Dólar anota en julio-septiembre su mayor alza en cinco trimestres, mientras el IPSA retrocede y mira con distancia récord histórico

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El mensaje de la Fed de que las tasas se podrían mantener altas por más tiempo impactó a los mercados bursátiles, haciéndoles perder lo ganado a principios del tercer trimestre. Mientras, presionado por la economía de China, el cobre está cerrando el período con una caída de más de 1%.


Señales preocupantes sobre la fortaleza de la economía china, aspectos idiosincráticos en el mercado local y el precio del cobre, son algunos de los factores que explican lo ocurrido en el tercer trimestre en los mercados cambiario y bursátil chilenos, donde el peso y el IPSA sufrieron fuertes impactos. Sin embargo, para los economistas y expertos fueron por sobre todo los mensajes de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU, que ve tasas más altas y por más tiempo que el estimado originalmente, lo que movió transversalmente los precios de los activos entre julio y septiembre.

El pasado 21 de septiembre, en una decisión unánime, la Reserva Federal conservó las tasas de interés en un rango entre 5,25% y 5,5%, y en la conferencia de prensa posterior, el presidente de la entidad, Jerome Powell, señaló que “mantendremos las tasas en niveles restrictivos hasta que estemos confiados en que la inflación se reduce hacia el 2%. La mayoría de las autoridades de la Fed cree que es más probable que sea apropiada otra alza de tasas”

El mensaje golpeó a los mercados, entre ellos a las materias primas. Así es como a nivel de los commodities, el petróleo WTI -de referencia para Chile-, acumula una subida trimestral en torno a 30% hasta los US$92 por barril. De cerrar en esos niveles, el tercer cuarto del año sería la mayor alza trimestral desde enero-marzo de 2022, cuando se empinó 33% y llegó a US$100 por barril.

En tanto, el precio del cobre también se ha visto impactado, pero en el sentido contrario, más presionado por lo que ocurre en China. Este jueves cerró en US$ 3,6795, con un alza diaria de1,18%, alejándose del mínimo de US$ 3,5879 que tocó en el año, pero también a mucha distancia de los US$ 4,2801 que alcanzó el 18 de enero, día que marcó el precio más alto del 2023.

Así, el precio del cobre acumula una caída de 1,19%, y está ad portas de completar dos trimestres consecutivos de bajas.

Con ese telón de fondo, el dólar tocó el miércoles los $911, su mayor nivel en lo que va del 2023, y si bien el jueves cerró con una merma que lo dejó en $905, está muy lejos del piso de $782,9 que alcanzó el 2 de febrero. De hecho, desde entonces acumula un incremento del orden de $125, de los cuales más de $100 corresponden a lo ganado entre julio y septiembre, estando cerca de cerrar con la mayor alza trimestral desde marzo-junio de 2022.

¿La divisa norteamericana a $1.000?

La rápida escalada del tipo de cambio ha llevado al mercado a preguntarse si podría acercarse otra vez a los $1.000. Según Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, “se advierte en el mercado una alta volatilidad, por lo que no es descartable que pudiera tocar los $1000″, y explica que “si bien esa probabilidad es baja, podría darse si las cifras de actividad en EE.UU. siguen sorprendiendo al alza, manteniendo así las presiones inflacionarias en esa economía”. Con todo, en su escenario más probable, estima que a fin de año la moneda de EE.UU. debiera ubicarse alrededor de los $845.

En tanto, Marco Correa, economista Jefe de BICE Inversiones, apunta que “por ahora lo vemos como un escenario muy improbable. Para darse tendríamos que ver que en el plano internacional el dollar index se acerca o supera los máximos vistos el año anterior y se da un mayor deterioro local por temas de incertidumbre, que lo haga alejarse más de su valorización fundamental, lo que también se daría en un contexto de mayores posiciones especulativas en contra del peso”.

En una línea similar, Alejandro Fernández, socio de Gemines Consultores, indica que “siempre es posible imaginar escenarios que produzcan ese resultado. Una baja adicional del cobre a US$3,3, por ejemplo, algo que indique un deterioro importante en el escenario externo. Pero ello no parece probable en condiciones relativamente normales”. A pesar de las recientes alzas, Fernández comenta que “la subida de tasas de mercado largas en EE.UU. y la perspectiva de que la TPM (Tasa de Política Monetaria) se mantendrá alta por más tiempo”, apuntan a un dólar a fin de año entre $830 y $860.

