Georgieva asume en el FMI con una economía mundial debilitada y la pesada mochila argentina

Kristalina Georgieva is confirmed as Managing Director of the In

La búlgara de recibió ayer el visto bueno del directorio del organismo. En la misma jornada, su jefe interino, David Lipton, aseguró que la relación del Fondo con Argentina "tendrá que esperar un tiempo".


La dirección gerencial del Fondo Monetario Internacional seguirá en manos de una mujer, tras la salida de Christine Lagarde para presidir el Banco Central Europeo. Ayer el directorio confirmó a la búlgara Kristalina Georgieva, quien se transformará en la primera líder de la institución proveniente un país emergente.

Propuesta por los socios del Viejo Continente, que son los que designan a la jefa del organismo, mientras que EEUU se queda con el Banco Mundial, era la única candidata a la postulación, a la que pudo presentarse gracias al cambio de la regla que impedía la participación de personas mayores de 60 años. Ella tiene 66.

Su desempeño como vicepresidenta de la Comisión Europea entre 2014 y 2016, así como su rol como consejera delegada del Banco Mundial desde 2017, son las credenciales con las que cuenta para ocupar la jefatura.

"Espero poder unirme al personal comprometido del FMI para servir a nuestros 189 países miembros", señaló Georgieva tras su confirmación, agregando que juntos trabajarán "para construir economías más fuertes y mejorar la vida de las personas en todo el mundo".

Previamente, cuando aceptó su postulación, la economista, que también fue Comisaria europea de Cooperación Internacional, Ayuda Humanitaria y Respuesta a las Crisis en la Comisión Europea, había destacado que "es una gran responsabilidad estar al timón del FMI en momentos en que el crecimiento económico mundial sigue decepcionando, persisten tensiones comerciales y la deuda está en niveles históricamente altos".

Su arribo llega para calmar múltiples llamados del mundo emergente por tener más protagonismo tanto en el FMI como en el Banco Mundial, instituciones que hasta ahora solo habían tenido liderazgos de las economías desarrolladas.

Argentina congelada

Cabe destacar que el arribo de Georgieva se da en un momento particularmente delicado del vínculo del organismo con Argentina. Ayer David Lipton, dijo que el organismo "trabajará para una eventual reanudación de una relación -algún tipo de relación financiera con ellos- que tal vez tendrá que esperar por un tiempo", destacando que "la situación de Argentina en este momento es extremadamente compleja".

Sus comentarios son la señal más clara hasta el momento de que el pacto por US$56.000 millones con el país transandino está congelado, incluido el tercer desembolso de préstamos de US$5.400 millones. Este tercer giro es crucial para que la administración de Mauricio Macri cuente con el respaldo para "arribar al final del mandato sin una crisis cambiaria", sostiene a Pulso Horacio Pozzo, economista de la U. Católica de La Plata.

Lipton hace estas declaraciones solo un día después de que se reuniera con el mandatario argentino, su ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris.

Pese a los positivos términos bajo los cuáles se formuló el crédito en cuestión, el acuerdo sufrió un duro golpe luego que Macri anunciara que estaba retrasando los pagos, esto después de perder las primarias de agosto frente Alberto Fernández. El candidato del kirchnerismo por el momento ha presentado un programa económico, mientras que ha culpado al FMI de la crisis que enfrenta el país.

En ese marco, Pozzo sostiene que el FMI "apostó mucho por Argentina y no le resultó". Desde su punto de vista, "darle dinero a Argentina sin un plan de reformas que la haga competitiva y lleve a la economía a asegurar la generación de recursos para hacer frente a sus obligaciones es casi como tirar el dinero".

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