Muere el último testigo de los días finales de Adolf Hitler

<P>Rochus Misch fue durante cinco años el guardaespaldas, telefonista y mensajero del <B>Führer</B>, de quien sólo se separó tras su suicidio.</P>




A los 96 años falleció, este jueves, Rochus Misch, quien era el último sobreviviente de quienes presenciaron los días finales de la vida de Adolf Hitler mientras se encontraba resguardado en un búnker de Berlín. Paralelamente, en la superficie las fuerzas soviéticas avanzaban sobre la capital alemana. Era abril de 1945 y el joven sargento de las SS cumplía con la labor que se le había encomendado cinco años antes y de la cual jamás se arrepintió de haber realizado: velar personalmente por la seguridad del Führer. "Su familia estuvo con él cuando murió" en su casa del sur de Berlín tras padecer las secuelas de un reciente ataque cardíaco, comentó su agente literario Michael Stehle, según consignó la agencia Reuters.

Nacido en Alta Silesia (zona que ahora pertenece a Polonia) en 1917, Misch sirvió como guardaespaldas de Hitler durante casi toda la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), y sólo se separó de su lado cuando el líder nazi se suicidó, el 30 de abril de 1945. Aquel trabajo le fue asignado luego de que fuera herido durante la invasión a Polonia, al inicio del conflicto bélico. Previamente, había participado en la ocupación de Austria y de los Sudetes (antigua designación para una región de la actual República Checa habitada por germanoparlantes), en 1938 y 1939, respectivamente, informó el medio online International Business Report.

De acuerdo con los registros históricos, además de velar por la seguridad de Hitler, Misch era su mensajero y telefonista. "No importaba quién quisiera ver a Hitler, no importaba si era (el jefe de propaganda y más fiel colaborador Joseph) Goe-bbels (el titular de la Luftwaffe, Hermann), Goering o cualquier otra persona. Tenían que pasar por mí... independientemente de quién llamara, yo contestaba el teléfono", dijo el ex soldado de la SS en 2007 a Reuters.

"(Hitler) Era un hombre muy normal…, no puedo imaginármelo como un asesino..., es simplemente imposible… Era un jefe maravilloso", dijo Misch a la agencia AP en 2005. En esa conversación, el ex soldado también afirmó que nunca supo nada del asesinato masivo de judíos y que Hitler jamás comentó en su presencia la llamada "Solución final". Misch recordó, además, que el 22 de abril de 1945, cuando los soviéticos habían terminado de cercar Berlín, el Führer les dijo a quienes estaban en el búnker: "Esto es todo. La guerra está perdida. Todo el mundo puede irse". Pero el guardaespaldas no se fue y permaneció bajo tierra hasta que Goebbels le dijo que se marchara tras la muerte de su jefe. Al respecto, Misch dijo que cuando el último día Hitler ingresó en su despacho, "todos sabíamos lo que iba a pasar… (pero) no escuchamos nada…, no recuerdo quién abrió la puerta… Naturalmente miré (…) y vi a Hitler" muerto, y a "Eva (Braun, su esposa) en el sofá (también fallecida), mirándolo a él", agregó. Misch fue capturado por los soviéticos y pasó nueve años en una prisión en la URSS. Al ser liberado, regresó a Berlín, donde vivió hasta su muerte.

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