La zona oriente atrae cada vez más a los locales comerciales

Aumenta la demanda por propiedades a nivel calle en el sector oriente.

Los traslados desde el centro y la reactivación de las oficinas dinamizan el mercado de los arriendos no residenciales. El alquiler de los inmuebles a pie de calle se acerca a 1UF por metro cuadrado y hace un año los mejores espacios costaban entre 0,6 a 0,7 UF por metro cuadrado. Lugares con menos de 300 metros cuadrados son los más demandados. Sólo en Las Condes las patentes crecieron un 19% entre 2021 y fines de 2023. El chef Coco Pacheco, arrendatario en la zona, dice: “No todo lo que brilla es oro”.


Se está haciendo cada vez más difícil encontrar espacios comerciales para arrendar en los lugares más “centrales” de la zona oriente de Santiago. Desde Providencia hasta Apoquindo, en torno a la línea 1 del Metro, y en algunas zonas de Vitacura, la demanda por locales para alquilar a pie de calle crece con fuerza y el mercado sólo espera que la tendencia se mantenga, a medida que se consolidan los traslados desde Santiago centro y se reactiva el flujo en las oficinas, que tras la adopción de jornadas híbridas -casi como norma- han generado una nueva necesidad de servicios, especialmente de alimentación en todas esas cuadras de la ciudad.

“Hemos visto un alto aumento en las patentes comerciales en Las Condes. En el año 2021 sólo teníamos alrededor de 5.900 ingresos, esta cifra aumentó a 7 mil en el año 2023. Esto se debe, en su mayoría, a que empresas del rubro comercial emigraron de los sectores del centro de la región hacia el oriente, dada la inseguridad que les provoca mantener sus instalaciones en esas zonas por las manifestaciones, delincuencia, comercio ambulante, entre otras cosas”, dice a Pulso la alcaldesa de Las Condes, Daniela Peñaloza.

Con esa autoridad coincidieron agentes inmobiliarios e inversionistas consultados por este diario: esa comuna se ha tornado en el principal destino de quienes dejaron Santiago o que alguna vez pensaron instalarse allí, pero que debido al deterioro del casco histórico optaron por partir en torno a algunos de los distritos de oficinas de Manquehue-Nueva Las Condes, Apoquindo, Isidora Goyenechea, entre otros. Algunas pymes se fueron a Ñuñoa o a La Florida, dicen en el mercado (ver recuadro).

Las actas de los concejos de Providencia y Vitacura también dan cuenta de las metamorfosis que se están viviendo en algunos barrios con la apertura de tiendas, locales de comida y negocios al paso, como ocurre en el entorno de las estaciones de metro Inés de Suárez y Los Leones, en Providencia, y Avenida Vitacura /Nueva Costanera en la comuna del mismo nombre.

De 0,6 a 0,9 UF el metro cuadrado

“La baja en los asking price que pudimos evidenciar durante el primer semestre 2023, está teniendo sus efectos más marcados a principios de este 2024, donde los espacios en sectores más demandados que se encontraban a precios más competitivos y con condiciones comerciales más flexibles, ya fueron arrendados, quedando aquellos con mayores expectativas de rentas, mayores superficies o menor exposición. Por otro lado, en Santiago Centro hay una amplia oferta de locales que han ido progresivamente desocupándose desde octubre 2019. Hoy, a pesar de mostrar mejorías, no logra ser suficiente para volver a activar la demanda en este sector”, explica Rosario Álvarez, senior land and retail consultant de CBRE.

Los datos de la firma hablan de un aumento importante en los precios de arriendo de locales. “En comunas como Las Condes, Vitacura, Providencia hemos observado una recuperación en los asking price en relación a principios de 2023, donde podíamos ver valores en rango de 0,62–0,7 UF/m2, mientras que hoy volvemos a ver valores en un promedio aproximado de 0,8–0,9 UF/m2 en primer piso. Por otra parte, los valores a la baja podemos identificarlos principalmente en el centro de Santiago. Tanto las condiciones del entorno como por el aumento de la vacancia de locales ha hecho ajustarse a los propietarios a rentas y condiciones más competitivas”, complementa Álvarez.

La ejecutiva añade que entre las comunas más populares para la creación de nuevos negocios están La Florida, Maipú y Ñuñoa. “Siendo las preferidas por pymes por sus valores de renta más accesibles, en sectores comerciales consolidados y con afluencia de público”.

En todo caso, añade que a pesar de la migración de sectores como Santiago Centro, las cadenas siguen buscando mayor cobertura en el área metropolitana, dependiendo del perfil del usuario, giro, presupuesto, entre otros.

Llegan y se van

Cafeterías, tiendas multimarca y locales al paso son los tipos de negocios que se están instalando en estos barrios. Pero debido a los valores de arriendo, los interesados buscan espacios menores a 300 metros cuadrados.

“Las comunas donde detectamos mayor interés de los operadores por nuevas aperturas son Ñuñoa, Providencia, Las Condes y Vitacura, con muy pocos espacios disponibles. Más que traslados, los planes de expansión de los grandes operadores de comercio tienen puesto el foco principalmente en comunas del sector oriente, específicamente en zonas con gran flujo peatonal, habiendo ya normalizado el regreso a la oficina”, detalla Samir Cumsille, Head of Capital Markets de Cushman & Wakefield.

Los metros cuadrados disponibles provienen especialmente de espacios que dejaron bancos u otras sucursales de empresas de servicios como isapres o telefónicas y quienes los toman son firmas de los rubros de alimentación, tiendas de conveniencia, farmacias, cuidado personal (belleza y peluquería). “También observamos que viene con fuerza todo lo relacionado con las mascotas. Otra industria que está generando movimiento son las dark stores y dark kitchens. Si bien no necesitan gran exposición a la calle, son actores que han ido tomando espacios importantes en zonas estratégicas”, avisa Cumsille.

Chef Coco Pacheco: “No todo lo que brilla es oro”

“Aquí se abre un local a cada rato, pero también varios cierran. Hay una rotación muy alta”, dice en la entrada de su restaurante en Nueva Costanera el chef Coco Pacheco. En 2020 tras 50 años en Providencia, el afamado cocinero apagó para siempre las cocinas de su restaurante especializado en frutos del mar “Aquí está Coco”, debido a la crisis originada por la pandemia.

Dos años después reabrió en Vitacura. “Nos ha ido bien, pero está difícil, los arriendos son caros, pero hay seguridad”, resume. Y añade que aunque el barrio siempre se ve lleno de actividad, las cuentas no son tan alegres: “los arriendos están cada vez más caros, casi no hay locales a menos de $ 8 millones y la gente sale, pero no gasta como antes, se nota que el chileno está cuidando su plata; piden copas de vino en vez de botellas, porque también la mayoría anda manejando, o un plato de machas se lo comen entre cuatro. No todo lo que brilla es oro”, sentencia.

Justifica en la búsqueda de tranquilidad y seguridad de sus trabajadores y clientes el éxodo de las empresas al sector oriente. “Hicieron puré Lastarria y Bellavista, ya nadie quiere ir para allá”, se queja en relación al estado en que se encuentran esos dos barrios céntricos. “Hay que esperar a que pase la mala racha. Hoy día hay que sobrevivir”, sentencia.

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