Canal de Suez: La crisis de oriente golpea la cadena de suministro automotriz europeo

Canal de Suez | Foto: AP

Continuos ataques a barcos comerciales han ocasionado cambios en las rutas marítimas de los barcos que transitan entre Europa y Asia.




En medio de los recientes conflictos en el Mar Rojo protagonizados por un grupo rebelde yemení -también conocido como Ansar Allah-, las principales firmas automotrices enfrentan severas complicaciones en su producción. Estos rebeldes han dirigido sus ataques a embarcaciones comerciales, especialmente aquellas vinculadas a empresas israelíes, generando consecuencias significativas para la industria global del automóvil.

Las tensiones han llevado a un drástico cambio en las rutas marítimas, especialmente en la transitada vía del Canal de Suez, que representa el 12% del tráfico marítimo mundial. Las embarcaciones ahora evitan esta ruta, optando por rodear África por el Cabo de Buena Esperanza. Esta alteración implica un aumento sustancial en los tiempos de recorrido, añadiendo entre 10 y 14 días adicionales, así como un incremento notable en los costos de combustible, estimado en alrededor de un millón de dólares extra.

En respuesta a esta situación, empresas automotrices de renombre ya han anunciado medidas significativas. Tesla, por ejemplo, ha suspendido temporalmente la producción en su Gigafactoría de Berlín, Alemania, debido a la escasez de piezas y componentes. Este paro afecta directamente al Model Y, su modelo eléctrico más vendido a nivel mundial. Geely también ha comunicado retrasos en las entregas y paralizaciones en su cadena productiva.

XC40 Recharge

Volvo, cuya planta en Gante, Bélgica, produce modelos clave como el XC40 y el C40, ha detenido la producción durante algunos días. La empresa atribuye este inconveniente a las “rutas marítimas ajustadas” que han retrasado la entrega de transmisiones, consecuencia directa de la necesidad de desviar los buques de carga para evitar la violencia en el Mar Rojo.

Suzuki se suma a la lista de afectados, suspendiendo temporalmente la producción en Hungría, donde fabrica modelos como Vitara o S-Cross, debido a las interrupciones en la cadena de suministro causadas por los ataques en la región. Mientras tanto, cuatro plantas en España del fabricante de neumáticos Michelin también han detenido su producción.

La compañía naviera Maersk, ha expresado su preocupación y pesimismo al pronosticar que este cambio en la ruta comercial se prolongará en el futuro próximo. Además, se ha registrado un aumento significativo en las tarifas de transportación. La incertidumbre persiste en el panorama global de la producción automotriz a medida que los conflictos en el Mar Rojo continúan afectando las operaciones y la cadena de suministro a nivel internacional.

Con respecto a las incidencias que esta situación pueda generar para el mercado chileno, Daniel Nunez, gerente de operaciones de ANAC señala que “Los ataques a embarcaciones en el Mar Rojo sumado a los problemas del Canal de Panamá están afectando a la industria naviera mundial y por ende a la industria automotriz, tanto en materia de suministro de componentes, como transporte de vehículos, generando un efecto logístico mundial, que tendrá efectos en Chile, debido a la escasez de embarcaciones y al mayor costo del transporte”.

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