SEÑOR DIRECTOR:

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer es una fecha en donde nuestras experiencias de desigualdad toman voz y forma, para hacerse visibles y reclamar cambios.

Ya por estos tiempos sabemos que para comprender la discriminación es totalmente necesario ponernos los lentes de la interseccionalidad e identificar que la brecha de género es más cruda cuando se trata de mujeres que viven en sectores vulnerables o con identidades expuestas a mayores niveles de segregación.

Distintas investigaciones señalan que esta brecha se agrava exponencialmente cuando una mujer ingresa a la cárcel, quedando en una situación de inminente abandono y desprotección. Y es que los recintos penales se caracterizan por la ausencia de acciones e iniciativas sensibles al género, intensificando las disparidades tal como señala el “Informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos” (2022), al reconocer que las mujeres se enfrentan a la falta de políticas penitenciarias respetuosas y diligentes que consideren sus necesidades especiales, lo que impacta en sus vidas de forma desproporcionada y, en consecuencia, se incrementa el riesgo de ser víctimas de actos de violencia y discriminación.

Y es que cuando escuchamos sobre planes de expansión carcelaria es necesario alzar la voz y exigir condiciones de vida dignas dentro de estos recintos y promover oportunidades reales de reinserción, sin perder de vista que es crucial avanzar hacia la reducción del encarcelamiento femenino.

Isabella Castillo

Paulina Díaz

Directoras Fundación “Proyecto Reinserción”