Estudio indica cómo la tendencia de la “moda rápida” ha ido en contra de la sustentabilidad

El informe de Julius Baer indica que las empresas de moda que adopten medidas más amigables con el medioambiente aumentarán credibilidad entre consumidores.


Las empresas de este rubro que adopten la sostenibilidad en sus operaciones, “podrán aumentar su credibilidad entre los consumidores ecologistas”, según concluye el informe elaborado por Julius Baer llamado “Moda rápida o lenta: La realidad detrás del precio” que analiza la industria de la moda.

Según el informe, la adopción de materias primas sostenibles permitirá asegurar el suministro en una etapa posterior.

Todo esto “dará a las compañías una ventaja competitiva sobre las demás debido a la creciente proporción de consumidores que desean comprar productos sostenibles por genuina preocupación o intentos de calmar su conciencia”, indica la firma suiza.

Actualmente la industria de la moda a nivel global tiene un valor de US$3.000 millones, equivalente al 2% del PIB mundial. Sin embargo, -según el documento- desde hace algunos años ha surgido la tendencia de la “moda rápida”, una práctica comercial que hace que los minoristas de prendas de vestir recurran a mano de obra barata y materias primas para producir un gran volumen de colecciones cada año. Esto, debido a la alta demanda que se ha ido instalando de ropa y calzado a bajo costo.

Esta moda rápida, señala el informe de Julius Baer, ha derivado en una serie de efectos colaterales como el alto consumo de agua y la contaminación, pasando por la contaminación del aire y el efecto en los vertederos, hasta el bienestar de los animales y trabajadores involucrados en la cadena de suministro de la industria.

Para la firma, desde una perspectiva de inversión, “las principales compañías internacionales deberían estar mejor ubicadas a largo plazo para navegar por la ola creciente de consumidores con mentalidad ética, dados los bolsillos más profundos y la visibilidad global de estas empresas. Las empresas de moda rápida, que solo compiten produciendo una gran cantidad de ropa, parecen perdedoras a largo plazo”.

El estudio agrega que el adoptar este modelo sostenible implica hacer un cambio rotundo y verdadero en sus prácticas. “Es importante que las empresas no intenten esconderse detrás de la fachada de la sostenibilidad o la pertenencia a organizaciones de alto perfil mientras continúan sus prácticas comerciales como de costumbre”, dice el informe.

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