¡...Acción! Salas de cine comienzan a respirar y siguen adaptándose

El sector está dejando atrás los malos años de la pandemia. En lo que va de 2023, según las estadísticas del gremio de multisalas de cine de Chile, se han vendido más de 8 millones de entradas. Además, se han sumado nuevas estrategias, como incorporar más películas de animación japonesa y material de bandas musicales.


Los amantes del animé ya no solo buscan sus títulos favoritos en internet o en alguna tienda especializada. Pueden ir a disfrutar del último estreno al cine. Los fanáticos del K-pop también. Ambos son ejemplos de nichos de mercado a los que la industria de las salas cinematográficas ha tenido que ir abarcando para adaptarse a casi cuatro años de un negocio muy deprimido, que de a poco ve la luz al final del túnel.

“Obviamente, tuvimos un 2020 y 2021 para el olvido. Recién el 2022 comenzamos a recuperarnos con niveles similares al del 2012, pero aún no logramos la asistencia que habíamos tenido el 2018 y 2019″, comenta Sebastián Martínez, presidente de la Cámara de Exhibidores Multisala de Chile (Caem) y gerente general de Muvix y Cinestar. Aparte de estas dos empresas, el gremio incluye también a Cinépolis (ex Hoyts), cuyos dueños son mexicanos; Cinemark, de origen estadounidense y Cineplanet, cadena que es peruana. En Caem no están incorporadas salas independientes como por ejemplo El Biógrafo o el Cine Arte Alameda.

Este retroceso de prácticamente una década en la taquilla se refleja en los números. En 2022 las salas de cine recibieron a un poco más de 18 millones asistentes, cifra similar a los 20 millones del 2012. Pero muy lejos de 2019, el año récord en Chile (y a nivel mundial), donde se logró 29,7 millones de asistentes. Esto, a pesar de que el estallido social hizo que durante los últimos meses la gente no fuera al cine o bien, no pudiera, debido a los toques de queda. En 2020 la cifra bajó a un poco menos de 5 millones. Sin embargo, ya se ve una clara recuperación en 2023. Según las estadísticas de Caem, al 30 de abril del presente año se han vendido 8.478.143 entradas a este tipo de salas de cine.

A primera vista, es de Perogrullo que el shock que ha sufrido este negocio se debe a que durante más de dos años los ciudadanos se quedaron en sus casas por medio al contagio o bien, por las restricciones obligatorias. Pero también hubo efectos secundarios que siguen afectando al sector. El más visible es el gran aumento de las plataformas de streaming, que explotaron en pandemia, creando nuevos hábitos de consumo.

Pero también hay un elemento que viene desde Hollywood, así como de otros lugares donde se producen películas. “Hasta 2019 teníamos una gran cantidad de blockbusters (películas de alto presupuesto y éxito de taquilla), además de un importante número de películas medianas o pequeñas que constantemente llenaban nuestras salas cuando no había grandes títulos. Pero la pandemia hizo que los grandes estudios decidieran disminuir o frenar sus producciones, debido al cierre de las salas de cine en el mundo. Entonces, hoy el principal problema de este sector es la falta de contenido. Es un problema importante, especialmente en la Región Metropolitana donde hay muchas salas”, explica Martínez.

Algo de animé y también de K-Pop

A pesar de todo, el formato de multisalas sigue funcionando, debido a una adaptación que tiene varios elementos. Uno de los cambios más visibles que quedaron después del estallido social y la pandemia fue que la población sale más temprano de sus trabajos, lo que perjudicó los clásicos horarios de trasnoche. “Tuvimos que adecuarnos a esa nueva costumbre cambiando las horas de las funciones, para que no fueran tan tarde”, indica Karina Ventura, directora comercial y de marketing de Cinemark, quien agrega: “Otra cosa que ha crecido mucho es la venta web, porque la gente se acostumbró a comprar y reservar por internet, lo que ha ayudado a aumentar la preventa de muchas películas. Pero también nos ha desafiado a invertir más en plataformas de e-commerce y canales en línea. Hoy las redes sociales son un canal muy importante, porque la gente se informa y pertenece a comunidades en ese ámbito”.

Como sea, Ventura reconoce que “la industria quedó muy dañada, pero estamos viendo otras tendencias y la gente está llegando con otro tipo de títulos”.

Y aquí viene una de las principales adaptaciones de ese sector. Por ejemplo ha habido un fuerte crecimiento del animé japonés, debido a la gran cantidad de fanaticada que existe en Chile por este género. Se programan funciones especiales, por ejemplo, unas siete y prácticamente todo se vende en la preventa”, asegura Ventura. Pasa algo similar con las producciones dedicadas al K-Pop, donde se consigue una importante cantidad de público.

Otro nicho que ha ido creciendo mucho es todo lo relacionado a música, como por ejemplo documentales de algún artista o banda, o incluso la exhibición de conciertos en vivo (como ocurrió con uno que Coldplay dio en Argentina y se transmitió en Chile por salas de cine) o muestra de recitales que tienen imágenes inéditas, que para los fans valen oro. También se ha explorado en la estrategia de ofrecer filmes clásicos, que tienen sus seguidores. “Nunca será lo mismo ver El Señor de los Anillos en una sala de cine que en la casa”, asegura la ejecutiva de Cinemark.

Y aunque crecen los nuevos segmentos, los grandes estudios y blockbusters siguen vigentes y comienzan a aparecer con fuerza. Un ejemplo claro de un título pospandemia es el filme de Super Mario Bros que, al menos en las salas de Cinépolis ya supera los 2 millones de asistentes, quedando en el tercer puesto del ranking histórico de taquilla de esta cadena y más arriba de la última entrega de Spiderman. Por otro lado “Rápidos y Furiosos 10″ que fue estrenada hace un poco más de una semana alcanza casi un público de 400 mil, bastante más que su antecesora (Rápidos y Furiosos 9) que fue estrenada en 2021, siendo de las primeras grandes producciones que se estrenaron tras lo peor de la pandemia, y no superó los 330 mil asistentes.

“Se está notando la recuperación. La gente quiere salir de sus casas y compartir con otros una película. Es la experiencia en comunidad similar a la que produce un concierto”, señala Giovanna Scutti, gerente de programación de Cinépolis Chile. La ejecutiva agrega que también ha habido un apoyo de los grandes estudios por tratar de estrenar los filmes antes en las salas.

Con respecto a la comida, Ventura reconoce que es parte de la experiencia y que también tuvieron que adaptarse a gente que quiere algo más sofisticado, ampliando el menú. “Sin embargo, el popcorn sigue siendo el fiel compañero del cine”, aclara la ejecutiva de Cinemark.

Pero tampoco hay que tapar el sol con un dedo. Y aunque se acaban de abrir salas en lugares como Maipú y vienen próximas aperturas en regiones, como lo indican las estadísticas, aún es un mercado que está muy lejos de lo que logró el 2019. Además, hay otros factores que aún no permiten la recuperación, donde según los actores de este mercado no está el tema económico, debido a que ir al cine es más barato que otras actividades recreativas. El problema se está dando ahora con la inseguridad, algo que está disminuyendo el interés de ir a las salas una vez que llega la noche.

Como sea, la industria está optimista. “Al cine no lo han derrocado ni las guerras mundiales ni tampoco otras pandemias. No lo hizo la radio, ni la televisión, ni el VHS, ni el arriendo de películas o el streaming. Así que se viene un panorama positivo a futuro”, concluye Scutti.

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