Economista de Clapes UC y exasesor Macroeconómico de Hacienda: “El escenario es complejo y podría demorar la recuperación”

HERMANN GONZALEZ. Foto: Mario Téllez / La Tercera

Hermann Gonzpalez agregó que "la cuarentena total en la Región Metropolitana es un factor que incidirá negativamente en el Imacec de mayo, a lo que se suma que este año tiene dos días hábiles menos que mayo del año pasado y bases de comparación más exigentes".


Preocupado por la evolución y el impacto que está provocando la crisis sanitaria en la actividad económica se encuentra el excoordinador Macroeconómico de Hacienda y actual economista de Clapes-UC, Hermann González. Su escenario base para el PIB ahora es de una caída de entre 4% y 5% en 2020.

La economía cayó más allá de lo esperado, ¿qué factores influyeron?

-La sorpresa de abril se explica porque estamos frente a un hecho inédito, una crisis sanitaria que paraliza la actividad económica, generando simultáneamente un shock de oferta y de demanda interna, a lo que se suma una recesión mundial no vista en un siglo. Hacer proyecciones en este contexto de alta incertidumbre es particularmente complejo y eso explica, en parte, la diferencia respecto de las expectativas del mercado.

Considerando la cuarentena en la RM, ¿la caída en mayo puede ser mayor?

-La cuarentena total en la Región Metropolitana es un factor que incidirá negativamente en el Imacec de mayo, a lo que se suma que este año tiene dos días hábiles menos que mayo del año pasado y bases de comparación más exigentes. De esta forma, proyectamos que la actividad habría caído más de 15% en mayo. Considerando que entramos en junio con cuarentena total y que probablemente el retiro de esta medida será gradual, cerraremos el segundo trimestre con una contracción que podría ser el doble de lo que proyectó el Banco Central en su informe de marzo para este trimestre, es decir, de entre -13% y -16%, lo que revela la magnitud del deterioro del escenario económico, en un período muy corto de tiempo.

¿Cambia el escenario de “recuperación”, en el sentido de que los trimestres tercero y cuarto pueden ser más lentos?

-Desde el principio de esta crisis señalamos que para evitar efectos persistentes y facilitar la recuperación posterior, era necesario reducir los daños sobre las empresas y el mercado laboral. Lamentablemente, hemos visto un impacto muy significativo en el mercado laboral y dificultades en empresas con importancia sistémica, lo que nos deja en un escenario complejo que podría demorar y hacer más difícil la recuperación.

Algunos economistas afirman que el gobierno se ha demorado en actuar.

-Objetivamente, no. De acuerdo con datos presentados por el Banco Central, tanto las respuestas de política fiscal, como de política monetaria frente a la emergencia en Chile fueron rápidas, comparadas con un conjunto amplio de países.

Un tema pendiente que debe ser resuelto con urgencia por sus potenciales efectos en actividad, empleo y estabilidad financiera, es la forma en que se va a ayudar a las grandes empresas que enfrenten problemas como consecuencia de esta pandemia.

Con este nuevo escenario, ¿las expectativas de consenso para el PIB de este año se deberían acercar más al -4,5% del FMI?

-En marzo proyectamos que la economía podría caer hasta 4% este año. Desde entonces, la evolución de la pandemia, así como sus efectos en el mundo y en nuestro país han sido peores a lo previsto, confirmando un escenario mucho peor de lo que en ese momento y aún hoy espera el mercado. En el tercer trimestre esperamos ver nuevamente una nueva caída en el PIB, aunque significativamente menor a la del segundo trimestre, en la medida que se levantan las medidas de confinamiento. Recién en el cuarto trimestre podemos volver a ver cifras de crecimiento interanual positivas, debido a las bajas bases de comparación por los hechos de violencia que afectaron al país a fines del año pasado. De esta forma, estimar una caída del PIB de entre 4% y 5% para este año, parece como lo más adecuado, con la información que hoy tenemos disponible.

Dado este cambio de escenario, ¿qué herramientas le quedan al Banco Central y a Hacienda para paliar la situación?

-El Banco Central bajó la tasa a un mínimo técnico de 0,5%, ha dicho que mantendrá las tasas de interés bajas por un período prolongado y ha implementado medidas de liquidez extraordinarias. Es en esta última dimensión en la que sigue teniendo espacios y donde podría aportar para que la cadena de pagos siga funcionando y no se ponga en riesgo la estabilidad financiera.

En una propuesta que realizó junto a Clapes para la crisis plantean US$8.000 millones y, de ellos, US$2.060 millones provendrían del crecimiento. Esa proyección es considerada optimista por algunos economistas. ¿En qué se basa esa estimación?

-Al parecer no se entendió o simplemente no se leyó lo que dice nuestro informe. La propuesta que hicimos tiene un claro foco en medidas pro crecimiento, incluyendo medidas como incrementar el beneficio de depreciación instantánea hasta el 100% del valor de los activos, extender la reducción del impuesto de timbres y estampillas hasta junio de 2021 y un plan de inversión pública por US$4.500 millones. Estimamos que este plan incrementaría el crecimiento entre 1,8% y 2,8% respecto de un escenario base sin medidas.

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