El puñado de chilenos que desafía al Dakar

Pablo Quintanilla

Este sábado se inicia la segunda edición del clásico del todoterreno en Arabia, con Quintanilla y Cornejo en equipos de punta; Chaleco, otra vez en buggies; Casale incursionando en los camiones y dos quads.



Un Dakar distinto es el que parte este sábado en Arabia, país que por segundo año consecutivo recibe al clásico del todoterreno. Será diferente, porque el parque llega con escasa competencia y, en algunos casos, sin siquiera mayores entrenamientos, de acuerdo a las restricciones de cada país por el Coronavirus. De hecho, en las últimas horas se conoció la baja de siete pilotos más, la mayoría por cuenta del la pandemia.

Desde Chile, solo seis nombres aparecen entre los inscritos. Pablo Quintanilla y José Ignacio Cornejo, en motos; Francisco “Chaleco” López, en side by side; Ignacio Casale, que regresa a los camiones; y los quads de Italo Pedemonte y Giovanni Enrico.

Quintanilla, por el triunfo

Pablo Quintanilla (34), quien hizo podio en la edición 2020 (ver infografía), asegura que pese a los inconvenientes, el objetivo es la victoria. “Desde que estoy en el equipo oficial Husqvarna, por el modo profesional en que me permite enfrentar la carrera, voy al Dakar con la misma idea: dar el máximo para intentar ganarlo”.

Pablo Quintanilla

Por la pandemia este año no hubo Copa del Mundo ni tampoco el sanantonino tuvo mayores entrenamientos con la Husqvarna, aunque sí hizo dos ciclos de pruebas en Dubai, en noviembre. “Por suerte tenía todo el material en casa desde febrero pasado: motos de cross, enduro y rally, así que cuando se abrió la restricción y pude viajar al norte, hice varias semanas de navegación en Atacama y muchas horas de entrenamiento en el desierto”, cuenta Quintafondo.

Quintanilla asegura que la lesión sufrida el año pasado y que lo obligó a pasar por el quirófano es pasado. “Estoy al 100% desde hace tres meses... El doctor Pellegrini me sugirió aprovechar el confinamiento para sacar los pernos que tenía en el tobillo y quedé impecable físicamente”, cuenta.

Cornejo, crítico

El Dakar se correrá en una burbuja especial. Tan estricta es, que el piloto José Ignacio Cornejo (26) no pudo abrazar a su padre, quien forma parte de otro equipo, el de Chaleco López. “Nos hemos enterado de varios casos de Covid que se han detectado acá, por eso la preocupación, aunque uno se haya cuidado al máximo, pero lo importante es que todo el equipo está bien”. señala Cornejo hijo, tras pasar con éxito su examen PCR, este jueves. “A mi papá espero verlo en el bivouac (campamento) o en el Prólogo, antes no creo”, asegura el nortino.

“Cada año me estoy acercando más al podio”, manifiesta Cornejo sobre sus expectativas, y comenta de paso lo importante que será la nueva norma que restringe la cantidad de neumáticos durante la prueba: “Será complejo porque la medida fue impuesta para cuidar las gomas y así disminuir la velocidad para seguridad de los pilotos. Sin embargo, si uno va por el primer lugar, igual se va rápido, por lo tanto no aporta en nada a la seguridad nuestra”.

Chaleco, favorito, pero conservador

“Solo hemos tenido entrenamientos fuertes y largos en Chile como preparación para el Dakar 2021. Por tanto tenemos que trabajar la ansiedad para no cometer errores. Así que los primeros días correremos con calma, con la idea de ir de menos a más. Después del día de descanso, lucharemos por estar en el podio”.

Ese es el plan de Francisco López (45) para su tercera aventura en los side by side, los buggies que ya le dieron una victoria, en 2019, y un podio, en 2020. El curicano pasó una semana en Portugal donde conoció el vehículo que conducirá, probando la butaca, las suspensiones, los frenos y el comportamiento del vehículo.

“Fue muy importante haber probado el Can-Am, así pude corregir ciertos detalles para llegar en las mejores condiciones a Arabia Saudita. Sé que estamos como favoritos, lo cual conlleva mayor presión, pero estoy acostumbrado a ello, así que junto a Juan Pablo (Latrach) y el equipo lucharemos cada día por ser los mejores y entregarle un nuevo triunfo a Chile”, agrega Chaleco.

Casale, piloto oficial

Ignacio Casale (33) ya sabe qué es correr en camiones un Dakar. Lo hizo en 2010, en su primera incursión en la carrera, pero en condiciones muy diferentes. En esa oportunidad la tripulación era familiar y el vehículo, muy básico. Esta vez, el “Perro” conducirá un Tatra y lo hará como piloto oficial, algo que buscó durante años en las motos o quads.

“Si bien pude entrenar bastante poco, estoy viviendo un sueño, que es ser piloto oficial de un equipo, y finalmente poder concentrarte sólo en correr. Trataremos de hacer las cosas bien, con calma y utilizando a nuestro favor toda la experiencia que hemos acumulado en los Dakar anteriores, es una carrera donde hay que usar mucho la cabeza y mantener la calma”, afirma Casale.

Enrico, un sobreviviente

Dos cuatriciclos lleva el equipo Enrico Racing Team. En uno va Giovanni Enrico (33), quien sabe que estar en Arabia, en una competencia deportiva ya es un privilegio y así se lo toma. “Ha sido un año muy complicado y que estemos corriendo un Dakar me siento afortunado. Quiero hacer una carrera inteligente, cuidarme a mí y al quad, no cometer errores. Si mantengo eso bajo control creo que podremos hacer una buena carrera y ojalá terminar en top 5 y por qué no arriba del podio”, comenta.

Enrico, de paso, da una explicación para el bajo número de nacionales en la prueba. “Es complicado eso, más por la pandemia. Bajó el número en general de competidores (320). Y sumado a que el Dakar se fue de Sudamérica, es más difícil conseguir auspicio y fondos para poder estar en el Dakar. Aunque somos pocos somos buenos”, cierra Enrico.

Pedemonte, por la ruta Casale

El otro cuatriciclo en Arabia será el de Italo Pedemonte (37), quien considera que los tres títulos que ha conseguido Ignacio Casale en dakares anteriores no son una presión para el parque de chilenos. “Más que el legado de Ignacio, es siempre un ejemplo a seguir. Él tiene cuerda para rato, ahora le ofrecieron una nueva modalidad, y puede que vuelva a las cuadri. Obviamente dejó la vara muy alta para Chile, para los que desafiamos correr la misma categoría”, analiza el motociclista.

Finamente, Pedemonte reflexiona respecto de la burbuja del Dakar: no es algo nuevo. “No creo que vaya a haber tanta diferencia. Cuando comienza la carrera uno va del campamento al enlace, a la especial, y de vuelta al campamento. Uno no sale a ningún lado, excepto antes de la carrera”, dice Pedemonte.

Este año tampoco hubo paseo previo. Después de la llegada de los competidores, hicieron cuarentena en las piezas de los hoteles y tras los PCR, probaron las máquinas en un shakedown. Este sábado será la presentación oficial y el prólogo y desde el domingo, la prueba en el desierto.

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