A un paso del top 20, con récord de premios y Turín en la mira: las hazañas que ilusionan a Nicolás Jarry en Shanghái

Nicolás Jarry buscará ante Grigor Dimitrov llegar al top 20 por primera vez en su carrera. Foto: REUTERS.

Sus cuartos de final en el Masters 1000 chino ratifican el momento de la mejor raqueta nacional, quien buscará el paso a la ronda de los cuatro mejores ante el búlgaro Grigor Dimitrov, verdugo del principal sembrado Carlos Alcaraz.



Después de un discreto 2022 en lo tenístico, Nicolás Jarry se preparó con todo para este año. Se estableció en Barcelona para realizar una larga y “brutal” pretemporada, como la definió su técnico Juan Ozón. Ahí se sometió a las órdenes del PF Toni Estalella y estuvo acompañado de su otro entrenador, César Fábregas, y de la doctora María Antonia Lizarraga. Ese momento es clave para entender todo lo que sucedió después y que hoy tiene al chileno a las puertas del top 20 tras clasificar este miércoles a los cuartos de final del Masters 1.000 de Shanghái. Ahí, además, alcanzó su mejor actuación en torneos de esta envergadura. Justo en el día de su cumpleaños 28.

Su desempeño en el certamen chino es un perfecto ejemplo de lo que ha sido este 2023 para Nico, quien ha sabido superar todos sus límites. Si bien en la segunda semana de enero llegó a estar 155, con apenas 370 puntos, de ahí en adelante todo ha sido ganancia. De hecho, en los cuatro grand slams superó lo que había logrado antes. En Australia firmó una segunda ronda; en Roland Garros llegó a octavos de final, sin haber ganando nunca ahí; mientras que en Wimbledon se despidió en tercera vuelta, al igual que en el Abierto de Estados Unidos.

“Lo que logré en los Grand Slams era lo que cualquier jugador desearía: ser consistente. Además, en Roland Garros gané tres partidos. Fue muy bueno mi resultado ahí y eso lo atribuyo a todo el trabajo que hice en estos últimos tres años; al trabajo diario. Nada específico, sino al trabajo diario de siempre empujarme; de siempre querer superarme; de siempre querer terminar el día mejor que lo que uno lo empieza; del hacerme cargo de mi vida”, explicó la mejor raqueta del país, en una reciente entrevista con El Deportivo.

“El tomar las riendas de tu vida te hace ganar confianza; te hace saber que uno puede sacar resultados; que uno tiene el poder de lograr cosas. Enfrentándose a cualquier cosa; hablando de un tema importante con la familia, con el equipo o con tus padres; enfrentándose a los miedos propios... Y todas esas pequeñas batallas te van dando confianza y más energía para ir a la siguiente. Y después uno llega a los Grand Slams, donde es todo mental, con una fuerza bastante mayor a los partidos”, apuntó el tenista que este año vio el nacimiento de su segundo hijo, Santiago, que se suma a Juan y a su esposa Laura, en esta gran aventura por el circuito.

Nicolás Jarry, su esposa Laura y su hijo mayor Juan, festejando el cumpleaños número 28 del tenista en Shanghái.

Después de ganar en forma magistral los títulos del ATP 250 de Santiago, donde tampoco había ganado algún partido, y el de Ginebra, donde había perdido muy estrechamente la final en 2019, Jarry demostró ser uno de los jugadores más poderosos en arcilla. De hecho, la estadística lo consagró entre los cinco tenistas con más triunfos en esa superficie. Sin embargo, quedaba una deuda pendiente: consolidar todo lo bueno que había en el polvo de ladrillo en la temporada de cemento del segundo semestre.

Una apuesta que paga

Unos cuartos de final en el ATP 250 de Los Cabos, la misma ronda la semana pasada en el ATP 500 de Beijing y ahora esta misma instancia en el Masters 1000 de Shanghái ponen en evidencia la notable mejoría del chileno en este tipo de canchas. Además, estos dos últimos torneos han empezado a pagar su ambiciosa apuesta de disputar solo Masters 1.000 y ATP 500 en el tramo final de la temporada, lo que le permite no solo ilusionarse con el top 20, sino que también con las Finales de la ATP en Turín. En esa carrera se ubica en el puesto 19, con 1.720 puntos (cinco veces más de lo que ganó en 2022).

Con su victoria sobre Diego Schwartzman, el pupilo de Juan Ozón se convirtió en el mejor tenista latinoamericano en el ranking mundial, desplazando al argentino Francisco Cerúndolo, pero además quedó muy cerca del top 20. Para conseguirlo sí o sí deberá derrotar al búlgaro Grigor Dimitrov (verdugo de Carlos Alcaraz y a quien derrotó en la final de Ginebra este año) y esperar que el francés Ugo Humbert no gane el torneo o que el estadounidense Sebastian Korda no avance más allá de semifinales. En el caso de que Nico consiga el título, sería 13 del orbe.

Asimismo, por su participación en China ya aseguró un premio de US$ 184.465 y 2023 se ha transformado en el año con mayores ganancias de su carrera, embolsándose sumando lo obtenido esta semana una cifra de US$ 1.639.389, superando los US$ 207.493 de la temporada anterior. Además, con lo conseguido hasta acá, logró un nuevo hito: superar los cuatro millones de dólares en premios (como mínimo, desde el lunes acumulará en su cuenta US$ 4.095.688).

El Príncipe nunca imaginó un año como este: “Yo creo que justamente por no imaginármelo me ha ido tan bien, porque he estado enfocado en intentar mejorar y darlo todo y que el resultado sea confiando más en el proceso y en todas las horas que he estado en cancha”. Motivos para soñar hay muchos y convicciones también. Nicolás Jarry lo tiene claro.

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