Fredi Velásquez Ojeda
23 feb 2019 03:46 PM
"Aunque ésa es la versión antigua de la DC, la que ya no existe, jajaja. No, lo más DC que tengo es que pienso que los extremos son contraproducentes. Creo que no sale nada beneficioso de ahí, por el contrario, los países se han estancado por irse a los extremos".
El parlamentario independiente (ex PPD) dice que antes de ese lapsus, en el que se refería a la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, pasaba más bien "piola" en el Congreso, y que fue después de que se viralizara que la gente lo empezó a reconocer y saludar en la calle. Recuerda además sus años de estudiante en Francia, donde fue modelo de calzoncillos y babysitter de Marco Enríquez-Ominami. Sobre política, señala que tiene una buena evaluación del Frente Amplio y asegura que este es su último período en la Cámara de Diputados, aunque eso no implica cerrar la puerta por fuera. "No he decidido si voy a seguir en el Parlamento", dice.
"El aborto debería ser totalmente legal, es un derecho de la mujer. Si eres religioso, crees en la vida y todo ese discurso, no te hagas un aborto. Pero ¿por qué cerrarle la puerta al resto? Tengo amigas que se han hecho abortos y es una experiencia dolorosa, terrible, traumática. ¿Por qué, además, hacerlo más difícil? Es una crueldad".
Sobre las críticas a mi físico: esto es lo que hay, no más. Me dan lo mismo los comentarios. Creo que te demuestran la infelicidad de la gente que está preocupada de esas pelotudeces. ¿Qué importa cómo se vea la persona si está bien de adentro?
"Por eso no tengo Twitter. La gente ni siquiera se identifica con su nombre. Nunca en la vida se me ha acercado una persona para criticarme. Por eso creo que toda esa gente es cobarde. Creo haberme encontrado con alguno de ellos en el supermercado. Me quedó mirando y pensé: "¿Será uno de esos que critican en Twitter?".
"La vida es como un columpio: la velocidad del vuelo y cuándo se detiene la pones tú. Se me ocurrió esa frase mientras me columpiaba. Me encanta cómo corre el viento en la cara. Se te abre la niña interna que uno tiene. A ella hay que hacerle cariño".
"Fui flaco hasta los 28. Desde ahí he tenido una lucha constante con el sobrepeso. Mi peak fue cuando era subsecretario de Investigaciones y llegué a pesar 105 kilos, cuando mido 1,77 m. Hoy peso 97 kilos y estoy con una doctora que me ayuda antes de que mi señora me obligue a operarme".
"No hay relación con los otros integrantes. Fue un divorcio bastante rudo que vivimos hace 14 años. Ha habido mucha intolerancia de ellos. Las razones de esta separación son muy profundas y por el bien de la música sería bastante ridículo y populista que nos juntáramos".
"El Presidente es muy respetuoso con sus ministras Siendo que es muy exigente, es más cuidadoso en el trato y en el afecto con las mujeres. Siempre nos pregunta: ¿Cómo le ayudo? ¿Qué necesita? ¿En qué le colaboro? Cuando digo que no se pasen de listas es a las dirigentes de izquierda, que ven que cualquier cosa que diga el Presidente es una oportunidad para atacarlo".
Mi abuelo fue un inmigrante chino que llegó a trabajar a una pulpería en el norte. Tengo otros rasgos heredados. Me gustan los colores fuertes, el dorado y el rojo. También me gusta la cocina y la cultura oriental. Tengo pendiente conocer China.
Conocía a los dueños del Hotel Valdivia y un día me dicen: 'Coco, hay que inventar algo rápido, la gente está muerta de hambre'. El pollo lo vendían en todos lados. Entonces el que iba a la pieza a dejar el pollo decía: "¿Se lo dejo en el velador?".
Fue para un 19 de septiembre. Yo era chica y quería hacer una entrevista diferente. Fui súper dura en mis preguntas. Lagos me contestó mal y me trató pésimo. Me sentí mirada en menos: por ser mujer, chica e ignorante. Hice una pataleta afuera de La Moneda, me sentí ninguneada.