Gobierno despliega a sus ministros en Congreso para evitar un quinto retiro y Giorgio Jackson dice estar abierto a “evaluar opciones”

Vista general de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, que inicia la discusión del proyecto de quinto retiro de fondos de pensiones. FOTO: LEONARDO RUBILAR CHANDIA/AGENCIAUNO

Los ministros de Hacienda, Trabajo, Segpres y de la Mujer expusieron este lunes a los diputados de la Comisión de Constitución sobre los efectos de un nuevo giro. Mientras Mario Marcel detalló sus impactos negativos, Giorgio Jackson se abrió a estudiar alternativas, pero sin “que eso tenga que abordarse con una política” como los retiros. Anoche había negociaciones para establecer nuevas opciones.


Por casi cuatro horas los diputados de la Comisión de Constitución escucharon e hicieron preguntas a los cuatro ministros que asistieron este lunes a la sesión donde se debatió sobre el quinto retiro del 10% de las AFP, así como a la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa. Todo ello, en la jornada previa a su votación en general, ya que este martes se espera que esa instancia vote la idea de legislar la iniciativa.

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, hizo una presentación donde alertó sobre todos los efectos que tendría un nuevo giro. Entre ellos, destacó que esta medida baja las pensiones de las personas, implica un costo fiscal, alza de la inflación, eleva las tasas y el costo de créditos hipotecarios para las familias y profundiza una visión de la seguridad social basada en la propiedad individual.

Marcel dijo que con un quinto retiro, el quintil de mayores ingresos se llevaría unos US$7 mil millones; versus los menos de US$1.000 millones que sacaría el 20% más pobre, lo que implica una relación de 7 a 1, algo que en el primer retiro fue de 5 veces a 1, resaltó. “Esto no es neutro desde el punto de vista distributivo”, afirmó.

Sobre el efecto fiscal que significa esta medida, Marcel puntualizó que, en el neto, el costo fiscal sería de US$1.000 millones por una vez, pero más allá de eso, adelantó que va más allá de ese efecto puntual y es permanente, “porque si los retiros aumentan las tasas de interés, entonces le sale más costoso al gobierno endeudarse”, puntualizó.

Y agregó que según su estimación, ese mayor costo para el Fisco de endeudarse producto del alza de tasas, sería “de US$2.500 millones al año y de manera estable en el tiempo. Aquí ya no es el efecto por una vez, sino que un efecto constante en el tiempo. Esto sería equivalente a los recursos que se necesitarían para llevar la Pensión Garantizada Universal a $250 mil, que es la meta del gobierno”.

“Las AFP, por efectos de la reducción del encaje que se requiere, ganan plata con un retiro, no pierden plata”, dijo Marcel. En ese sentido, afirmó que se han liberado US$501 millones por los retiros anteriores.

También puso énfasis en el efecto que esto genera en inflación. De concretarse un quinto retiro, reiteró que esto podría agregar un 5% al IPC. “Hoy día se argumenta en favor de un retiro porque el costo de la vida está más alto. Pero ese aumento del costo de la vida proviene de los retiros anteriores. En la siguiente vuelta, vamos a tener aún más inflación, se va a querer retirar nuevamente fondos para afrontar esa situación, y vamos a tener otra vuelta más de inflación. ¿Al final qué es lo que vamos a tener? Las personas ya no van a tener fondos y solo van a tener inflación. Esa es la preocupación que tenemos”, detalló. Marcel precisó que de esos cinco puntos, tres provendrían del efecto del mayor tipo de cambio y solo dos de un mayor consumo privado.

Jeannette Jara, ministra del Trabajo.

Luego, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, dijo que “dada la situación actual de los tres retiros, uno adicional tendría un carácter profundamente regresivo”. Esto, porque aseguró que “más de 4 millones de personas se le fueron acabando los fondos y 2 millones de ellas están con cero pesos en sus saldos”. Además, dijo que “si hay un nuevo retiro, más de 5,8 millones personas quedarían con saldo cero”.

Añadió que “los retiros se han ido concentrando en el 20% de mayores ingresos, perspectiva que no se puede perder de vista”.

La ministra de la Mujer, Antonia Orellana, recordó que el gobierno comprometió una reforma previsional, con la que buscan mejorar las pensiones de las mujeres, “y esto se dificulta si no hay fondos disponibles para futuras pensiones y, especialmente, para quienes ya iban a tener menor pensión, las mujeres”.

También dijo que, desde la posición del Ministerio, el potencial efecto beneficioso que podría tener un retiro producto de la retención por pensiones alimenticias que hacen jefas de hogar monoparentales “no alcanza a inclinar la balanza a favor (del retiro), frente a la magnitud del impacto diferenciado por género que ya han detallado los ministros Marcel y Jara: la inflación afecta directamente sobre la economía de los hogares más pobres, que son precisamente los que comandan las mujeres completamente a solas”.

