Inflación, trátame suavemente (tributo a Soda y a nuestras instituciones)

El cantante argentino y ex vocalista de la banda Soda Stero Gustavo Cerati, presento en concierto en la Universidad Simón Bolívar. Caracas, 15-05-2010 (ALEXANDRA BLANCO / /EL NACIONAL) Últimas fotos que muestran a Cerati con vida, luego de ésta presentación cayó en un estado de coma y aún se encuentra así. Imágenes con mayor valor comercial.

"¿Cómo es la génesis de un crecimiento desmedido en el consumo? La respuesta tiene varias aristas, pero el denominador común es un gasto fiscal sin control y la ausencia de un Banco Central (BC) independiente. Les das al gobierno de turno las llaves de la máquina de producir dinero, y tienes la receta para dejar la economía en el borde del abismo".


Corría la década de los 80, y yo iba feliz a comprarme el granizado que mis papás me regalaban por acompañarlos al supermercado. Pero el rito simple de pagar con una moneda y recibir mi premio, se empezó a complicar. La vendedora me exigía otra moneda y, a poco andar, ya debía llevar el doble de plata. Recuerdo haberle preguntado a mi mamá, “¿por qué suben de precios las cosas?”.

Ella, brillante como es, ni en un millón de años luz habría sido capaz de darme una respuesta fácil. Los precios en los 80 en Chile, crecían por sobre el 20% al año. Por eso, en estas líneas, déjenme repasar algunos conceptos básicos sobre inflación y, dadas mis imágenes retro, hacerlo al son de uno de mis grupos favoritos.

Es importante entender este fenómeno monetario porque, sobre todo para las generaciones más jóvenes en Chile que han vivido en un disco eterno de inflaciones bajas, el riesgo de una inflación alta pareciera no existir. Y no es nada personal, pero habiendo tanta propuesta en la Convención Constituyente y en los programas presidenciales, podrían ser no solo los más jóvenes que estén ignorando este riesgo. Al igual que la temperatura del cuerpo, una inflación estable es señal de una economía sana.

Siempre un poco de inflación es buena (permite el ajuste de precios relativos), pero mucha es nefasta para el bienestar del país, y su ausencia -o deflación- pueden ser signos de una economía moribunda, a la que le hacen falta vitaminas. Casi olvido definirla. Inflación es el aumento del índice de precios de una canasta de bienes y servicios que consumimos. Cuando hablamos de niveles de inflación preocupantes, no estamos hablando de un salto puntual de un mes o de incluso un año, estamos hablando de una presión al alza continua sobre los precios, que se convierte en remolinos si esto arrastra, además, a las expectativas de inflación.

Un shock de oferta, o de costos, podría generar alzas en los precios por un período puntual. Es lo que hemos visto en esta pandemia, o incluso desde nuestra primavera cero, marcada por el estallido social. Si bien existe inercia en los precios en Chile, estos shocks de oferta nos dejan sin sobresaltos. Las alarmas se encienden cuando tenemos un crecimiento continuo de la demanda interna, principalmente consumo, y la oferta no da abasto. Estamos como entre caníbales peleándonos por los bienes y servicios.

Una forma de entenderlo, es que imaginemos un tablero de Monopoly, y que de pronto dupliquemos la cantidad de billetes. Probablemente, terminemos pagando el doble por una propiedad o un edificio en el juego. La respuesta simple que alguien me podría dar es que con la mayor demanda se estimulará la oferta, pero esto no resiste ni un segundo de análisis si lo planteamos para el largo plazo. Sólo imagina qué pasaría si estuviéramos en pleno empleo, no hay forma de agrandar el tablero del Monopoly. (Por cierto, una vía podrían ser las importaciones, pero se necesitan divisas para esto, y aquí entro en otro texto que no terminaría ni al séptimo día).

¿Cómo es la génesis de un crecimiento desmedido en el consumo? La respuesta tiene varias aristas, pero el denominador común es un gasto fiscal sin control y la ausencia de un Banco Central (BC) independiente. Les das al gobierno de turno las llaves de la máquina de producir dinero, y tienes la receta para dejar la economía en el borde del abismo. No estoy exagerando. El mundo ha visto muchos episodios de inflación muy alta en el último siglo.

Zimbabue hace pocos años sacó de circulación su billete de 100 billones (millones de millones) de dólares zimbabuenses, y sigue luchando con inflaciones por sobre el 500% anual. Le gana Venezuela, ¡con casi 3.000% de inflación! Lo triste es que este “impuesto inflación”, si bien afecta a la economía como un todo, perjudica principalmente a las personas de menores recursos, esto es lo que sangra. Existe amplia evidencia mundial, que una inflación baja y estable es el ingrediente base para el bienestar de una nación.

Y no es al final una caja negra, pues los elementos básicos son bastante claros: BC independiente, darle prioridad al control de la inflación, y un compromiso de sostenibilidad fiscal por parte del gobierno. En Chile, si no fuera por nuestro BC, que desde 1990 es autónomo y cuenta con metas de inflación, nuestra historia sería muy distinta.

Hoy vemos una feroz demanda por todos los estímulos fiscales derivados de la pandemia y por los retiros de nuestros ahorros previsionales. Pero cuando pase el temblor, no tardaremos en ver la inflación de vuelta a su meta. Nuestro BC ya está en ello. Gracias Totales.

(¿Encontraste las 20 canciones de Soda Stereo?)

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