Bar Santiago, la opción para despeinar BordeRío

La nueva apuesta que se encuentra en el reconocido polo gastronómico de la capital se estrenó hace solo unas semanas. La "schopería cuica", como le dice su dueño, es una apuesta que busca atraer y reunir a grupos de amigos en un ambiente grato y jovial, destacando por una oferta tradicional con precios más accesibles




El tradicional polo gastronómico de BordeRío, en la comuna de Vitacura, es una zona reconocida por la elegancia de sus restaurantes y la alta cocina, todo en un ambiente ideal para disfrutar en familia cuando el tema costo no es un inconveniente. Sin embargo, desde el 5 de septiembre un nuevo actor se instaló, despeinando un poco el estilo y abriendo una alternativa a un mayor rango de bolsillos.

Se trata del Bar Santiago, nombre que algunos reconocerán por locales en el centro de Santiago (Portugal esquina Alameda y otro a pasos del metro Los Héroes). El dueño es Santiago Santos, empresario de 45 años, un amante de la Fórmula 1 y los autos, quien tiene más de dos décadas de experiencia en el rubro.

Santiago nos comenta que con el estallido social el negocio se le complicó de sobremanera y que todavía no sabe qué pasara con sus otras instalaciones. Pero, a pesar del negro panorama, no se permite sucumbir y así llegó a la idea de abrir este local en BordeRío, con el mismo estilo de las fuentes de soda o schoperías que maneja en el centro de la ciudad. Eso sí, no fue fácil que le aceptaran el estilo de bar que deseaba imponer, radicalmente opuesto a lo que existía, aunque al final todo se solucionó de manera positiva.

Pero si el estilo causaba ruido, más complejo era el momento de aventurarse. Pero dicen los entendidos que en las crisis es cuando surgen las mejores oportunidades. Algo así ocurrió en este caso, cuando la ciudad estaba confinada y el mundo gastronómico derrumbándose, se atrevió con una apuesta que no se caracterizaba por ir a la segura. “Me decían ‘para’, y yo ya estaba con los trabajos avanzando. En ese sentido, le hago caso a mi signo Capricornio y si la cabra va para el cerro, no la para nadie. Había que avanzar, yo de verdad sentía que más de seis meses no estaría parada la ciudad y que máximo en septiembre se empezaría a volver lentamente a la normalidad. Creo que no hay que tenerle miedo a la vida”, explica Santiago.

Así surgió el nuevo Bar Santiago de BordeRío. Al comienzo se fue moviendo con entrega vía delivery y desde que se puede recibir personas en la terraza con una apuesta enfocada a grupos de amigos que desean pasar un momento ameno, divertido, donde se transmiten partidos de fútbol y todo acompañado por clásicos productos como completos, pizzas y sándwichs.

“La idea es que las personas se sientan bien, que disfruten, que la comida sea buena. Acá nadie les irá a dejar la cuenta, no estaremos levantando mesas para que se vayan. El cliente debe sentirse a gusto, eso es lo más importante”, precisa Santiago.

En la carta, los productos que tienen más salida son las pizzas, las que además llevan nombres de autos italianos, como Cinquecento, Enzo, Testarossa, Diablo, Levante o Giulia (precios entre $ 6.900 y $ 9.500). Ahora, sí se buscan otras opciones, el tártaro de atún ($ 8.000), las machas a la parmesana ($ 11.000) o la chorrillana pituca ( $ 12.000) pueden ser una buena alternativa, aunque la especialidad de la casa es la mechada italiana en pan de ciabatta que preparan en el mismo lugar.

Tenía en este mismo lugar un restaurante de comida española hace cinco años, lo tenía con otro socio. Yo no estaba muy pendiente, estaba más atento a los locales del centro y a una empresa de fabricación de hielo. Cuando lo compramos yo tenía la idea de hacer más del tipo tapeo, con más ambiente, pero se hizo un restaurante más clásico. Yo en ese tiempo veía el Balbona, que pasaba lleno, no me gustan los bares de moda, donde se crece, pero la caída es tremenda. A mí me gustan negocios más estables, pero ese ambiente no me gustaba.

“En un par de años nos hicimos dueños del Apero y llegamos al punto en que separamos aguas. Yo me quedé con este y le pedí a la administradora que no perdiera plata. Pero eso tampoco pasaba, teníamos números rojitos, no mucho, pero por un tema de orgullo dije que debía hacerme cargo. Y así empieza la idea de traernos Bar Santiago”.

Pero si el estilo causaba ruido, más complejo era el momento de aventurarse. Pero dicen los entendidos que en las crisis es cuando surgen las mejores oportunidades.

Algo así ocurrió en este caso, cuando la ciudad estaba confinada y el mundo gastronómico derrumbándose. “Me decían ‘para’, y yo ya estaba con los trabajos avanzando. En ese sentido, le hago caso a mi signo Capricornio, y si la cabra va para el cerro, no la para nadie. Había que avanzar, yo de verdad sentía que más de seis meses no estaría parada la ciudad y que máximo en septiembre se empezaría a volver lentamente a la normalidad. Creo que no hay que tenerle miedo a la vida”, explica Santiago.

Así surgió el nuevo Bar Santiago de BordeRío (@barsantiago_restaurante). Al comienzo se fue moviendo vía delivery y desde que se puede recibir personas en la terraza, con una apuesta más enfocada a grupos de amigos que desean pasar un momento ameno, divertido, donde se pueda compartir y reír sin preocuparse del resto, donde se transmiten partidos de fútbol y todo acompañado por clásicos productos que van desde completos a pizzas y sándwichs.

“La idea es que las personas se sientan bien, que disfruten, que la comida sea buena. Acá nadie les irá a dejar la cuenta, no estaremos levantando mesas para que se vayan. El cliente debe sentirse a gusto, eso es lo más importante”, precisa Santiago. En la carta, los productos que tienen más salida son las pizzas, las que llevan nombres de autos italianos, como Cinquecento, Enzo, Testarossa, Diablo, Levante o Giulia (precios entre $ 6.900 y $ 9.500).

Ahora, sí se buscan otras opciones, el tártaro de atún ($ 8.000), las machas a la parmesana ($ 11.000) o la chorrillana pituca ($ 12.000) pueden ser una gran alternativa, acompañado por cerveza o una jarra de sangría, aunque la especialidad de la casa es la mechada italiana en pan de ciabatta que preparan en el mismo lugar ($ 6.600).

Una atractiva alternativa para ir a disfrutar en grupos de amigos, en un ambiente relajado que pocas veces se encuentra en BordeRío.

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