La calificación crediticia de Venezuela fue rebajada por Fitch Ratings después de que el presidente Nicolás Maduro pidiera una reestructuración de la deuda global de la nación.

Fitch redujo la calificación extranjera a largo plazo del país de "CC" a "C" y calificó el grado de incumplimiento como "altamente probable", según un comunicado emitido este viernes. Desde Moody's en tanto, señalaron que "las pérdidas podrían ser significativas" si se prolonga la reestructuración de la deuda. S & P Global bajó su clasificación de la nación rica en petróleo a dos niveles de incumplimiento en julio.

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"No puede ir más allá de esto, a menos que fallen", dijo el analista de Fitch, Richard Francis por teléfono desde Nueva York. "Si no hacen el pago por el período de gracia, la calificación del soberano iría a RD y el problema real iría a D, lo que significa que el bono estaría en mora".

La especulación sobre impagos está aumentando después de que Maduro se comprometiera tanto a refinanciar como a renegociar los bonos extranjeros de la nación. Tanto la nación, como la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y la empresa estatal de electricidad actualmente deben alrededor de US$800 millones en pagos de intereses vencidos. La probabilidad implícita de que el país pierda un pago en los próximos cinco años subió a un máximo histórico de 99.98 % este viernes, de acuerdo con datos de swaps de incumplimiento crediticio compilados por Bloomberg.

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A fines del mes de agosto la agencia calificadora ya había realizado una reabaja, desde "CCC" a "CC". En ese momento la razón principal se debió al aumento de riesgo en morosidad por el endurecimiento de las sanciones económicas de Estados Unidos.