Durante los últimos meses, el complejo de volcanes conocido como Nevados de Chillán ha hecho noticia por el aumento en la frecuencia de las explosiones producidas en su cúpula, por lo que se ha convertido en el volcán más activo del país.

Esto ha obligado a la Red Nacional de Vigilancia Volcánica, dependiente del Servicio Nacional de Geología y Minería, Sernageomin, a intensificar el monitoreo de la actividad del complejo.

Pero la historia del actual ciclo eruptivo del Nevados de Chillán se remonta a diciembre de 2015, cuando el aumento de la sismicidad interna del volcán cambiara el estado de relativa calma que primaba en el sector.

Así, Sernageomin decidió modificar el tipo de alerta que clasificaba al volcán, de verde (sin variación en su actividad) a amarilla (inestable con explosiones menores y fumarolas) y luego a naranja (una incremento de la actividad).

"A grandes rasgos, se puede hablar de tres etapas en este ciclo eruptivo. La primera se desarrolló desde enero de 2016 hasta diciembre de 2017, y consistió en la formación de un nuevo cráter en la zona noreste de lo que se conoce como el volcán Nuevo. Luego, una segunda etapa, caracterizada por el emplazamiento de un cuerpo de lava de tipo domo (material viscoso) al interior del cráter recientemente formado, con una tasa de crecimiento considerada baja y sin mayores episodios de explosivos", explica Alfonso Domeyko, jefe del Departamento Jurídico de Sernageomin.

"Finalmente, desde julio de 2018 y hasta la actualidad, la dinámica consiste en un ciclo de crecimiento y destrucción del domo, con explosiones esporádicas asociadas a destrucción parcial de la corteza del domo de lava, cuyo impacto se ha restringido a dos kilómetros en torno al cráter", agrega.

En este lapso, la cúpula del volcán ha experimentado notables cambios, caracterizados por un constante proceso de formación y destrucción del domo de lava. Así, es posible reconstruir la evolución de la actividad del macizo a través de una línea de tiempo, gracias a las imágenes que captadas por la Red de Vigilancia Volcánica de la entidad.

Volcán Nicanor

El Nevados de Chillán es un complejo volcánico conformado por una red de 15 volcanes dispuesto en una extensión aproximada de unos cinco kilómetros y agrupados en dos subcomplejos: Cerro Blanco, en el sector norte y Las Termas, en el sur. Actualmente, el ciclo eruptivo se desarrolla en el grupo más austral de la cadena montañosa y que ha estado en actividad desde el siglo pasado.

Hoy, el volcán que concentra las explosiones es el llamado Volcán Activo, o Volcán Nicanor, como se le conoce coloquialmente. Fue nombrado así en honor a Nicanor Parra, el antipoeta chileno, que nació en San Fabián de Alico, un pueblo cordillerano de la zona, y que, además, falleció en la época en que se formó el nuevo conducto.

El nombre Volcán Nicanor aún no es parte de la toponimia del país, pero desde Sernageomín indican que están trabajando para incluir el nombre en los registros oficiales.

Evolución del ciclo eruptivo

Si bien desde 2017 el complejo se ha mantenido en un ciclo constante de formación y destrucción del domo de lava en la cúspide, los escenarios futuros son inciertos.

Una alternativa -y la más probable indican en Sernageomin- es que continúe esta misma secuencia. Como indica Alfonso Domeyco, "las señales internas no muestran una clara tendencia que permita concluir que el ciclo está próximo a su fin, por lo tanto, este ciclo podría mantenerse por varios meses o años".

El experto agrega que "el registro de erupciones históricas de este complejo volcánico muestra ciclos eruptivos de varios años e incluso décadas".

Las otras alternativas que la entidad también considera son la disminución de la actividad o, por el contrario, el desarrollo de una explosión mayor.

Además del Nevados de Chillán, otros dos volcanes presentan algún tipo de actividad: el Complejo Volcánico Planchón Peteroa, en la Región del Maule y el Volcán Copahue, en la región del Biobío. Ambos tienen alerta amarilla.

No obstante, la cadena volcánica de los Andes pertenece al Círculo de Fuego del Pacífico, una de las regiones dinámicamente más inestables y activas de la Tierra. En el territorio del país, existen unos 90 volcanes potencialmente activos y de ellos, unos 60 tienen registro histórico de actividad.

Línea de tiempo

Noviembre de 2015:

Fotos: Sernageomin

El Subcomplejo Las Termas se mantenía con relativa calma antes del ciclo eruptivo actual. En diciembre de 2015 se decreta el cambio de alerta de verde a amarilla por el aumento de la sismicidad interna.

Febrero de 2016:

Las explosiones menores del Subcomplejo Las Termas originan nuevos cráteres pequeños. La primera explosión se registró el 8 de enero de 2016.

Julio de 2017:

Los cráteres pequeños se fusionan en un único cráter de mayor envergadura formando el Crácter Activo o Volcán Nicanor.

Diciembre de 2017:

Comienza la formación de un domo de lava en el cráter activo. Y el cráter Chudcún, existente desde un ciclo eruptivo anterior, desaparece producto de la actividad explosiva.

Abril de 2018:

Se registra una fase de crecimiento continuo del domo de lava y un aumento de la presión interna del sistema, con posibilidad de colapso del domo fuera del cráter activo. Sernageomin cambia a alerta naranja.

Julio de 2018:

Una explosión de magnitud moderada destruye parcialmente el domo de lava. Comienza a generarse flujos piroclásticos hacia las nacientes del río Ñuble. El flujo piroclástico se compone de una mezcla de cenizas, gases, vapor de agua, monóxido de carbono, azufre y fragmentos de roca del domo, entre otros.

Abril de 2019:

Continúa la fase de crecimiento y destrucción del domo de lava. Los fragmentos de dispersan y cubren la superficie interna del cráter activo.

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Tipos de alerta

Alerta Verde: sin variación en la actividad volcánica. Es un fenómeno habitual.

Alerta Amarilla: actividad inestable. Se observan explosiones menores, aparición de fumarolas, hay un incremento en los parámetros de monitoreo.

Alerta Naranja: hay una variación significativa de la actividad del volcán. Probable incremento de la inestabilidad del fenómeno.

Alerta Roja: es esperable el desarrollo de un evento eruptivo. Presenta una erupción mayor inminente o en curso.