Diálogos de ReConstitución con Ángela Vivanco, ministra de la Corte Suprema: “El rol subsidiario del Estado no se ha entendido bien a lo largo del tiempo”

La ministra del máximo tribunal abordó en esta entrevista la independencia del Poder Judicial y su relación con los demás poderes del Estado, la acusación constitucional contra la jueza Silvana Donoso y el proceso constituyente en curso.


“Los grandes temas o principios que tendrían que estar respecto del Poder Judicial, uno sin duda es la independencia del Poder Judicial porque si los jueces no son independientes, la estructura se cae, porque los que hacen justicia están filtrados por intereses de otros poderes. De otra manera, lo que se logra es algo más acomodaticio que no es lo que va a resolver los problemas de las personas”.

De esta manera la ministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco abordó la pregunta respecto al rol y facultades del Poder Judicial dentro de una Constitución. Vivanco, ministra de la Tercera Sala del máximo tribunal y doctora en Derecho, participó este miércoles en el ciclo de diálogos de ReConstitución, un especial de Conversaciones LT.

Uno de los temas contingentes al que se refirió la autoridad fue la acusación constitucional contra la jueza de la Corte de Apelaciones Silvana Donoso. La ministra indicó que le parece correcto que el Congreso disponga de este tipo de facultades, pero señaló que cuando fue junto al presidente de la Corte Suprema al Congreso señalaron no estar de acuerdos con el uso de esta atribución en este caso particular. “Nosotros reconocemos expresamente la atribución que tiene la Cámara para acusar constitucionalmente a los magistrados de los tribunales superiores de justicia, que no está en duda(...) en este caso no se configuraba un notable abandono de deberes, que es la única causal que se le puede aplicar a los magistrados respecto a la Constitución”.

Dejando de lado lo que atañe directamente al Poder Judicial y más con el proceso constituyente, Vivanco dio su mirada al llamado estado Subsidiario, que sectores ligados a la centroizquierda acusan de que se transformó así el Estado con la Constitución de 1980.

La ministra Vivanco, quien además de ministra es experta en Derecho Constitucional, opinó que “el rol subsidiario del Estado no se ha entendido bien a lo largo en el tiempo. Si uno se fija en lo que dice la Constitución del 80, lo que dice es que se reconoce la adecuada autonomía a los grupos intermedios, respecto de los cuales se estructura y se organiza la sociedad. Y en consecuencia, el rol subsidiario del Estado, originalmente pensado en la Constitución original, tenía que ver con que el Estado no se superponga a las iniciativas privadas, sino que permita a los privados asociarse, actuar, desarrollarse libremente, incluso a competir de una manera sana en diversas actividades”.

Para Vivanco “eso terminó transformándose o interpretándose con que el Estado tenía que ser un observador de los procesos, y tenía que participar lo menos posible, y que todo el asunto quedara entre los particulares, lo cual no es la idea de lo que originalmente se tuvo”.

En este punto, concluyó que “el Estado es necesariamente un gran regulador y revisor de los procesos, particularmente en los procesos en que privados están ejerciendo funciones que impliquen la prestación de servicios públicos (...) por ejemplo, la prestación de salud”.

A la autoridad le pareció relevante destacar el concepto de solidaridad, concepto que a su juicio no está bien desarrollado en la actual Carta Fundamental. “La solidaridad, o sea que que es lo que le corresponde hacer al Estado, que nos corresponde hacer a la sociedad civil respecto de las personas. Porque la sociedad civil a veces se mira como una especie de conjunto de individuos que cada uno vive a su modo de entender, que es totalmente atomizado y dividido entre sí. Entonces, la sociedad civil también tiene algo que decir en el respeto del derecho de las personas, en la protección de las personas, e incluso en instancias colaborativas (...) eso es lo que indica que además de ser un país democrático, que a mi me parece siempre importante destacar, también somos un país con vocación de humanidad”.

La magistrada dio una mirada optimista sobre el proceso constituyente y el plebiscito de octubre. “Hay una voluntad democrática en este tema y que la ciudadanía se pronuncie en el proceso que es un proceso que está ordenado constitucionalmente y que se han tomado también acuerdos políticos, creo que es muy importante (...) hay una presión y expectativas y nerviosismo con respecto a esto, pero creo que no vamos a llegar a ninguna situación extrema”.

En ese contexto recordó en forma crítica el proceso realizado durante la administración de Michelle Bachelet. Para Vivanco éste último, “surgió un proyecto constitucional que no tenía, necesariamente, un enlace con todo eso que se había manifestado en los cabildos, y que además era un proyecto muy parecido a la Constitución actual, pero con algunos cambios. Entonces no siguió el camino que en su momento se pensaba y creo que hubo una disociación entre el resultado y lo que se conversó en los cabildos o las expectativas que esos cabildos generaron”.

“Me parece que este proceso de ahora tiene diferencias partiendo de un importante acuerdo político. En segundo lugar, hay un trazado constitucional de qué es lo que se va a hacer, cómo se va a resolver un resultado o el otro; no es un tema que se deje así a la aventura”, agregó.

Frente a la pregunta de cuáles deben ser los mínimos que debe tener una Constitución, señaló de relevancia la separación de los poderes y que el Estado sea democrático. Agregó que “un mínimo que tiene que estar siempre y que prácticamente va amarrado con el concepto mismo de Constitución es que hay un capítulo fuerte, poderoso e importante de derechos fundamentales de las personas”.

En este punto se refirió a los derechos sociales: “Tenemos la salud, la previsión social, la educación por decir algunos, pero el punto es cómo están desarrollados esos derechos, porque a veces los enunciados se quedan un poco cortos o no van a las problemáticas que hay detrás de esos derechos que, a veces, son harto más complejas”.

Como ejemplo expuso el trabajo que se realiza en el máximo tribunal. “Hay un montón de casos que nos llegan a nosotros a las cortes sobre personas que solicitan que se les cautele el recibir medicamentos en el caso de enfermedades raras y de medicamentos de alto costo. Esas personas para poder llegar con la medida del recurso de protección tienen que invocar ó el derecho a la vida ó la igualdad ante la ley porque ante el derecho de la protección de la salud no pueden entrar propiamente porque está muy acotado solo a la libre elección del sistema”.

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