Análisis de la expresión corporal en el debate de la Alianza: contención en Allamand y apasionamiento en Longueira

Con mínimas confrontaciones y pocas diferencias en sus discursos, los contendores de RN y de la UDI tampoco lograron aprovechar la instancia televisiva para generar empatía con el público, dejando al programa último en sintonía.




Este jueves se vivió el segundo de los debates previo a las primarias del 30 de junio. Esta vez fue el turno de los precandidatos de la Alianza, Andrés Allamand (RN) y Pablo Longueira (UDI), quienes llegaron a Canal 13, en transmisión conjunta con CNN Chile, para convencer a su electorado y lograr un cupo para las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

Sin embargo, a las críticas sobre la poca confrontación de ideas y un aire más conciliador, se suma el análisis de los expertos en comunicación política y expresión corporal, quienes son lapidarios. "Un debate demasiado relajado y distendido", señala Claudio Ramírez, consultor y gerente de CR Comunicaciones.

A pesar de eso y comparado al debate del pacto Nueva Mayoría transmitido el lunes pasado, "el primero fue mejor programa televisivo", señala Laureano Checa, académico del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile.

"Se dio más espacio a la expresión corporal. Tengo entendido que en el otro, Michelle Bachelet pidió que fuera sentados por un tema de altura. Estar sentados quita intensidad, estás inmóvil, hay mas pasión y compromiso de pie", explica Gonzalo Miller, profesor de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo.

"Estar de pie ayuda a hablar mas a la cámara. (Andrés) Velasco fue el mejor en desempeño televisivo la vez pasada y ayer intentaron hacer un poco eso", analiza Múller. Aunque para Lorena Antezana, profesora del magíster en Comunicación Política de la U. de Chile, "ninguno de los dos es tan cercano a la gente, saben que no son sus fortalezas. No son carismáticos y en eso no podían competir mucho".

El debate logró una sintonía de

, siete puntos menos que lo obtenido por el primero de ellos el lunes pasado, quedando en cuarto lugar en su horario.


Pablo Longueira: apasionado y menos preparado

Sobre la participación de Pablo Longueira, los expertos coinciden en su expresión apasionada, pero al mismo tiempo, ansiosa, llegando incluso a reflejar menos preparación. "Longueira es más intenso, Allamand estaba en más control", señala Müller, aunque el precandidato UDI "a ratos se vio un poco más ansioso".

Para el consultor Claudio Ramírez, "Longueira partió el debate muy dubitativo, un poco nervioso: se tomaba con las dos manos del podio, mientras que Allamand estaba con una mano en el podio y con la otra puntualizando lo que decía".

Además, a juicio del profesor de comunicación de la Universidad de Chile, Laureano Checa,  "Longueira hacía ciertas pausa y silencios que se hicieron incómodos".

Otro punto que destaca el académico Gonzalo Müller es el uso de la repetición de conceptos usada por Longueira. "Como todo concepto político generó un efecto importante, centró el debate", señala, recordando la idea sobre la 'centroderecha popular', repetida en numerosas ocasiones por Longueira al finalizar el debate. "Es de lo que te quedas hablando, ese concepto quedó instalado y generó discusión", interpreta Müller.

Para la académica de la Universidad de Chile, Lorena Antezana, "Longueira era bastante menos cuidados, estaba un poco menos preparado y más confiado sobre lo que estaba haciendo ahí, más apasionado y hasta soberbio", analiza. A pesar de eso,  reconoce que "el que parecía más cómodo en el formato corporalmente era Longueira. Allamand se veía más empaquetado".

Andrés Allamand: enfático pero robotizado

Sobre el desempeño de Andrés Allamand, las impresiones de los expertos son concluyentes: de más a menos. "Al inicio, Allamand manejaba más a quién le estaba hablando: miraba a la cámara y trató de no irse en contra de otros para no generar un anticuerpo", señala Antezana. "El sabía desde el principio que su objetivo no eran los periodistas, que ellos no eran su prueba. Longueira hizo el cambio después", analiza la experta, concluyendo que "Allamand aprovechó mucho mejor esa instancia".

Para Claudio Ramírez, "Allamand estuvo mucho mas categórico: movía las manos puntualizando cada punto", aunque reconoce que ese mismo gesto tenia "un efecto casi autoritario".

Para Ramírez, "estar de pie te expone mucho más también, por eso Longueira estaba muy refugiado detrás del podio. Allamand estaba más desenvuelto, 'desenvueltamente seguro' y hasta un poco robotizado".

Para el profesor Laureano Checa, el precandidato de RN "tenía más aplomo que Longueira. Estaba mejor situado en términos generales, en expresiones, en uso de los espacios, en articulación del discurso, lo vi más fluido", compara el académico.

Sin embargo, Gonzalo Müller acota: "Allamand estaba un poco más contenido. Quizás porque su estrategia fue evitar la confrontación y evitar recordar rencillas del pasado".

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