Paula 1155. Sábado 30 agosto 2014.

Los actores Iván Álvarez de Araya y Paula Zúñiga se meten en la piel de mariscadoras y constructores de riberas del sur de Chile para narrar sus historias solo con la voz. Una vuelta al formato que desapareció con la irrupción de la televisión y que invita a volver a escuchar.

Rescatar las tradiciones ancestrales del sur de Chile a través del radioteatro. Esa fue la invitación que el periodista y académico de la Universidad de Chile, Raúl Rodríguez, les hizo este año a los actores Iván Álvarez de Araya (El reemplazante) y Paula Zúñiga (Neva). Y ellos, que son admiradores del formato que irrumpió en las emisoras chilenas en la década del 40 hasta ser definitivamente devorado por la televisión en los 70, no dudaron en darle un revival.

La idea del proyecto era traer de vuelta historias de amor y de oficios que se transmiten oralmente, pero que están en riesgo de desaparecer por no tener herederos que continúen con la tradición. Por eso, en junio pasado Paula e Iván viajaron a Puerto Varas para grabar, junto a otros actores locales, la historia del oficio de las mariscadoras, las mujeres que se cuentan la vida mientras recogen machas, almejas y cholgas en la orilla y esperan a sus hombres que se entregaron a la pesca y al mar. Y este mes se trasladaron a Hualaihué para conocer el oficio de los constructores de lanchas chilotas. Ambos radioteatros se transmitirán en septiembre y octubre en todas las frecuencias de Radio Bío-Bío en la Región de Los Lagos y en su señal en Internet www.radiobiobio.cl. "El radioteatro no solo representa la oportunidad de volver al pasado, sino a otro biorritmo. En un país donde pocos leen, donde hay sobredosis de imágenes y neurosis, volver a escuchar es la posibilidad de volver a imaginar. La chance de volver al origen, a la sabiduría de los abuelos", dice Paula, quien todavía recuerda cómo su madre sintonizaba radioteatro, así como también cuando a sus 12 años entró a la radio Nuevo Mundo junto a su maestra, la actriz Sonia Viveros, para llevar al dial las voces y sonidos de la famosa obra de teatro La pepona.

Para Iván la experiencia es más nueva que para Paula. Pero por su carácter melómano –tiene una banda de rock apodada Los Viejos Diablos– es un convencido de que a través de los sonidos como el desconchado de mariscos o el viento del extremo sur que se oyen en las historias que están grabando, se puede generar identidad y revalorizar al patrimonio inmaterial que considera el alma de un pueblo. "Poder crear un personaje y una historia a partir de la voz es un ejercicio de evocación. El radioteatro es un formato onírico y, si a través de él podemos reivindicar trabajos artesanales como estos, logramos una reeducación de la sociedad. Imprimir ese conocimiento es necesario en nuestra cultura materialista. Volver a escucharlo es como comerse un charquicán versus un completo. Es decir, volver a la casa, algo lejos más nutritivo", afirma Iván.