Arzobispado de Santiago se ofrece como "facilitador" para destrabar el conflicto del Instituto Nacional

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La Catedral Metropolitana, recinto colindante al Arzobispado de Santiago.

El concepto de "mediación" vuelve a aparecer en el horizonte de la Iglesia chilena. En conversación con La Tercera PM, el vicario para la Educación de Santiago, sacerdote Andrés Moro, señala que "la Iglesia puede ser un facilitador de diálogo si es que las partes están de acuerdo". También destaca que la institución católica ha mediado en otros conflictos, como en el diferendo limítrofe entre Chile y Argentina, de 1978, y en huelgas mapuche de la Región de La Araucanía. También considera que "faltó un poco de criterio" en la visita de ayer de los diputados de la comisión de Educación al recinto educacional.


"La Iglesia puede ser un facilitador de diálogo si es que las partes están de acuerdo". Esas son las palabras del vicario para la Educación del Arzobispado de Santiago, Andrés Moro, al ser consultado por la crisis que atraviesa el Instituto Nacional. Sin embargo, aclaró que "nosotros no vamos a salir a golpear la puerta de la alcaldía, ni del colegio, ni del Ministerio de Educación".

Ayer, en el primer día de clases luego de que la municipalidad de Santiago decidiera adelantar las vacaciones de invierno en el establecimiento, debido a los hechos de violencia registrados y la suspensión intermitente de sus clases, la tensión parecía no bajar entre los miembros de la comunidad educativa.

Si bien el alcalde Felipe Alessandri los calificó como "incidentes aislados", lo cierto es que la jornada fue ajetreada. Los apoderados criticaron la idea esbozada por Alessandri, de cerrar el recinto; la intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar, acusó una supuesta amenaza de muerte al edil por parte de una cuenta de redes sociales que correspondería al presidente del Centro de Alumnos; y durante la visita de los miembros de Educación de la Cámara, los parlamentarios de Chile Vamos fueron recibidos en el exterior con golpes y hasta le arrojaron un café al diputado Luis Pardo (RN).

Para Moro, "el Instituto Nacional es el reflejo de una cultura instalada en nuestro país, en la cual lamentablemente distintas personas, instituciones o grupos consideran que la violencia es una forma de plantear sus legítimas reivindicaciones".

Respecto de la visita de los diputados al colegio, el sacerdote cree que "faltó un poco de criterio (…) Hay que preguntarse si era prudente ir en el primer día de clases", señaló. También, manifestó que "hay opiniones de las distintas partes que le han puesto parafina al incendio, más que agua para apagarlo".

Mediadora

La situación del Liceo A-0  ha preocupado a la Iglesia. La misma que antaño, y de hecho hace no mucho, solía tener relevancia en la discusión pública y era considerada un actor legítimo para ayudar a resolver grandes conflictos.

"Muchas otras veces, a lo largo de la historia de los últimos 20 años, la Iglesia ha sido un facilitador de diálogo, como cuando en diciembre de 1978 entre Chile y Argentina hubo un peligro de guerra se le pidió justamente al Vaticano mediar y facilitar en este conflicto", destacó Moro.

El vicario también recordó "cuando hace años hubo un serio conflicto en la Región del Biobío, con los contratistas de las empresas forestales, también hubo diálogo".

Otra instancia en la que apareció un sacerdote  para mediar fue en la huelga de hambre de septiembre de 2017, protagonizada por Alfredo Tralcal y los hermanos Pablo, Ariel y Benito Trangol, quienes cuestionaban su prisión preventiva, en medio de la investigación a un atentado incendiario a un templo evangélico en La Araucanía. Allí fue el jesuita Felipe Berríos quien viajó a la región.

Sin embargo, en los últimos meses la presencia de la institución religiosa en el debate se vio disminuida. Algunos lo atribuyen tanto a la crisis por la que atraviesa -marcada por los casos de abusos a menores- como también a la creciente baja en el número de adherentes a la religión católica.

Julio Pozo, vocero de la Fundación Voces Católicas, recuerda que la última vez que la Iglesia medió "formalmente" en 2007, cuando el entonces Arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati, actuó como "facilitador" en un conflicto entre trabajadores forestales de Bosques Arauco y la empresa.

También destacó la participación de la Iglesia en el tema indígena y en la solución de conflictos laborales.

Para Marcial Sánchez, historiador experto en Iglesia Católica, "con el descrédito que ha tenido la Iglesia, tiene que tener capacidad para poder mediar. Hoy esto se ha perdido. Tal vez, primero debe resolver sus problemas internos".

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