Paula Navarro: "Quiero llegar a 2020 lista para dirigir un equipo de hombres"

PAULA NAVARRO
Foto: Rudy Muñoz

La DT, que condujo al Chago al título nacional femenino, se toma con calma un desafío que estuvo a punto de asumir este año.



Paula Navarro (45) aún está algo disfónica cuando recibe la llamada de La Tercera. La DT de Santiago Morning quedó así después de la final que ganaron a Palestino el sábado. "Hace muchos años que no despertábamos así de felices como club", asegura. Navarro valora los avances del fútbol femenino en el país. "Tiene mucho futuro, la empresa privada se está sumando. Había tres mil personas en el Nacional. Y con más difusión, tendríamos más. Se generó un ambiente muy familiar. Había muchos niños disfrutando, sin violencia, sin discriminación. Fue una fiesta. Todo eso es independiente del título, que es lindo, porque los técnicos somos evaluados por los resultados. Nadie quiere perder. Eso sirve para validarse, pero lo que se está viviendo es más potente", dice.

"Paula es la utilera, la que nos pasa plata, la que nos reta. Es todo. Y esto es de ella", dijo Yocelyn Cisternas, una de sus pupilas.

Lo escuché. Es la verdad. Yo hago todo. Ese es uno de los problemas del fútbol chileno, que los entrenadores piensan que no pueden hacer otras cosas. Es súper importante que el líder demuestre que hace de todo. No que se quede con las manos en los bolsillos. Que no menosprecie los otros trabajos. No me quejo, lo hago porque me gusta. Soy detallista. Hago que se sientan cómodas para que no haya excusas.

El título cierra el año que casi dirige a hombres.

Ha sido un año bien movido. He estado feliz, triste, enojada. Terminó bien. Los esfuerzos valieron la pena. Fue un año muy intenso. Soy una mujer luchadora, perserverante, que no me iba a dejar botar por la gente a la que no le gustara mi trabajo. Me propuse que eso no me iba a derrumbar. La vida tiene matices.

¿Por qué cree que no se dio?

Tampoco quise forzar la situación. Soy una mujer de fútbol y sé cómo funciona. Si fracasaba, no me iban a cuestionar por mi capacidad, sino porque era mujer. No era el momento. Estuve en el camarín, viví lo que significa. Ahora lo puedo decir. Para correr, hay que saber caminar y trotar. No era el momento.

¿Y qué significa?

Hay códigos distintos. Muchos piensan que andan todos desnudos y es falso. Ni en los de hombres ni en los de mujeres. Nadie anda paseando. Ellos tienen un poco más de recursos y por eso, dos o tres pares de zapatos. Las medias de una forma u otra. Se cambian camiseta limpia en el entretiempo. Escuchan música, toman mate. Son detalles.

¿Cómo fue trabajar de ayudante de Jaime García en el equipo masculino?

Jaime es muy buen profesional. Tuvo las herramientas y esto es un juego. Lamentablemente los resultados no se dieron (terminó 6º). Teníamos una Comisión de Fútbol en la que nos reuníamos constantemente. Le pude apoyar en la medida que el club me dejó. Eso me quita mucho tiempo. Por eso pude estar solo el primer semestre. Luego, don Miguel (Nasur) me mandó a dedicarme a las mujeres.

Un año después, ¿se siente preparada para dirigir a los hombres?

Siento que di todos los pasos que faltaban. Nadie en el fútbol me puede decir que no estuve en un camarín de hombres. El fútbol es de un 98 por ciento de hombres. Me faltan muchas cosas por vivir, por aprender, pero ya viví esa etapa. Mi posibilidad va a llegar, no tengo duda. Hay que tener paciencia. Tenemos un desafío muy lindo. Me tengo que operar un tobillo, tengo un tendón cortado. Me voy a enfocar en 2019, en la Libertadores y en el torneo nacional.

Y con todo lo que se dijo, ¿qué supuso al final estar en un camarín de hombres?

Hay algo super importante: que a los hombres no les gustan que los manden ni en la casa. Tienen resistencia a que exista una jefa. Pero cuando se dan cuenta de que sabe, que maneja contenido, ceden. Es importante a nivel de sociedad que los hombres se dan cuenta de que la mujeres podemos estar en cargos de poder y decidir a su nivel. Al principio es fuerte, pero cuando te conocen, se incorporan y se dan cuenta de que el género no es parámetro. Con el tiempo, los muchachos se dieron cuenta de que yo era una buena profesional, cercana a algunos, con la distancia que corresponde. Y con defectos también. Hubo mucho respeto.

El presidente dijo que ya tiene avanzado el DT para 2019 y que le comunicó que no será usted.

Es cierto. Por eso me enfocaré en los desafíos con las mujeres. Quiero llegar a 2020 lista para el desafío de dirigir a un equipo de hombres. Ojalá que se dé en un momento. Y preparar a gente que se haga cargo de las mujeres.

¿Cómo jugaría su equipo de hombres?

Igual que el de las chicas. Siempre jugamos igual, pero Palestino jugaba al contraataque. Siempre queremos tener el balón y lo tuvimos. Presionamos para recuperarlo. A veces no lo hicimos, pero es parte del juego. Siempre jugamos 4-3-1-2, que también tiene variantes. Hay momentos y momentos. Haría lo mismo.

¿Qué modelo de DT tiene?

Guardiola. Porque lo he estudiado, estuve con la gente que lo formó. Me gusta lo que propone. Sus jugadores quieren tener el balón. Y es formador, enseña. Incluso desde conceptos que parecen básicos, como ayudar en la marca, dominar dos o tres puestos. Pero las decisiones las toman las jugadoras, por más que yo grite al borde de la cancha.

¿Cuánto falta para que se deje de hablar del fútbol femenino como anecdótico?

Falta que la ANFP entienda que los clubes debemos tener herramientas para darle visibilidad y que eso nos va a ayudar a crecer. Mejores contratos, viajes. Que no solo piensen en la Selección.

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