Jonathan Vázquez: "No tengo rencor con nadie"

<P>En la parte derecha de la frente de Jonathan Vásquez aún no sana la herida que le dejó el impacto contra el muro en la Estación Plaza de Maipú. Otra lesión, mucho más grave en el pulmón derecho, casi le cuesta la vida. Es uno de los sobrevivientes de la tragedia. </P>




El buen ánimo de Jonathan Vásquez Villa (20) al recibir atención médica en la pieza 322 de la Unidad de Cuidados Intensivos Quirúrgicos del Hospital San Juan de Dios se desvanece cuando recuerda lo ocurrido la tarde del domingo. A las 18.26, el ex auxiliar de la PDI Israel Huerta Céspedes (45) sacó su arma dentro del vagón 0080 poco antes de hacer ingreso a la Estación Plaza de Maipú y disparó en contra de seis personas: dos de ellas murieron y otras cuatro, incluido Jonathan, quedaron heridas.

Un proyectil calibre 9 mm le perforó el pulmón, por lo que una bomba debe drenar el líquido que se le acumula cerca de las costillas. En su muñeca derecha cuelga una pequeña imagen religiosa.

El joven recuerda que ese día su principal preocupación era llegar pronto a la casa de Ana, su polola, en la comuna de Maipú. Habían acordado ver juntos el partido de fútbol de la selección chilena frente a la escuadra venezolana. Bajo la camiseta de Colo Colo que vestía llevaba una de la "Roja" con su nombre estampado en la espalda.

"En el vagón me encontré con un caballero que iba escuchando el partido. Yo soy sociable, tengo harta comunicación (...). Ibamos escuchando la radio por el altavoz. Puso el partido y lo comentábamos", recordó.

Quien estaba a su lado era Fernando Oñate Muñoz (43), guardia del tren subterráneo que a esa hora iba a su casa después de cumplir su turno de trabajo. Oñate fue una de las dos personas que fallecieron esa tarde durante el tiroteo.

Según contó, al llegar a la Estación Del Sol, la señal de radio se perdió. Al dar vuelta la mirada, vio por primera vez a Israel Huerta. "Estaba serio, miraba para arriba y a los lados. Se apoyaba del fierro, movía las manos, iba con un bolso. Como ya quedaba poco, no le tomé mayor atención, pero miré hacia la puerta. Sentí que cargó la pistola y me disparó de los primeros".

Tras recibir el impacto de la pistola CZ, el joven corrió hasta la penúltima puerta del vagón y se escondió detrás de uno de los asientos. Desde ahí, recuerda, vio que el ex auxiliar de la PDI "siguió caminando y disparando. No sé a quién eligió, nunca disparó al aire, fue directo a matar (...). La gente le gritaba al tirador: 'Dios, por favor, apiádate'".

¿Entonces intentaron activar el freno de emergencia?

Sí. Iban a accionarlo y, gracias a Dios, no funcionó, porque al activarlo el tren se para, entonces hubiésemos quedado ahí (en el túnel) y hubiésemos muerto todos.

En el video se le ve corriendo y tomando su celular. ¿A quién llamaba?

Al ver que se bajó quise salir detrás de él, salí a pedir ayuda para la demás gente, a pesar de que yo estaba herido. Gritaba que, por favor, los ayudaran (...). Tomé el celular y, como me había llamado mi polola para saber dónde estaba, quedó registrado el número. Lo marqué, y ahí creo que choqué. De ahí no recuerdo más.

¿Qué será lo primero que hará cuando le den el alta médica?

Primero, quiero recuperarme bien, estar con mi familia, mi polola y, lo que más quiero -dice entre lágrimas-, es ir a ver a la familia del caballero con el que escuché el partido. Quiero desearle toda la fuerza a su familia. A los familiares de los que murieron, de verdad, quiero ir a visitarlos.

La esposa de Israel Huerta pidió perdón a las víctimas. ¿Cree que pueda perdonarlo?

No tengo rencor con nadie, los errores los comete uno, no tendría por qué involucrarse la familia, pero fue una cosa tan fuerte que no sé si las otras familias podrán disculparlos.

La evolución que ha registrado el joven hace pensar al equipo médico que en al menos siete días podría abandonar el hospital. Tras ello, dijo, volverá a viajar por la ciudad a bordo del Metro.

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