Y detalló que las mujeres representan el 55% de los hogares más pobres. “Estamos sobrerrepresentadas en la pobreza y las jefaturas de hogar son el 60% de los hogares pobres, o sea, estamos haciendo agua por todos lados. Y un quinto retiro no hace otra cosa que aumentar la inflación, que al final del mes, en el almacén, se expresa en que aquello con que se podía comprar mercadería para quizás una semana, termina siendo solo un litro de aceite. Solo perjudica a hogares más pobres y profundiza la feminización de la pobreza”.

Luego vinieron las preguntas de los diputados. La principal promotora de los retiros, la diputada Pamela Jiles, atacó con dureza el despliegue ministerial: habló del amor de Marcel por las AFP y su “proclividad neoliberal”, afirmó que Antonia Orellana “ha pasado sin pena ni gloria” y acusó que la ministra Jeannette Jara había asistido anteriormente al Congreso a defender los retiros. “Una vergüenza viniendo de una ministra comunista”, dijo. “Me pregunto cómo van a votar los comunistas”, lanzó Jiles anticipando la controversia que se producirá este martes con la decisión de los 13 integrantes de la comisión.

Si bien la diputada PC Karol Cariola dijo que aún no tiene tomada una decisión sobre su voto en esta iniciativa, también añadió “yo no quiero rechazar. Lo quiero decir con mucha claridad. Nosotros hemos tenido un debate público. Acá se ha emplazado al PC como gran acto mediático. Está bien, cada uno hará su juego, y podrá sacar sus débitos políticos a partir de la elocuencia o la discusión pública transformada en un show mediático. Yo creo que no estamos para eso, el PC ha demostrado en sus 109 años de historia ser un partido serio y estar del lado de los trabajadores siempre”.

Pero a la vez, Cariola insinuó que ahora no apoyaría un nuevo retiro al reiterar cifras que antes expuso Marcel sobre el cambio de condiciones entre el primer y el cuarto retiro en cuanto a desempleo y crecimiento, entre otras. “Es evidente que las condiciones económicas, sociales y políticas son distintas”, añadió. “Estoy poniendo números sobre la mesa (…) Las condiciones eran distintas”, dijo.

Cariola sostuvo que “tratar de negar” que ha cambiado el contexto desde los retiros anteriores, “es absolutamente absurdo”. Y añadió que “puede haber cambios de opinión, a propósito de las coyunturas y las condiciones políticas sociales, así se hace la política, de eso se trata, de ir evaluando en función de la necesidad de las personas (...) Estoy muy preocupada de que efectivamente estamos con un problema, y lo vemos en los territorios (...) Hay una preocupación gigante por el alza de los precios”. Ahí consultó si esto es solo producto de la inflación o puede haber también algún ánimo especulativo sobre los precios.

Cariola también pidió al gobierno que se abra a buscar una alternativa, porque hay algunas personas que necesitan estos recursos.

Antes, el diputado UDI Jorge Alessandri también ironizó con el rechazo de las autoridades de gobierno, y consultó a Marcel quien fue el economista que hizo modificar su posición frente a los retiros a los entonces exdiputados Jackson, Camila Vallejo y Giorgio Jackson, que votaron a favor de los desahorros.

El diputado René Alinco (independiente) dijo que “la defensa de las AFP traspasa fronteras políticas e ideológicas” y consultó si al rechazar este quinto retiro los ministros pueden asegurar a los más pobres del país que no va a haber inflación y que se va a mantener el poder adquisitivo de los trabajadores.

Otro de los presentes fue el titular de la Secretaria General de la Presidencia, Giorgio Jackson, quien argumentó frente a la Comisión aludiendo principalmente a la diferencia del contexto sanitario, económico y político que existía al momento de la aprobación de los tres primeros retiros y el contexto actual.

Respecto al contexto político, Jackson aludió a que el gobierno está abierto a tener un diálogo social y político para tener una reforma profunda del sistema de pensiones que genere un sistema de seguridad social. Esto, dijo, ya que “hay personas que lo hacen (retirar sus fondos) porque no quieren que se las administre el sistema actual, y porque han venido demandando hace mucho tiempo que la legitimidad de un sistema de pensiones tiene que ser distinto”. Marcel, sobre ese punto, prometió la presentación de una reforma previsional en el tercer trimestre.

Algunos parlamentarios de Vamos por Chile han estado evaluando otorgar su voto a favor, porque denuncian una potencial amenaza de expropiación. En ese sentido, el titular de la Segpres aseguró que desde el Ejecutivo “estamos convencidos, y esto es una opinión unánime en el gobierno, que aquellos fondos que son de capitalización individual son de propiedad exclusiva de los trabajadores y trabajadoras. Y no hay un pie atrás en eso, y lo podemos decir acá, le podemos dar todas las garantías que sean necesarias”. Lo mismo repitió Marcel: “los ahorros previsionales pertenecen a los trabajadores. No hay nadie que lo desconozca y nadie que lo quiera cambiar”.

