La Federación Serbia de Fútbol (FSS)  desmintió "categóricamente" cualquier incidente de carácter racista contra los  jugadores de la selección inglesa Sub-21 en partido clasificatorio para la  Eurocopa-2013 celebrado el martes y responsabilizó al inglés Danny Rose de lo  sucedido.

"La FSS desmiente y lamenta de la manera más categórica que hubiese en el  estadio de Krusevac, antes y durante el partido, la mínima manifestación  racista. Relacionar los enfrentamientos entre jugadores con el racismo es  absolutamente infundado y lo consideramos malintencionado", aseguró el  organismo en un comunicado.

La federación destacó que el jugador inglés "Danny Rose se comportó de  manera extremadamente inapropiada, con un comportamiento antideportivo y vulgar  hacia los espectadores y por ello recibió una tarjeta roja".

"Se comprobará que fue en ese momento en el que desgraciadamente estalló el  incidente que después se amplió", lo que derivó en enfrentamientos entre  jugadores, entrenadores y espectadores al final del partido, según la misma  fuente.

Horas antes, la ministra serbia de Deportes, Alisa Maric, condenó  "firmemente" la "provocación y los insultos" que supuestamente se lanzaron  contra los jugadores ingleses, aunque en su comunicado se cuidó de utilizar el  término "racista".

El gobierno británico exigió este miércoles a la UEFA que sancione  severamente a Serbia por esos insultos racistas, especialmente gritos imitando  a monos que el público dedicó a jugadores negros ingleses.

La FSS asegura, en cambio, que "los informes preliminares de los  observadores presentes en el Serbia-Inglaterra apoyan nuestra tesis".

"Ninguno de ellos, en ningún momento ha mencionado excesos racistas y  esperamos que la opinión pública y deportiva de nuestros amigos ingleses gane a  la desinformación", según el comunicado federativo.