Econciencia: Reciclar vidrio

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Sábado 10 de junio de 2017, edición N°735




El vidrio es un material inorgánico duro, frágil, transparente y amorfo que se encuentra en la naturaleza, aunque también puede ser producido por el ser humano. El vidrio artificial se usa para hacer ventanas, lentes, botellas y una gran variedad de productos. El vidrio se obtiene a unos 1.500 °C a partir de arena de sílice (SiO₂), carbonato de sodio (Na₂CO₃) y caliza (CaCO₃) y con mucha energía. El término 'cristal' es utilizado muy frecuentemente como sinónimo de vidrio, aunque no es correcto en el ámbito científico debido a que el vidrio es un sólido amorfo (sus moléculas están dispuestas de forma irregular) y no como un sólido cristalino.

El vidrio es un material completamente reciclable y, más aun, no hay límite en la cantidad de veces que puede ser reprocesado, algo que no pasa, por ejemplo, en el reciclaje del papel.

Al reciclarlo no se pierden las propiedades y se puede ahorrar una cantidad de energía de alrededor del 30% con respecto al vidrio nuevo, de aquí la importancia de su recuperación (no es tanto por el material en sí; en el ahorro de la energía está lo valioso), además este reciclaje permite reducir la cantidad de residuos destinados a vertederos, lo que supone un ahorro de volumen. Para su adecuado reciclaje el vidrio es separado y clasificado según su tipo, el cual por lo común está asociado a su color, una clasificación general es la que divide los vidrios generalmente en tres grupos: verde, ámbar o café y transparente. El proceso de reciclado después de la clasificación del vidrio requiere que todo material ajeno sea separado, como son tapas metálicas, plásticas y etiquetas, luego el vidrio es triturado y fundido junto con arena, hidróxido de sodio y caliza para fabricar nuevos productos que tendrán idénticas propiedades con respecto al vidrio fabricado directamente de los recursos naturales.

En ciertos casos el vidrio puede ser reutilizado, antes que reciclado. No se funde, sino que se vuelve a utilizar únicamente lavándolo (en el caso de muchos de los recipientes). En acristalamientos, ventanas, también se puede aprovechar el vidrio cortándolo nuevamente (siempre que se necesite una unidad más pequeña).

Lo que más se recicla son envases como: botellas de bebidas, vinos y licores, más los frascos de perfumes y medicamentos. Lo que no se recibe frecuentemente para este fin son: vidrio de parabrisas, espejos, ampolletas, tubos fluorescentes, loza, pyrex, ni cristales o vidrio plano. Todos estos constituyen un problema; aquí las empresas fabricantes debieran hacerse cargo de su 'reubicación ambiental.

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