“Mañana (hoy) vamos a continuar a las tres de la tarde. Quisiera dejar invitados a los ministros a acompañar esa discusión”, dijo al cierre de la sesión la diputada Cariola. El término anticipado de la sesión impidió a Rosanna Costa responder consultas y al superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, siquiera exponer su presentación. También hay al menos otros siete expositores que acudirían este martes a plantear su posición.

Otras opciones, pero sin retiros

En la sesión y fuera de ella hubo diputados que este lunes pidieron que el gobierno pudiera ayudar a acotar los efectos negativos de un quinto retiro. Al cierre de la sesión, el ministro Jackson finalizó diciendo que el gobierno se abría a otras opciones de mejoras para las familias, e insinuó que ello pasaba por algo distinto al retiro de fondos previsionales.

“Nosotros estamos plenamente disponibles, como lo han dicho las ministras, el ministro, a explorar todas las alternativas que ustedes han planteado en términos de inquietudes reales de la población y cómo podemos darle solución a muchos de esos problemas que aquejan a los electores y electoras, sin que eso tenga que abordarse con una política que tiene proporciones e impactos tanto macro como microeconómicos para las familias como puede ser este proyecto y su magnitud”, afirmó.

A la salida, y consultado por la prensa, Jackson insistió en la búsqueda de opciones. “Vamos a discutirlo en estos días. Vamos a conversarlo con los parlamentarios”. Requerido si esto será un proyecto nuevo, afirmó: “Estamos evaluando todas las opciones”.

Tras la sesión, los ministros y ministras se desplegaron para reforzar la presión sobre sus parlamentarios y se reunieron en el primer piso de la Cámara en las oficinas de la Secretaría General de la Presidencia.

Para contener los apoyos a la reforma, que requiere de 93 votos en la sala, a La Moneda le bastaría que 63 diputados, ya sea del oficialismo o la oposición, que estuvieran dispuestos a rechazar, abstenerse o ausentarse.

Sin embargo, con el fin de lograr un rechazo más significativo y tratar de alinear a la mayoría de los legisladores, La Moneda optó por una contrapropuesta.

“Creemos que el proyecto (de quinto retiro) que se está discutiendo no es algo positivo para la población. Pero hemos escuchado varias de las inquietudes específicas de poblaciones que hoy día viven momentos muy difíciles, mecanismos que se están discutiendo para poder acoger esas poblaciones vulneradas, en materia económica, de deuda, de pensiones alimenticias y otras cosas”, dijo Jackson.

Ministra de la Mujer, Antonia Orellana.

Consultada la ministra Antonia Orellana, respecto de si la contrapropuesta del gobierno incluirá el tema de las pensiones alimenticias adeudadas, dijo que “hemos hablado que tiene que haber un mecanismo estable que no esté sujeto a mecanismos excepcionales de los retiros. Estamos trabajando alternativas que puedan tener esos principios, estabilidad y menos costo emocional para las madres que deben hacer un largo peregrinar por los tribunales de familia”.

Pasadas las 8 de la noche, Jackson y Marcel se reunieron con representantes de la bancada PS (Marcos Ilabaca, Leonardo Soto y Raúl Leiva) para presentarles la idea que trabajaba La Moneda y recoger algunas sugerencias.

Dentro de los temas que el gobierno estaba abierto a revisar estaba la retención por pensiones alimenticias adeudadas, la situación de enfermos terminales y de personas aquejadas por deudas. Los socialistas, en tanto, le pidieron explorar un retiro de fondos con libre disposición, pero acotado, por ejemplo, a personas con bajos ingresos.

Por el FA estaban Catalina Pérez, Gael Yeomans y Gonzalo Winter, quienes comprometieron los 20 votos de su bancada contra el quinto retiro, independiente de estas nuevas tratativas.

Por el PC estaban los diputados Karol Cariola y Boris Barrera, quienes siguieron reunidos con los ministros, una vez que se retiraron los frenteamplistas.

Tras la reunión con el PS, diputados del Frente Amplio y el PC se reunieron con ministros Marcel, Jackson, Jara y Orellana.

Independiente del resultado de estas conversaciones, las estimaciones en el oficialismo eran optimistas, ya que casi todo el Frente Amplio y el PS comenzaban a formarse en contra del “quinto retiro”, lo que le aseguraba al gobierno un piso de al menos 30 votos en contra. Si a ello se le suman entre 30 y 40 votos de la derecha, algunos DC, tal vez un PPD y la mitad del comité PC-FREVS-independientes, la reforma ya no contaría con los 93 votos para ser aprobada en la Cámara.

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