#VíaInclusiva | Violencia económica: la más naturalizada de todas las formas de abuso contra la mujer

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Un grupo de mujeres exige urgente aplicación del brazalete electrónico en condenados y acusados de violencia intrafamiliar para proteger a mujeres de posibles femicidios. Foto: Agencia Uno

Según la Fundación para la Promoción y Desarrollo de la Mujer (PRODEMU), la autonomía económica es un factor clave para que las mujeres víctimas de violencia doméstica puedan librarse de ella.


En el marco de la semana contra la violencia hacia la mujer, PRODEMU -que es parte de la red de fundaciones de la Presidencia de la República- se puso como objetivo visibilizar la violencia económica que afecta cotidianamente a las mujeres chilenas. 

"En PRODEMU queremos relevar y visibilizar la violencia económica contra las mujeres, porque es la más naturalizada de todas las formas de violencia, una violencia doméstica y que no se denuncia sino más bien se acepta", explicó la Directora Nacional de PRODEMU, Paola Diez.

La violencia económica se define como el control en la entrega del dinero necesario para la mantención personal y/o de las hijas o hijos, o de otras personas que integran el núcleo familiar. También constituye violencia económica impedir a través de presiones que la mujer ingrese al mercado laboral o cuando un "otro" se apropia del dinero que ganó la mujer con su trabajo, así como la negación, condicionamiento o extorción de los recursos económicos.

En el ámbito público, cuando se habla de brechas salariales, de las diferencias en los planes de salud en las isapres y de las barreras para acceder a créditos bancarios, también se trata de violencia económica.

"En el gobierno de mi marido Sebastián Piñera, tenemos un gran desafío, lograr una sociedad con plena igualdad de dignidad, derechos y deberes y oportunidades entre las mujeres y los hombres y una sociedad con tolerancia 0 contra todo tipo de violencia" , agregó la Primera Dama Cecilia Morel, Presidenta de Fundación PRODEMU.

Datos de la última encuesta Casen revelaron que el 75% de las personas mayores de 15 años sin ingresos autónomos propios son mujeres.  Por otro lado, el 65% de las mujeres de entre 25 y 59 años que está fuera del mercado laboral esgrime como principal causa que sus responsabilidades familiares se lo impiden. En los hombres esta razón no alcanza el 5%.

Potenciar la autonomía económica, definida como la capacidad que tienen las mujeres de ser proveedoras de su propio sustento, así como de las personas que de ellas dependen, y decidir cuál es la mejor forma de hacerlo, se considera un factor clave para que las mujeres víctimas de violencia doméstica puedan librarse de ella.

Al respecto, la Directora Nacional de la Fundación, Paola Diez señala que "en PRODEMU promovemos el emprendimiento para avanzar en la autonomía económica que es una forma de prevenir la violencia, ya que a medida que las mujeres tienen recursos propios pueden ir rompiendo patrones de violencia al interior de su hogar, abriendo los espacios para poder tomar decisiones y construir su proyecto de vida".

Al observar los datos de participación de las áreas de intervención (Promoción y Desarrollo y Autonomía Económica) de PRODEMU, sólo un 8,1% de las mujeres declara "trabajar de manera permanente", cifra que aumenta a un 32,8% en los casos de trabajo permanente por cuenta propia. Por este motivo, la Fundación se enfoca en acciones de emprendimiento, logrando intervenir a 8.398 mujeres en talleres como  ferias de emprendimiento, redes de comercialización y encuentro de mujeres emprendedoras bajo el programa "Mejorando Mi Negocio".

La Directora Paola Diez señala que "el mayor aporte de PRODEMU, presente en todo Chile a través de 16 Direcciones Regionales, 56 Direcciones Provinciales y con más de 500 trabajadores, es la mirada territorial hacia la cultura de la violencia. Al problematizar colectivamente la violencia, las mujeres logran dimensionar que lo que les ocurre no les ocurre sólo a ella, ni por ser ellas, por ser mala esposa o mala madre. Sacándola del lugar individual se puede contextualizar que la violencia contra las mujeres es algo cultural y estructural, pero que no es natural y se puede superar".

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