Confianza de consumidores se deteriora levemente en mayo y crece preocupación por ingresos futuros

Alta inflación y exigente base de comparación llevan a las ventas presenciales del comercio a anotar su peor caída en 2 años y se anticipan mayores retrocesos

Cristián Echeverría, director del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, explica que el Ipeco da cuenta de que “hay señales de una gradual caída de la confianza".


Un indicador que miran tanto las autoridades económicas como los analistas en general es la evolución de las expectativas de los consumidores. Una de las mediciones al respecto es el Índice de Percepción del Consumidor (Ipeco) elaborado por el Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo (UDD).

De acuerdo a su último informe, en mayo la confianza de los consumidores disminuyó acotadamente (0,9 puntos), manteniéndose en el nivel levemente pesimista. Este mismo nivel es en el que ha ubicado desde febrero de este año, dando cuenta de una cierta estabilización en las expectativas. En los últimos doce meses, la confianza ha aumentado 27,5 puntos.

En el desglose del indicador se observa que la confianza en la actualidad prácticamente no varió (0,1 puntos), persistiendo en un nivel levemente optimista. Por su parte, la confianza en el futuro (índice de expectativas), si bien aumentó marginalmente (1,2 puntos), continuó en una zona moderadamente pesimista.

Asimismo, se describe que la percepción de la situación económica actual aumentó 3,4 puntos durante mayo, aunque se mantuvo moderadamente pesimista, lo que se explica por una disminución de las visiones pesimistas y un aumento de las visiones optimistas. Por otra parte, pese a que la percepción del desempleo actual cayó 7 puntos debido a un aumento de las visiones pesimistas y una baja de las visiones neutrales, se mantuvo aún en un nivel optimista,

FOTO: AILEN DIAZ/AGENCIAUNO

Hacia adelante la mirada es cauta y con resultados mixtos. Por un lado, la confianza en el futuro de los consumidores disminuyó 1,2 puntos, pese a lo cual persistió en una zona moderadamente pesimista. Ahí se apreció una marcada caída en la percepción de los ingresos futuros, que fue contrarrestada parcialmente por un avance gradual en la percepción de la situación económica futura. Por su parte, la percepción del desempleo futuro prácticamente no varió durante el mes.

Así, en el detalle, la percepción de la situación económica futura aumentó 7 puntos, pasando de una posición pesimista a una moderadamente pesimista. Esto fue resultado de un retroceso de las visiones neutrales y un incremento de las visiones optimistas. La percepción del desempleo futuro, aunque retrocedió 0,4 puntos, se mantuvo levemente optimista.

Finalmente, la percepción de los ingresos futuros disminuyó 10 puntos, pasando de moderadamente pesimista a pesimista, afectada principalmente por el alza que ha tenido la inflación, lo que ha impactado en el costo de la vida de las personas.

Por nivel socioeconómico, se observaron cambios en distintas direcciones. En el nivel ABC1 la confianza avanzó a levemente optimista. En el C2 retrocedió a pesimista. En el C3 se mantuvo levemente pesimista. En el D aumentó a muy optimista, y en el estrato E avanzó a levemente optimista.

Según el informe, las noticias económicas vigentes durante el mes fueron mixtas para la confianza de los consumidores. El Imacec de marzo aumentó un 7,2% en doce meses. Por otro lado, el Índice de Actividad del Comercio (IAC) retrocedió un 9% en abril, con lo que sumó un aumento de 12,6% en doce meses. Respecto de la inflación, el IPC de abril aumentó un 1,4%, acumulando un crecimiento de 10,5% en doce meses.

Cristián Echeverría, director del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, explica que “el nivel levemente pesimista refleja que, en promedio, los consumidores perciben una tendencia de leve deterioro futuro de su confianza”.

Menciona que “hay señales de una gradual caída de la confianza. Por ejemplo, que están disminuyendo las visiones de estabilidad o neutrales de la actualidad y del futuro, o que la percepción de la situación económica actual está en nivel moderadamente pesimista, que implica un deterioro respecto de lo que se esperaba tres meses atrás”.

El economista puntualiza que, hacia adelante, “es esperable que el desempleo aumente gradualmente a medida que el crecimiento de la economía se desacelere más aún, y que los ingresos de los hogares se sigan erosionando, debido a una inflación alta y persistente. Estos dos factores debieran reducir gradualmente aún más la confianza de los consumidores en los trimestres venideros”.

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