El estilo Pekerman que tiene a Colombia entre los protagonistas

Inteligente, sereno y estratega. Así definen al argentino quienes lo conocen. No se deja llevar y apuesta por el trabajo a largo plazo. Hoy, eso sí, podría convertirse en el DT con el invicto más largo en Copas del Mundo.




La historia de Néstor Pekerman en la selección colombiana empezó a escribirse en un bar del centro de Bogotá. Era 2011 y recién empezaba agosto. Una noche de diversión del entrenador del seleccionado cafetero por ese entonces, Hernán Darío Gómez, se salió de las manos y terminó con Bolillo golpeando en público a la mujer que lo acompañaba. Su renuncia fue casi inmediata.

Desde entonces, la directiva de la federación pensó en Pékerman como el hombre ideal para sacar rendimiento a una generación, a juicio de ellos, privilegiada de jugadores. Sin embargo, los primeros acercamientos no prosperaron y fue Leonel Álvarez quien terminó haciéndose cargo del equipo. Sin embargo, su aventura duró apenas tres partidos y, un triunfo, un empate y una derrota bastaron para que el técnico dejara su cargo. El momento de Pekerman había llegado. Tras de 31 años, Colombia volvía a tener un DT foráneo. Era la última esperanza para llegar a Brasil.

Asumió en enero de 2012 y la historia es conocida. Colombia clasificó al Mundial y hoy enfrentará a los dueños de casa buscando meterse entre los cuatro mejores del torneo.

Contrario a su época de jugador, en la que le apodaban Polvorita, el ex entrenador de la selección argentina se caracteriza por ser un tipo tranquilo, estudioso, metódico y analítico. Quienes lo conocen en su rol de director técnico saben que, en el éxito y en el fracaso, nunca pierde los estribos.

"Es un tremendo entrenador. Muy capaz. Inteligente. Sabe perfectamente cómo dañar al rival. Es respetuoso y plantea de muy buena forma todos los partidos", dice Cristian Muñoz, arquero de Universidad de Concepción y campeón del mundo sub 20 de la mano de Pekerman en 1997.

Lo que más destacan los dirigidos de Pekerman es que, pase lo que pase, jamás cambia su estilo. "Cree mucho en su visión del juego. Lee bien los partidos y es flexible según el rival que tenga al frente, aunque sin perder su esencia del buen toque y el juego asociado", asegura Muñoz.

Él, pese a todo, no se jacta. "No hay un estilo, es una forma de trabajo que el fútbol colombiano necesitaba. Esto va más allá de la elección de unos jugadores. Esto no es ningún milagro, que acerté un cambio o no. No hay resultados sin todo lo demás, el trabajo de mis colaboradores, la predisposición de los futbolistas", dijo hace algún tiempo el DT, que nunca da entrevistas "porque no soy el protagonista".

No obstante, en el equipo están muy felices y, era que no, si logró sacar rendimiento y obtener resultados nunca antes alcanzados en toda la historia del país.

"El profesor transmite confianza. No deja nada al azar y sabe manejar bien el fútbol desde el punto de vista psicológico, lo que es muy importante en el fútbol de hoy", aseguró hace unos meses la estrella del equipo, Radamel Falcao García, ausente por lesión de la Copa del Mundo.

Hoy, el entrenador transandino podría romper uno de los récords más antiguos del fútbol y transformarse en el DT con más partidos invicto en copas del mundo. Con lo que ha hecho hasta ahora, ya suma nueve encuentros sin perder, igualando al italiano Vittorio Pozzo. El nuevo escollo, eso sí, es de temer: Brasil, en su mundial. "Ese registro es sólo una muestra más del gran trabajo que hace", agrega Muñoz.

Pese a todo, fiel a su estilo, el ex DT de inferiores de Colo Colo dice que lo suyo es a largo plazo: "Colombia tiene que ir a todos los Mundiales de los próximos 20 años. Sólo ahí sabré que fui realmente exitoso".

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.