciones y las fosas comunes han sido una característica del avance de los yihadistas en Irak, por lo general sus víctimas suelen ser soldados iraquíes capturados o chiitas simpatizantes del gobierno.

Esta, sin embargo, es la primera vez que esas matanzas ocurren en la provincia de Anbar.

Los Al Bu Nimr se han convertido en blanco del movimiento islamista porque se unieron a la campaña del gobierno iraquí, dominado por chiitas, contra EI.

Papel importante

Según el corresponsal de la BBC, Jim Miur, el recién formado gobierno iraquí ha estado tratando de ganar el apoyo de las tribus sunitas del país, las cuales son vistas como un elemento clave en la lucha contra EI, que también es sunita.

Los Al Bu Nimr han desempeñado en los últimos años un papel importante combatiendo a al Qaeda y sus grupos derivados.

Con las derrotas que han sufrido sus fuerzas, los funcionarios iraquíes consideran que el apoyo de los líderes sunitas es esencial para reforzar a su acosado ejército.

Pero EI está tratando a su vez de disuadir a los sunitas de unirse a esa lucha y las recientes matanzas son una forma de advertencia.

Desde que Estado Islámico comenzó su ofensiva en Irak, varias tribus sunitas han sido fundamentales en frenar el avance de los yihadistas.

En algunas áreas, los sunitas han estado apoyando militarmente a las fuerzas iraquíes.

Ramadi es una de las ciudades que aún no ha caido en manos de EI en parte debido a la resistencia de las tribus sunitas allí, los Jughaifi y los Al Bunimer.

En la cercana ciudad de Dhuluiyah, la tribu Al Jabbouri ha sido la única resistencia que ha encontrado EI.

Es por eso que el nuevo gobierno iraquí prometió crear una guardia nacional que incluya a todas las comunidades y que otorgue poder a las tribus locales.

Desconfianza

Hasta ahora, sin embargo, Bagdad no ha tenido éxito para persuadir a la mayoría de los líderes sunitas de unirse a su campaña contra EI.

Según informes de la agencia AP, sólo 5.000 de los que se calcula son entre 30 y 40.000 pobladores tribales sunitas están apoyando al gobierno iraquí.

Muchos continúan desconfiados del gobierno en Bagdad, a quien tradicionalmente han acusado de perseguir a los sunitas.

Tal como señala el corresponsal de la BBC, los líderes de las tribus han pedido garantías de que se les otorgará un buen grado de devolución de poderes en sus áreas y de que tendrán una voz en la toma de decisiones nacionales.

Pero el gobierno, dicen, no ha respondido a sus demandas.

Y es probable que las recientes masacres, que los analistas dicen son una estrategia deliberada de EI para propagar el terror entre sus opositores, amplíen aún más esta desconfianza entre los sunitas y el gobierno dominado por chiitas en Bagdad.