Paula Benavides: “Adelantar más los plazos (...) puede arriesgar la calidad de una reforma previsional”

Foto: Andres Perez

Por otro lado, la economista considera positivo lo que se ha aprobado sobre seguridad social en la Convención, pero ve aspectos que se pueden mejorar. Cree que no se debería estar debatiendo sobre inexpropiabilidad de los fondos, pero ya que se instaló el tema, dice que incorporarlo en el borrador de la Constitución puede ayudar a reducir la incertidumbre.


Conoce en profundidad el sistema previsional y habla con autoridad sobre el tema. La economista Paula Benavides fue asesora del Ministerio de Hacienda cuando el gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet impulsó su reforma previsional. También fue la encargada de coordinar la mesa técnica de oposición en pensiones cuando el expresidente Sebastián Piñera impulsó su reforma. No milita en ningún partido, pero es cercana al mundo de la socialdemocracia.

Han pasado dos reformas previsionales por el Congreso, de dos gobiernos, pero no se han aprobado. ¿La tercera es la vencida?

-Es verdad. La discusión de pensiones lleva mucho tiempo entrampada (...) Para que la tercera sea la vencida, a mí lo que me parece indispensable es que el proceso sea bien hecho, con diálogo social y político, como se ha planteado, pero también con bases técnicas transversales, porque el gobierno no tiene mayoría parlamentaria en un Congreso que está muy fragmentado y donde la demanda por tener soluciones inmediatas ha crecido muy fuerte.

¿Está bien el modo en que el gobierno diseñó los diálogos sociales?

-Hace rato mantengo la convicción que un diálogo amplio es el único camino para que logremos resolver las diferencias que hemos tenido en pensiones y encontrar puntos en común. Por eso es valioso lo que hemos visto y la disposición también que expresaron los trabajadores, empresarios y el gobierno, que acordaron este proceso y su diseño en el Consejo Superior Laboral, lo que le da legitimidad. También es positivo que se haya contemplado trabajo en regiones para recoger distintas realidades. Para el desarrollo, lo relevante es que se asegure una amplia representatividad de distintos tipos de empresas, trabajadores, la ciudadanía, y también, por otro lado, que se precisen bien los objetivos que va a tener la instancia.

Hay quienes han llamado a adelantar la reforma previsional que el gobierno tiene comprometida para el tercer trimestre. ¿Está bien ese plazo o debería adelantarse?

-No veo muy factible que puedan anticiparse más esos plazos, porque después de los diálogos sociales viene todo el trabajo de diseño detallado de un sistema, y la redacción de un proyecto. Si miramos hacia atrás, en 2006, para la época de la Comisión Marcel, ese proceso tomó en torno a cinco meses; el proceso de diseño técnico detallado y de redacción. Y en 2017 tomó en torno a cuatro meses. Por eso que adelantar más los plazos me parece que puede arriesgar la calidad de una reforma previsional y también debilitar el diálogo que se necesita.

El gobierno ha dicho que espera ingresar la reforma en agosto. ¿Es un plazo razonable para tener listo el proyecto?

-Es un plazo exigente, pero posible con harto esfuerzo.

El último retiro terminó esta semana. ¿Es momento de hacer un diagnóstico en profundidad sobre cómo queda ahora el sistema y las pensiones?

-Es fundamental. Se da por descontado que el diagnóstico ya está. Es verdad. Sabemos que las pensiones son bajas. Sabemos que las tasas de reemplazo son bajas. Pero después de los retiros las cosas cambiaron. Y cambiaron distinto para diferentes grupos. Es fundamental contar con un diagnóstico previsional actualizado.

¿La propuesta del gobierno es lo que requiere el sistema hoy, o le haría alguna modificación?

-La propuesta del gobierno está planteada en términos amplios, de aumento de la PGU y de un sistema contributivo mixto con un rol más relevante del Estado. Por lo tanto, veo espacio para que se construya un diseño definitivo a partir del diálogo (...) Desde mi punto de vista, un sistema mixto es una buena opción, porque es más resiliente y diversifica las fuentes de financiamiento de la pensión. ¿Qué cosas hay que mirar cuando se decante más en profundidad ese diseño? Hay que ponderar las capacidades financieras que tenemos, administrativas y políticas, de implementar una determinada reforma, porque un diseño que excede la capacidad que tenemos de implementarlo, es un mal diseño. También hay que estudiar en profundidad la sostenibilidad, la mirada de género, los aspectos institucionales. Por otro lado, la transición, porque las transiciones son bien complejas. A veces son más complejas de diseñar que el régimen, y duran 40 años, es casi como otra reforma.

¿Está bien lo que aprobó la Convención hasta ahora en seguridad social?

-Tiene aspectos que son muy positivos. Por ejemplo, entre las normas que aprobó el pleno hay principios como la suficiencia, la participación, la solidaridad y la sostenibilidad. Esos principios van a ayudar a que, después, el conjunto de políticas públicas se vaya desarrollando armónicamente. Por otro lado, cuando se define en los artículos aprobados que exista un sistema de seguridad social público, me parece que debiéramos entenderlo como un reconocimiento a la obligación que el Estado tiene que cumplir, pero que no va a implicar necesariamente que exista gestión estatal en todos los ámbitos, y por lo tanto, que cabe un rol complementario de los cuerpos intermedios de la seguridad social.

¿Algún tema a mejorar?

-Hay algunos aspectos que podrían seguir clarificándose. Por ejemplo, precisar que los recursos de la seguridad social van a poder financiar su administración y no solo el pago de beneficios, como está planteado. También me parece importante que se hayan rechazado algunos elementos previos, que limitaban en exceso la flexibilidad que necesita el legislador en las políticas públicas, porque derechamente no eran buenos, como los detalles que había sobre la gestión o el tipo de sistema de pensiones.

¿Hay que incluir que los fondos sean inexpropiables en la Constitución?

-No me parece que sea necesario abordar la inexpropiabilidad de los fondos de pensiones en forma específica en la Constitución. Este tema de la expropiación no ha estado presente ni en las propuestas del gobierno, ni en las propuestas de la Convención. Y no es una materia que siquiera debiésemos estar discutiendo. Pero también me parece que hay que reconocer que el tema se ha instalado, y que genera preocupación en la población, y que entraba el debate de pensiones. Y, en ese sentido, probablemente sea bueno dar certeza y ayudar a reducir la incertidumbre, porque al despejar esas preocupaciones, probablemente podemos tener después un mucho mejor debate en pensiones.

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