"Llevamos 50 años guerreando y no han podido con nosotros", dice una mujer mapuche, en una especie de prólogo del primer capítulo de la serie de FOX y TVN, Sitiados (estreno domino, a las 23 horas, por FOX1). Hay que resumirle a la audiencia mundial cuál es la historia: los españoles llegaron, conquistaron, se toparon con los mapuches y ahí quedaron. La historia que rescata Sitiados es la de un grupo de españoles que, en el fuerte Villarica, quedó cautivo de los indígenas chilenos, y sólo una veintena sobrevivíó.
Fue filmada en Chile y es una superproducción de aquellas: nuestro sur, cómo no, se ve majestuoso en la pantalla con ese verde indómito. Se luce el dinero, y la ventaja de llevar esta historia, creada por la hoy directora ejecutiva de TVN Carmen Gloria López y dirigida por el hoy director de programación del mismo canal Nicolás Acuña, a un canal como FOX. Hay extras, hay vestuario perfecto, el fuerte que recrearon se ve real y todo lo que es reproducción histórica ayuda a que el relato agarre fuerza. Este es un grupo de españoles olvidados por un rey lejano en el fin del mundo, a merced de un pueblo valiente que decidió que no, no pasarán.
Entre los españoles destaca la historia del héroe de cara sucia y con entendimiento por los mapuches y huilliches -o quizás el único que se da la lata de diferenciarlos-, el Jon Snow de Villarrica, encarnado por Benjamín Vicuña. Él se enredará con la española recién llegada, Marimar Vega, quien trae a cuestas un hijo y un misterio. El villano es el hombre a cargo del campamento, encarnado por el colombiano Andrés Parra, a quien conocimos como el Patrón del mal, y es lo suficientemente convincente en su papel de conquistador despiadado.
Ahí hay un problema: cada uno de los actores, aunque interpreten a españoles/chilenos, usa su acento, y es una mezcolanza rara y sin sentido a la que cuesta un rato acostumbrarse.
Superado eso, está el delicado tema de los mapuches y su caracterización. Obviamente, esta es una versión Hollywood del pueblo indígena nacional, aunque hay una búsqueda por que no sea un ridículo. Igualmente, cuando se preparan para atacar a una comitiva española, altos, pintados de blanco enteros y calvos, da un cierto pudor histórico. No, no se ven mapuches. Hay que ver si en los capítulos siguientes hay un mayor esfuerzo por darle una historia, pasado y características propias a esos personajes, que ahora en su mayoría se desdibujan en un conjunto; en ese sentido, una línea argumental atractiva es la que se abre entre el joven mapuche y la doncella chilena, Gastón Salgado y Macarena Achaga.
Con todos esos ingredientes, Sitiados no sólo se deja ver, sino que una vez suspendidas mentalmente las dudas sobre nacionalidades y look, entretiene. Es una gran apuesta tomar la historia de Conquista y darle el carácter épico que posee; los norteamericanos nos tienen hace décadas convencidos del valor narrativo de sus patriotas y sus guerras, a punta de superproducciones. Aunque acá definitivamente los españoles son los protagonistas todavía, esta avalancha de mapuche power es bienvenida. Marichiweu.