Las últimas semanas del año son sinónimo de grandes eventos: matrimonios, licenciaturas, fiestas de graduación, celebraciones de empresas y reuniones familiares, entre otras tantas situaciones, se acumulan en el apretado calendario final. Ahí, junto al estrés y el apuro, también suelen aparecer otros eventos, que se marcan en rojo pero no en tu agenda sino que en tu rostro: las infelices espinillas.

¿Qué hacer con una grande y colorada que, en plena mejilla, asomó justo la mañana previa a una gala de fin de año? ¿Reventarla? ¿Maquillarla? Si estás en esa clase de apuros, acá te explicamos todo lo que necesitas saber para resolverlo de la mejor manera. Y no, no es pellizcándola.

¿Por qué aparecen espinillas en el rostro?

Según describe Natacha Quezada, dermatóloga de la Red de Salud UC CHRISTUS, el acné es un fenómeno multifactorial. Entre otras condicionantes, una muy significativa es la genética: si mis glándulas sebáceas son grandes, gordas y poderosas, tendré mayor tendencia a que me aparezcan espinillas.

Otros factores que inciden son el estilo de vida —como la alimentación o el nivel de actividad física—, comorbilidades —como la diabetes— o trastornos hormonales, muy comunes durante la pubertad y adolescencia. “La influencia de cada cual dependerá mucho de la edad”, dice Quezada.

Eso sí, “no todas las espinillas se clasifican necesariamente como acné”, dice Constanza Ullrich, dermatóloga de Clínica RedSalud Vitacura. “Si no se observan puntos negros o blancos, llamado comedones, podría tratarse de otra condición cutánea”.

Las espinillas, conceptualmente, son el resultado de la obstrucción de los poros debido al exceso de cebo, células muertas de la piel y/o bacterias. Si el poro está tapado y la glándula sebácea activa, se produce cebo y, debido a la flora bacteriana que habita en la piel, surge esta inflamación. “No es una cosa contaminante, está ahí para defenderte, pero si tú le provees un ambiente muy húmedo, con cebo, se sobre alimenta y termina haciendo esa pústula, que es la espinilla”, afirma Quezada. “Son tus propias bacterias, no es que esté infectado de otro lado”.

No todas las espinillas son iguales

Antes de odiarla y desearle los mil y un males, lo más útil es intentar clasificarla. Quezada explica que en un inicio puede aparecer una pápula eritematosa, que es como se denomina a los dolorosos “granitos rojos”. Luego, evoluciona al grado de pústulas, “que es la clásica espinilla amarillenta”.

Después vienen los nódulos, “que son esas espinillas grandes”, que se hacen ver y sentir, y que notoriamente tienen contenido. “Eso pasa porque están en un estado que todavía no es infeccioso, sino que es más bien inflamatorio”.

Lo común es que tras unos días se desinflame, cicatrice y luego desaparezca. Pero en ocasiones, más graves, pueden derivar en un quiste, que es cuando el nódulo se encapsula. Esto ocurre cuando se intenta reventar una espinilla a la cual no le sale el pus que esperabas; en su lugar puede lucir algo destartalada, pero aún inflamada. “Si tienes un quiste eso ya es grave, porque significa que se infectó y tienes que tomar antibiótico. Muchas veces se originan porque la gente se aprieta los nódulos, entonces el cuerpo, como defensa, se encapsula”, explica la profesional.

Usted no reviente

Como recomendación general, los dermatólogos no aconsejan a sus pacientes reventar las pústulas, menos aún los nódulos. “Cuando una espinilla se inflama, no se recomienda en ningún caso intentar extraerla, apretarla o desinfectarla”, dice Ullrich. Eso “puede llevar a la formación de más cicatrices, la persistencia de la lesión e incluso a empeorar el cuadro cutáneo”.

