Columna de Matías Acevedo: “Errores de proyección”

Matías Acevedo

“Es importante señalar que las razones expuestas para explicar el origen de los sesgos fueron testeadas en países distintos a Chile. Por lo tanto, cualquier semejanza con nuestro ciclo económico y fiscal es una mera coincidencia”.


No pasó desapercibida para los distintos agentes del mercado local e internacional, la estimación de crecimiento económico para el año 2024 realizada por el Ministerio de Hacienda de 2,5% (con un rango de 1,9% y 2,9%). Mientras el Banco Central, el FMI y el mercado estimaron un crecimiento bastante más bajo de 1,75% (con un rango de entre 1,25% y 2,25%).

Es esperable que, en un horizonte largo de proyección, existan ocasiones que las estimaciones sobre la trayectoria esperada de variables económicas sean pesimistas y en otras optimistas para el crecimiento de la economía, del gasto público, el balance fiscal, por nombrar algunos. Pero al mismo tiempo se espera que la suma de los errores de proyección en el tiempo se cancele y sea cercana a cero.

Es por esto que cuando se analiza en la literatura la evolución de los errores de proyección de una determinada entidad, como el Ministerio de Hacienda, hay al menos dos preguntas interesantes a responder: (1) ¿Los errores de proyección tienen un sesgo positivo o negativo? Llevado un ejemplo cotidiano, es la pregunta que usted se haría después de lanzar 100 veces una moneda por qué le resultan muchas más “caras” que “sellos” cuando esperaba que el resultado fuera 50/50. Y luego preguntarnos (2) ¿Cuál es el origen de estos sesgos (optimistas o pesimistas) en los errores de proyección? Siguiendo el ejemplo, por qué razón la persona que lanza la moneda (y no el resto), le resultan más “caras” que “sellos” de las esperadas.

Analizando los datos para Chile, desde 2001 al 2023 (excluyendo años de crisis económicas), podemos concluir que los errores de estimación de Hacienda tienen sesgos a sobreestimar el crecimiento económico, a subestimar el crecimiento del gasto público y a proyectar un balance fiscal (diferencia entre ingresos y gastos) mejor al efectivo.

Por ejemplo, los errores de proyección del crecimiento económico de Hacienda tienen un marcado sesgo optimista en el 64% de los casos. No sólo sobreestima sistemáticamente el crecimiento, sino que cuando lo hace, en 7 de cada 10 casos el orden de magnitud es de 1,3 puntos o más de crecimiento respecto de su valor real. Para las proyecciones que realiza del crecimiento del gasto público, los resultados son más preocupantes, subestimando el crecimiento futuro del gasto en el 63% de los casos, y cuando lo hace, el error de subestimación fluctúa entre el 2,5% y el 6,8% para horizonte de proyección de 1 a 4 años, respectivamente.

La pregunta final es: ¿Cuál es la causa de estos sesgos en las proyecciones del Ministerio de Hacienda, que parecen favorecer más las “caras” que los “sellos”? En primer lugar, las autoridades tienden a ser optimistas cuando deben reducir los déficits fiscales, ya sea subestimando los gastos o sobreestimando los ingresos, especialmente cuando las finanzas públicas han sido deficitarias por un período prolongado (Leal et al. 2007). Además, se observa una tendencia a sobreestimar el crecimiento económico cuando las autoridades experimentan un ciclo económico positivo después de uno negativo, lo que a su vez influye en la sobreestimación de los ingresos y el balance fiscales (Strauch et al. 2004). También se detecta un sesgo en las proyecciones tanto de crecimiento económico como fiscales durante el período previo a las elecciones políticas. Cuando la probabilidad de reelección de la coalición en el poder es más baja, las proyecciones fiscales tienden a ser más conservadoras, dejando a la futura administración opositora con menos margen fiscal para implementar nuevas políticas, lo que algunos llaman el “precio a pagar” por aparentemente dejar la casa en orden hacia adelante (Strauch et al. 2004).

Es importante señalar que las razones expuestas para explicar el origen de los sesgos fueron testeadas en países distintos a Chile. Por lo tanto, cualquier semejanza con nuestro ciclo económico y fiscal es una mera coincidencia. Lo que sí podemos concluir es que errar es humano, pero persistir en el mismo error y en la misma dirección, es aún más humano.

Fuentes utilizadas

-Errores de Proyección: elaboración propia en base a datos y proyecciones de mediano plazo de los Informes de Finanzas Públicas de septiembre período 2001 al 2023 (92 observaciones para cada variable).

-Fiscal Forecasting: Lessons from the Literature and Challenge (Leal et al., 2007).

-Forecasts in Europe -The track record of stability and convergence programmes (Strauch et al. 2004).

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