Por su parte, Raimundo Olivares, analista senior de trading en Credicorp Capital, dice que “pensar en lo inmediato en los $1.000 para el tipo de cambio tiene una suerte de alarmismo”, pero la escalada a su vez responde “a lo que el mercado cambiario viene sufriendo hace bastante tiempo: la falta de profundidad y liquidez”. Con todo, manifiesta que si se configura un escenario aún más pesimista para el peso chileno explicado por los fundamentales, y se sumaran elementos como la profundidad en el mercado spot, se “podría acelerar de manera importante el camino hacia la zona de $980-$1.000 en el mediano plazo, considerando que además parte del mercado está tratando de ‘testear’ al Banco Central para ver en qué minuto se siente lo suficientemente incómodo con el dólar escalando y procede a intervenir”.

Por otra parte, a la fecha el programa de fortalecimiento de reservas internacionales implementado por el Banco Central ha llevado a compras de dólares en Chile por US$2.920 millones, lo que implica una presión adicional sobre el precio. ”Cabe preguntarse si tiene sentido que el Banco Central (BC) siga comprando dólares tan caros y, por lo tanto, si se justifica parar el programa de compras. Algo debería decir al respecto”, plantea Fernández.

Respecto de si el dólar está guiado o no por sus fundamentos y si el BC debiera emitir una declaración al respecto, Lehmann indica que actualmente “está desalineado respecto a sus fundamentos. Lo ha deslizado (el BC), pero reforzarlo me parece que ayuda en la orientación al mercado”.

La Bolsa vuelve a niveles de junio

En 5.826 puntos cerró este jueves el IPSA, borrando gran parte de lo ganado a inicios del trimestre, cuando llegó a un precio histórico que superó los 6.400 puntos y volviendo a niveles similares a los de junio. A pesar de ello, está cerca de cerrar el trimestre con un alza de 0,65%, y encadenaría siete trimestres consecutivos de subidas.

A nivel global, los mensajes de la Fed se han hecho sentir, al igual que en Chile. Entre julio y septiembre del año el S&P anota una baja 4,4%, el Dow de 2,15% y el MSCI World de 3,7%. En los tres casos son las mayores caídas trimestrales desde septiembre del año pasado.

“China ha continuado decepcionando y eso ha golpeado los términos de intercambio de Chile. Por estas razones el mercado ha tenido una corrección relevante. Las expectativas de recesión se han disipado en Estados Unidos y el riesgo volvió a ser la inflación, con la subida del petróleo. Por otro lado, China continúa decepcionando y eso ha golpeado los términos de intercambio de Chile. Por estas razones el mercado ha dejado de subir, e incluso ha tenido una corrección relevante”, dice Klaus Kaempfe, director de portfolio solutions en Credicorp Capital.

Javier Pizarro, gerente de Banchile Research, sostiene que luego de un tercer trimestre “muy volátil, el IPSA cierra en un nivel similar al del segundo trimestre”. Y es que “partiendo en 5.787 puntos rápidamente alcanzó un máximo de 6.433, alentado por el inicio del proceso de disminución de la TPM por parte del Banco Central. Sin embargo, el IPSA volvió a su nivel inicial de 5.800 puntos, afectado por el aumento de las tasas largas, en reacción a expectativas de que la Fed mantendría las tasas en un nivel elevado por más tiempo”.

Con todo, en la entidad mantiene su objetivo de 12 meses para el IPSA en 6.500 puntos.

Diego Valda, consultor senior de Zurich AGF, comenta que en el tercer trimestre “el mercado accionario local mostró una alta volatilidad”, y que si bien al inicio del trimestre el desempeño fue positivo, en agosto “fueron notorios los malos datos de China, lo cual llevó los mercados a la baja, sumado a una Reserva Federal con un tono más agresivo, y expectativas de resultados de compañías locales más bajas”.

“Con relación al desempeño en el tercer trimestre, 8 de los 10 sectores que componen el índice muestran caídas, liderados por los sectores industrial y servicios de comunicaciones. En el caso del sector industrial, el principal detractor fue SQM, afectado por las caídas en el precio del litio, y un escenario global menos favorable para las materias primas en general”, agrega Valda.

Así, hasta el jueves, 15 de las 30 acciones que componen el IPSA mostraron caídas, lideradas por CCU (-11,55%), SQM (-11,30%), Entel (-7,84%), Oro y Blanco (-6,91%) y Embotelladora Andina (-6,24%); mientras que SMU (10,99%), Santander (9,88%), Banco de Chile (9,27%), Latam (8,58%) y Cencosud (7,61%) lideraron las alzas.

Para Kaempfe, el desempeño futuro del mercado dependerá de la inflación global, y por tanto del petróleo y por consecuencia de lo que haga la Fed. “Si no baja (el petróleo), podríamos ver algo más de corrección en el mercado”, sostiene.

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