"¿Quiénes están?", "¿cómo están los músicos?", "¡qué miedo!", se escucha al otro lado del teléfono de Macarena, la asistente personal de Luis Jara en el último de varios llamados seguidos. Su jefe viene "llegando" casi una hora atrasado al estudio de Ñuñoa, donde prepara el show que ofrecerá el 7 de agosto en el Teatro Oriente. Minutos más tarde y el cantante y animador aparece saludando desde su camioneta con tracción luego de una mañana de gimnasio y un mediodía de trabajo en Mega.

"Hola Lu", le dicen sus asistentes que calmaron la espera comiendo pizzas junto a lo músicos. El los abraza y les pasa las llaves del auto. Un equipo del programa Cara y Sello de Mega registra a Luis Jara que entra al estudio con anteojos oscuros, jeans, zapatillas estilo zapato y una polera apretada de manga larga estilo chaleco.

Hace tres años que Luis Jara no ofrece un show abierto al público en Santiago y está a punto de empezar uno de los ensayos generales de su renovada puesta en escena. Después de saludar de beso y abrazo a cada uno de los músicos de su banda, "el jefe" se para frente al micrófono y le dice en voz baja "vamos a fierro pelao". Se escuchan los primeros acordes y carcajadas de la tarde.

Luis Jara mueve las manos como un director de orquesta y la cámara del programa de Mega sigue cada uno de sus movimientos. En un breve descanso un músico pregunta al equipo del programa quién es "el sello" de Jara. "Julio Iglesias", se escucha desde la orquesta y todos se ríen.

Entre broma y broma, "Lucho" va anotando en su cuaderno los nuevos arreglos de las canciones del show que presentará esta semana en el Teatro Oriente y el 23 de octubre en el Teatro Caupolicán. "Es para que no se me olvide, si se me olvidan a mí, se le olvida a todo el resto". Y el resto son tres asistentes, dos coristas, un grupo de vientos, un bajista, dos percusionistas, dos tecladistas y dos iluminadores.

RITOS Y MAÑAS
"Es la mejor gente que hay en el mercado", dice en un breve descanso del ensayo y de la banda sale otra broma: "Todavía no nos paga". Más risas y "el jefe" continúa confesando sus ritos. "Creo en las energías. En este ensayo los músicos están ubicados de la misma manera que en el show. En este lugar siempre he preparado mis grandes conciertos, para mí es un lugar especial. También ando con mi bebida, mi mochila, el block, siempre es la misma dinámica. Tengo más mañas que cábalas".

Macarena, una de sus asistentes, detalla las mañas: "Que todo sea medio místico… ese día tiene que estar todo impecable… hacer un brindis antes… velas, incienso y música...tomar un poquito de whisky… vocaliza y  pregunta todo el rato como está el público", dice la joven justo antes de terminar el ensayo y avisarle a "Lucho" que acaba de agotar el show del Teatro Oriente a una semana y media de su fecha. "El jefe" termina la sesión con una sonrisa y parte a trasnochar a Mega, donde grabará hasta pasada la medianoche.