Manuel Melero por proyecto Sernac: "La decisión del TC vino a ratificar lo que ya habíamos planteado"

Melero

El presidente de la CNC comentó además que "desde ahora el sistema podrá funcionar sin un blindaje que era lo que hubiese ocurrido con un Sernac excesivamente poderoso".


Ayer el Tribunal Constitucional (TC) dio luz verde para al proyecto del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) que estuvo cuatro años tramitándose entre el Congreso, pasando dos veces por el mismo TC y por la Contraloría. El Tribunal reiteró la resolución de enero pasado cuando eliminó las facultades sancionatorias y de generar normativas por parte del Sernac, puntos claves en el proyecto del gobierno de Michelle Bachelet.

Ahora, la iniciativa deberá ser dictaminada por el Presidente Sebastián Piñera con las observaciones de inconstitucionalidad sentenciadas.

"La decisión del TC vino a ratificar lo que ya habíamos planteado sobre la inconveniencia que el Sernac tuviera concentración de facultades, tanto porque era contraproducente y un mal precedente para nuestro orden jurídico, pero sobre todo porque mermaba la confianza entre consumidores y proveedores. Como gremio hemos propiciado que esta ley entre en vigencia pronto y estamos muy contentos que así vaya a ser a partir de este fallo. Comenzaremos inmediatamente con un programa de capacitación a todos nuestros afiliados a lo largo del país, desde Arica a Punta Arenas, para potenciar el fiel y riguroso cumplimiento de la normativa", dijo al respecto Manuel Melero, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC).

Melero comentó además que "desde ahora el sistema podrá funcionar sin un blindaje que era lo que hubiese ocurrido con un Sernac excesivamente poderoso".

Por su parte,  Cristián, García Huidobro, secretario general de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) comentó que "el Sernac ha resultado fortalecido con el nuevo texto legal. Contará con mayores facilidades procesales  tales como la carga de la prueba, no pasar por instancias de admisibilidad, perseguir el daño moral colectivo, entre otras. A la vez, el texto se encuadra en los márgenes del estado de derecho y  la constitución política, al suprimirse facultades que lo erigían en "juez y parte".

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