Desde el 1 de enero de 2023 entró en vigencia el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), entidad que reemplazó a la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi), la cual dejó de existir tras casi 49 años desde su creación.

Esta modificación no solamente va en el nombre, pues este organismo técnico del Estado pasa a ser un servicio público, es decir, un órgano administrativo encargado de satisfacer las necesidades colectivas, de manera regular y continua.

Esta entidad, al igual que la Onemi, verá los sucesos de emergencia, como la actividad volcánica, sismos, eventos meteorológicos e incendios forestales.

¿Qué es la Senapred?

Esta nueva entidad cumple funciones parecidas a la antigua Onemi y está a cargo de planificar y coordinar los recursos públicos y privados, que están destinados para la prevención y atención de emergencias y desastres.

Además, el Senapred debe proporcionar a los ministerios, municipalidades, gobernaciones, entre otros organismos, modelos y planes de gestión permanente para prevenir y manejar emergencias, catástrofes y desastres realizados por la naturaleza o por la acción humana, con la obligación de supervisarlos.

La misión de este nuevo organismo es la responsabilidad de asesorar, coordinar, organizar, planificar y supervisar las actividades del Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Sinapred).

Esto es para reducir el riesgo de desastres, a través de la preparación, mitigación, alerta, respuesta y rehabilitación, para disminuir la pérdida de vidas, bajar los impactos económicos, efectos medioambientales y contribuir al desarrollo sostenible.

Para alertar sobre sucesos o eventos adversos, a través de su sitio web muestra diferentes alertas para mostrar la gravedad e intensidad de los hechos o incidentes.

Focos estratégicos del Senapred

La nueva entidad quiere buscar una mayor cercanía con los ciudadanos, para esto crearon tres focos para realzar esto:

  • Cultura preventiva: Senapred y Sinapred buscan educar, crear conciencia y adoptar conductas responsables en las personas con el objetivo de reducir el riesgo de desastres, la creación de los mismos y la disminución del impacto de estos sucesos.
  • Confianza y cercanía: buscan fortalecer la interacción y la comunicación con la gente, para permitir a la organización mejorar la calidad del servicio, lograr una mayor confianza en los ciudadanos, promoviendo la corresponsabilidad en bajar los riesgos de desastres.
  • Agilidad organizacional: quieren lograr una integración y optimización de los procesos de la institución, con un enfoque del uso de la tecnología e innovación.