Un volcán situado en el suroeste de Islandia entró en erupción la jornada de este lunes, después de que se registraran múltiples sismos en la zona durante los últimos meses.

El acontecimiento natural desencadenó que la lava alcanzara una gran altura, mientras que la fisura es de unos 4 kilómetros de longitud y los especialistas advierten que crece con rapidez.

Esta última se encuentra en las cercanías de la central eléctrica de Svartsengi y de una ciudad llamada Grindavík, la cual fue evacuada el mes pasado por el aumento en la actividad sísmica del sector.

Según explicaron especialistas al New York Times, la erupción se dio en uno de los peores lugares posibles del país europeo, lo que se tradujo en potenciales riesgos inmediatos tanto para Grindavík como para la central.

Fue precisamente por eso que las autoridades decidieron evacuar.

Si bien, tras sobrevolar el lugar los expertos vieron que el escenario no parecía tan grave como se había previsto inicialmente, poco después notaron que la erupción era más grande de lo que pensaban y que su flujo avanzaba progresivamente.

Uno de los vulcanólogos que participó en esa expedición fue Magnus Gudmundsson, quien explicó al citado medio que “es mayor que las anteriores en Reykjanes”.

Por su parte, la jefa del departamento de actividad volcánica de la Oficina Meteorológica de Islandia, Kristín Jonsdotti, detalló que actualmente la lava está fluyendo a 2,5 kilómetros en el norte de Grindavík.

Como se mencionaba anteriormente, dicha ciudad ya fue evacuada, por lo que se presume que no deberían haber riesgos para la población.

Sin embargo, de todas maneras se advirtió a los ciudadanos que no se acercaran, debido a los posibles peligros.

“No es un volcán turístico”, dijo el vocero del Departamento de Protección Civil, Hjordis Gudmundsdottir, quien también alertó que “el tamaño de la fisura se está expandiendo rápidamente”.

Islandia: cómo fue la erupción del volcán en las cercanías de una ciudad y una central eléctrica. Foto: Islandia.

La erupción volcánica en Islandia

A raíz de la actividad sísmica constante que se detectó desde finales de octubre, las autoridades islandesas tenían previsto desde hace semanas que ocurriría la erupción.

No obstante, no tenían considerado que esta se daría específicamente el lunes.

Aún así, después de que se registraran daños en hogares y carreteras por los terremotos previos, en noviembre declararon el estado de emergencia y evacuaron Grindavík ante la posibilidad de que explotara el volcán.

Dicha localidad islandesa tiene una población de más de 3.000 habitantes.

Desde el gobierno manifestaron en esa instancia del mes pasado que su país estaba “altamente preparado para este tipo de sucesos”.

Aquello se debe, al menos en parte, al extenso historial del territorio frente a situaciones de este calibre.

Por ejemplo, en 2010 se enfrentaron a la erupción del volcán Eyjafjallajokull, evento que generó una nube de cenizas que impidió que se realizaran vuelos en gran parte de Europa por el periodo de una semana.

En esta reciente oportunidad no ha ocurrido aquello hasta el momento. Pese a que las autoridades locales impusieron una alerta de aviación ante posibles riesgos, el Aeropuerto Internacional de Keflavik ha podido seguir operando.

Mientras tanto, los especialistas están atentos a cómo podría evolucionar esta situación actual.

Islandia: cómo fue la erupción del volcán en las cercanías de una ciudad y una central eléctrica. Foto: Islandia.