La misión Apolo habría traído una de las rocas más antiguas de la Tierra desde la Luna

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Un re-análisis de los materiales lunares recogidos por Apolo 14 identificó lo que sería un pedazo de la Tierra de 4 mil millones de años de antigüedad.


Un nuevo estudio publicado esta semana en Earth and Planetary Science Letters plantea que un fragmento de roca encontrado en la muestra lunar número 14321, más conocida como Big Bertha, sería de origen terrestre.

Esta muestra lunar, de menos de un kilogramo, fue recolectada por los astronautas de la NASA Alan Shepard y Edgar Mitchell en 1971 en el marco de la misión Apolo 14 y recientemente fue sometida a un re-análisis en el Centro para la Ciencia y Exploración Lunar (CLSE) de la NASA.

Según explicó a Gizmodo Katie Robinson, becaria postdoctoral del CLSE y coautora del nuevo estudio, durante mucho tiempo se sabía que esta roca contenía algo inusual, pero recién ahora se pudo establecer una hipótesis sobre esta anomalía.

Resulta que Big Bertha tenía incrustado un pequeño fragmento de roca, de unos dos gramos de masa aproximadamente. En dicho fragmento se encontró cuarzo, feldespato y circón. Todos minerales comunes en la Tierra pero que son difíciles de encontrar en la Luna.

Esto motivó a los investigadores a realizar un análisis químico de la muestra que concluyó que esta se había formado en un ambiente alto en oxígeno y con temperaturas similares a las de la Tierra. Por lo tanto las sospechas resultaron evidentes: la roca sería de origen terrestre.

"Lo que hicimos fue usar la composición de minerales en el fragmento para mostrar que se formó en condiciones que solo ocurren en la Tierra", explicó Robinson. "Por ejemplo, la composición de ciertos minerales es sensible a la temperatura y la presión; contienen más o menos de varios elementos si cristalizan en ambientes cálidos o fríos, y/o profundos o poco profundos. Otros minerales pueden indicar si la roca se formó en presencia de gran cantidad de oxígeno o en un ambiente muy pobre en oxígeno".

"Nuestros datos muestran que este fragmento se formó en un entorno de mayor presión, con una mayor cantidad de oxígeno y  una menor temperatura que lo que se produce en la Luna. Esencialmente, tenía que venir de un entorno similar a la Tierra", añadió.

Y obviamente el entorno similar a la Tierra más cercano a la Luna es la propia Tierra.

Pero ¿Cómo es posible que una roca haya llegado desde la Tierra a la Luna?

Los autores principales del estudio, Jeremy Bellucci del Museo Sueco de Historia Natural y Alexander Nemchin de la Universidad Curtin en Australia, aseguran que esta roca viajó hasta el satélite natural durante el eón Hádico.

El eón Hádico fue un período en el que la Tierra era golpeada regularmente por grandes objetos. Estos impactos no solo producían regularmente cráteres de miles de kilómetros de diámetro, sino que también expulsaban material de nuestro planeta en formación.

Así, los investigadores plantean que en ese período, por la colisión de un objeto, este ancestral fragmento de la Tierra habría llegado hasta la Luna donde permaneció millones de años hasta que la misión Apolo 14 lo trajo a la Tierra.

En ese sentido, uno de los aspectos más fascinantes de este descubrimiento sería la edad de la roca. De acuerdo al estudio, este fragmento tendría aproximadamente 4 mil millones de años, lo que, si se comprueba su origen terrestre, lo convertiría en una de las muestras más antiguas que se tenga registro.

Pero no sería la roca más antigua, ya que esa corona le pertenece a las circonitas de entre 4.4 y 4,3 mil millones de años encontradas en el oeste de Australia.

Si bien, el origen terrestre de este fragmento de Big Bertha es la principal hipótesis del estudio, la investigación también plantea la posibilidad que que se haya formado al interior de la Luna. Algo que sería menos probable pero invita a seguir indagando en este hallazgo.

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