La infertilidad ha ido en aumento en los últimos años, afectando a un gran número de personas a nivel mundial. Según estudios, aproximadamente el 12% de las parejas en edad reproductiva, es decir, alrededor de 48.5 millones de parejas, experimentan dificultades para concebir. Y Chile no escapa de esta realidad: se estima que una de cada ocho parejas en nuestro país no puede tener hijos.
Por ello, es fundamental promover una discusión pública sobre cómo abordar esta problemática, dado que la infertilidad podría convertirse en un importante problema de salud pública impactada por un incremento en los valores e influida tanto por factores de salud como por el retraso en la paternidad y los estilos de vida modernos.
Si bien han existido avances para apoyar a parejas que no pueden concebir, como programas para aplicar técnicas de medicina reproductiva de baja complejidad (inseminación intrauterina) y alta complejidad (fecundación in vitro), esto es aún insuficiente.
Por esta razón es que desde la ciencia seguimos avanzando en buscar soluciones. Así, en nuestro país existen equipos de investigadores estudiando la respuesta inmune y cómo las células implicadas en este proceso pueden afectar negativamente la fertilidad. Además, se han logrado avances significativos en la criopreservación de espermatozoides, lo que ha permitido mejorar los protocolos disponibles en medicina reproductiva y significar una oportunidad para las parejas que buscan tener hijos.
Un ejemplo de estos avances es Vitrisperm, una tecnología de vitrificación de espermatozoides desarrollada en la Universidad de La Frontera. Esta innovadora técnica ha sido patentada en seis países y ha generado más de 30 publicaciones científicas. Además, ha sido reconocida por la Association of University Technology Managers, el principal organismo de Transferencia Tecnológica de Estados Unidos, y actualmente es utilizada por una de las empresas más destacadas de inseminación asistida en España.
Si bien queda mucho por avanzar, sabemos que la investigación de excelencia realizada en Chile puede tener un impacto positivo en la vida de millones de personas alrededor del mundo, mejorando sus opciones reproductivas y brindando esperanza a aquellos que enfrentan dificultades para concebir. Pero esto es solo un ámbito de soluciones.
Se necesita también llegar con más información educando y concientizando a la población para visibilizar el problema de la infertilidad en nuestro país, a la vez de mostrar el acceso a los tratamientos que se encuentran disponibles actualmente.
*Académica Facultad de Medicina y Co-Directora del Laboratorio de Biología y Conservación Espermática de Universidad de La Frontera.