Sofofa y Colegio de Abogados: contra la costumbre

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Incorporación de mujeres en la primera línea, hombres comprometidos y acciones concretas; líderes que rompieron la tradición y revolucionaron culturas enquistadas; que lograron acuerdos; que trabajaron sistemáticamente. Todas herramientas claves y replicables.


Chile ha vivido en participación femenina hitos significativos en dos de las instituciones más tradicionales de nuestro país: la Sofofa y el Colegio de Abogados, fundadas en 1883 y 1869.

A pesar del peso de la tradición y lo difícil que es cambiar culturas enraizadas, no sólo por años, sino por más de un siglo, la Sofofa logró duplicar la cantidad de mujeres consejeras.

El Colegio de Abogados, por su parte, después de un siglo y medio de vida, consiguió aprobar transitoriamente un porcentaje mínimo del 40% de mujeres electas como consejeras.

Si bien las estrategias de las dos organizaciones fueron distintas -una por medio de la persuasión y la otra por cuota- tienen factores comunes que me gustaría analizar:

Primero, que en las dos instituciones, las consejeras electas anteriormente lograran impulsar cambios para abrir la puerta a más mujeres, lo que demuestra la importancia de contar con ellas en puestos de alta toma de decisiones. Segundo, que sus líderes hombres -Bernardo Larraín y Arturo Alessandri- con visión, asumieran el liderazgo y la responsabilidad, evidenciando que esto no es un tema de mujeres, sino de todos, de la sociedad. Y tercero, que se hicieran acciones sistemáticas para lograr los avances, porque de la pasividad no brota nada.

En concreto, la Sofofa renovó una cláusula transitoria de sus estatutos para permitir ser consejeras a gerentes que reportan a la gerencia general; invitó a las mujeres a postular; un grupo de consejeros buscó el apoyo; y finalmente, su presidente nombró de un total de 11, a cinco de las elegidas como miembros del Comité Ejecutivo (equivalente al directorio).

Arturo Alessandri, por su parte, una vez persuadido por la Comisión Mujeres del Colegio de Abogados, se preocupó de levantar las firmas y así los poderes necesarios para reformar los estatutos que consagró el 40%.

Incorporación de mujeres en la primera línea, hombres comprometidos y acciones concretas; líderes que rompieron la tradición y revolucionaron culturas enquistadas; que lograron acuerdos; que trabajaron sistemáticamente. Todas herramientas claves y replicables.

Si la Sofofa y el Colegio de Abogados nacidos en el Siglo XIX lograron revelarse a la costumbre e incorporar más mujeres asumiendo su responsabilidad e incidencia en la construcción de una sociedad más justa, que tu empresa no se quede atrás del Siglo XXI.

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