“Normalmente, no recomendamos apretar ni reventar las espinillas”, cuenta Quezada. “No es aconsejable apretarlas, pues el pus que fluye puede contaminar de bacterias la piel anexa a la zona”, nos dijo hace un tiempo María Olga Estrada, directora de la clínica cosmética de su mismo nombre. “No hay que manipularlas, ya que eso sólo empeora los efectos adversos y las secuelas que pueden tener”, señaló también la dermatóloga Lorna Velásquez, de Clínica Alemana. “Las secuelas pueden ser lesiones eritematosas (rosadas), lesiones pigmentadas (manchas) y/o lesiones cicatriciales atróficas (deprimidas)”.

Sin embargo, a más de alguna persona le ha pasado que una de estas pústulas reventó espontáneamente o por casualidad.

“Si esto ocurre, lo mejor es apretar suavemente, sin ser grosero, porque esa respuesta inflamatoria puede complicarse en algo más grave, como un quiste o un nódulo”, explica la dermatóloga de UC CHRISTUS.

Si tu espinilla pústula reventó espontáneamente, el paso a seguir es el siguiente: ojalá aplicar algún jabón antiséptico que no arda, como un limpiador de heridas o clorhexidina, y limpiar la zona suavemente con un trozo de gasa. “Si el alcohol es muy fuerte, se va a inflamar y la respuesta inflamatoria va a quedar más roja”.

Cómo tratar una espinilla

Si bien el acné es una enfermedad que requiere tratamiento y manejo guiado por un o una dermatóloga, si de pronto aparece una espinilla inesperada, y justo antes de un evento especial, hay maneras de enfrentarla. “Estamos llenos de poros, sobre todo en las partes seborreicas, como la nariz, la frente y el mentón”, ahonda Quezada. Las probabilidades de que aparezca una pústula, especialmente si estamos bajo estrés o comiendo mal, son altas.

Las indicaciones que siguen son para ese caso puntual, en que aparece una espinilla notoriamente visible, pero no para un tratamiento más prolongado. Es más bien un procedimiento de urgencia, al que puedes recurrir cuando este grano está cobrando mucho protagonismo en tu rostro.

“Si haces algo para disminuir la producción de sebo, como usar óxido de zinc, puedes ayudar: es como si yo pasara ‘cloro’ para que no crezcan más bacterias en esa zona”, comenta Quezada. Por eso, una alternativa es aplicar productos que contengan esta propiedad secante.

El ácido salicílico y el árbol del té, que es una opción más natural, también funcionan bien. “Si yo seco, estoy sacando el cebo, y si estoy quitando el cebo, estoy removiendo las bacterias”, afirma la dermatóloga UC CHRISTUS.

El otro camino que sugiere la especialista es recurrir a los antiinflamatorios tópicos, que tienen a si vez efectos antisépticos, como el azufre, los derivados de resorcinol, el alfa bisabolol o la manzanilla.

“Existen varios stick que tienen antiséptico y antiinflamatorio, que funcionan como una medida de emergencia para poder secar la zona de la espinilla. Hay muchísimas opciones de venta masiva”, dice la especialista. Ella sugiere el siguiente listado, en el que hay geles secantes y otros con propiedades de cobertura. La idea es que cada persona pueda optar por el que sea más efectivo de acuerdo a su piel.

Gel control de imperfecciones Cerave


Tratamiento doble Uriage Hyseac Bi-stick

Este doble producto, por un lado, seca y purifica la espinilla, mientras que por el otro cubre y camufla la zona.

Gel anti-imperfecciones The Body Shop Tea Tree

Ayuda a secar espinillas y granos, acelerando su proceso de cicatrización.

Corrector de granos faciales ISDIN Acniben On the Spot

Este gel para tratar espinillas y granos ayuda a que no se infecten, duelan ni crezcan de forma desmedida.

Corrector Eucerin Dermopure

Este producto, con forma de lápiz, también tiene doble función: limpia los poros obstruidos y maquilla los granos.

Gel corrector de granos ISDIN Acniben 3


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 27 de noviembre de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.