Caputto obra el milagro: la U gana en el Nacional y escapa de la zona de descenso

A_UNO_1100690

Con un gol de Benegas en los últimos diez minutos de partido frente a Antofagasta, los azules suman 17 puntos y respiran en la carrera por la permanencia. No ganaban en Ñuñoa desde marzo.



FICHA DEL PARTIDO

U. de Chile 1-0 Antofagasta

U. de Chile: De Paul; Rodríguez, González (29', Echeverría), Aveldaño, Beausejour; Espinoza, Moya; Ubilla, Guerra, Oroz (90', Caroca); Riquelme (66' Benegas). DT: H. Caputto.

Antofagasta: Garcés; Nieto (90'+1', Lepe), Astaburuaga, Ampuero, Peñailillo; Collao, Leyes; J. Flores (84', F. Flores), Blanco (90'+', Ballesteros), Bello; Figueroa. DT J. M. Azconzabal

Goles: 1-0, 83', Benegas convierte con la rodilla tras centro de Rodríguez y rebote en Ampuero.

Árbitro: Roberto Tobar. Amonestó a Rodríguez, Beausejour, Moya (U); Astaburuaga, Collao (A).

Estadio Nacional. 31.287 personas.

Adelanto: La Universidad de Chile celebra cuando menos lo merecía. Cuando caía en la misma actitud patológica que la inmoviliza de local en los segundos tiempos. A los 83', tras centro de Matías Rodríguez y un rebote aliado en Ampuero, Leandro Benegas se encontró con la pelota y su rodilla, sin quererlo, obró el triunfo. Celebración enardecida con una hinchada que, por muy laica que sea, ya comenzaba a desear el milagro. Hernán Caputto logra, así, lo que Alfredo Arias nunca pudo: ganar en el Estadio Nacional por el Torneo. Desde el 2 de marzo, con Frank Kudelka en la banca, que los tres puntos no se quedaban en el gramado de Ñuñoa. Caputto, en su primer partido, libera a la U del flagelo del descenso y se gana su continuidad en la banca, al menos hasta el próximo fin de semana. Omar de Felippe tendrá que seguir esperando.

Antofagasta era más. El bajón de siempre atacó a los azules en el complemento. Los Pumas disfrutaban de oportunidades que solo por detalles no lograban convertir. El mediocampo laico, tan potente en la primera mitad, se diluyó y terminó perdiendo la batalla. Eduard Bello fue el principal agente de creación y Tobias Figueroa, el referente de ataque. Antofagasta era más.

Benegas entró a los 66' para lograr lo que Riquelme no pudo como referente de área. La contratación de Arias para la segunda rueda estuvo desaparecido e incluso falló una oportunidad clara ante Garcés, que con notable manotazo despejó la pelota. Tras casi 20 minutos de esfuerzo, el ingresado atacante se presentó en el instante preciso para darle la primera victoria a la U en el Torneo Nacional desde mayo.

Caputto, en su afán por remecer lo establecido para la U en los últimos tiempos y buscar nuevas y mejores rutas al gol, hizo una serie de modificaciones en todas las líneas. Intercambió de perfil a Aveldaño y González; volvió Beausejour a la izquierda, aunque demostró estar aún falto de fútbol; doble volante de contención con Espinoza y Moya; línea de tres con Ubilla por la derecha, Guerra en el centro y Oroz por la izquierda; para dejar finalmente a Riquelme arriba.

En un principio funcionó, pese a que el primero en avisar con un cabezazo al palo fue Antofagasta, tras testazo implacable de Figueroa. Tras aquel susto, el cuadro laico empezó a dominar las acciones con Espinoza ganando el centro de la cancha, un Oroz movedizo por la izquierda, así como la aportación de Ubilla en el flanco derecho. Fue precisamente Espinoza, con un disparo a los 6', que firmó la primera gran ocasión de la U en el partido.

Los errores de Garcés en los tiros de fondo, mal aprovechados por los azules, ayudaban a darle más posesión y más peso a su ataque. Los primeros intentos de los Pumas al inicio se quedaron en eso: en intentos. Sin embargo, pese a las oportunidades, las malas decisiones de los ahora discípulos de Caputto permitieron ellos tampoco sacaran ventaja en el marcador. De esta manera, la diferencia que la U sacó en juego lentamente empezó a desaparecer.

En el segundo tiempo la U padeció de lo que ha padecido hasta ahora en el camopeonato: miedo. Antofagasta se fue arriba y por poco no celebró el gol en el Nacional. A los 52', Astaburuaga cabecea un córner y cuando la pelota se metía en la esquina apareció Moya para salvar. La U, por su parte, se valía de disparos de larga distancia y centros al área para inquietar, todo sin éxito.

Hasta el gol de Benegas. De ahí fue todo para la U. Se aferró a la victoria como un enfermo terminar se aferra a la vida. Ahora prevalecieron. Ahora vivieron para contarlo, para llorar y celebrar en la que es su casa. Lo dijo José Luis Navarrete, llorando, tras el triunfo: "Ahora comienza un nuevo ciclo para la U". Puede que sí... o puede que no.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.