Iván Fuentes: "No sé quién me aportó en la campaña, pero he rendido cada peso que entró"

El ex dirigente social fue uno de los diputados de la Nueva Mayoría que recibieron más aportes reservados. Pero dice que eso no lo inhibe de legislar.




Siete meses cumplió en el Congreso el diputado Iván Fuentes y, desde entonces, su visión de los parlamentarios ha cambiado. Acá explica sus razones.

-¿Está cómodo en la bancada DC?

Nadie pensaba que yo iba a estar en la bancada DC por mis discursos, mi forma, porque mi madre siempre fue socialista-allendista. Pero las cosas no se dieron en ese minuto (con el PS). Y la DC me ofrece su espacio, donde no exigen nada y han sido muy respetuosos. No he tenido un freno de mano o que me hayan dicho: 'Por qué dijiste esto'. Me permiten seguir siendo yo.

-Algunos creen que su visión religiosa sintoniza con la DC...

Sí. Toda la vida he sido católico. Desde los grupos juveniles, y sigo muy ligado a la Iglesia. El trabajo social cristiano está en mi trabajo. Tenemos una agrupación de San Pedro, hemos hecho grupos folclóricos, campañas. Hablamos un idioma muy parecido con la DC.

-¿Piensa militar en la DC?

No me lo he cuestionado. No me lo han exigido y siento que no tengo apuro por estar en un partido. No me he tenido que comer mi discurso y pensamiento. Y lo que he aportado, lo he hecho con cariño.

-La gente critica a los parlamentarios, porque supuestamente trabajan poco y ganan mucho...

Yo también los criticaba desde afuera: ¿Cuánto gana un diputado? Pero cuando uno está adentro, pienso: necesito minutos para estar con mis hijos. No sé cómo han aguantado algunos todos estos años, porque es súper duro.

-¿Por qué los parlamentarios tienen mala imagen?

Hay una situación de enfado con la política. Tiene que ver con lo que podemos hacer. Ponemos nuestra mejor intención, pero si el Estado hace tortuosa la llegada de medidas a la gente, ésta se aburre y dice que los políticos no sirven.

-Usted dijo que tenía críticas. ¿Ya no las tiene?

Sigo teniendo algunas críticas, sobre cómo ser más diligente, cómo llegar rápido. A veces tenemos claro el diagnóstico y la enfermedad. El Estado está dispuesto a poner las lucas, pero la tramitación es tan larga que la gente pierde la fe.

-¿Qué valora del Congreso?

Si no existiera el Parlamento, tendríamos que hacer todo a punta de protestas. Quienes tienen la responsabilidad de que el descontento se mitigue somos nosotros. Cuando eso no ocurre, somos culpables los políticos.

-En la reforma educacional la Alianza dice que está escuchando el descontento de los padres...

Venderle el terror a la comunidad no es lo que corresponde. Si vendemos el terror es porque estamos negados a que se haga algo, como si estuviera todo bien. Pero nosotros desde los movimientos sociales decíamos: les ha ido bien a algunos y nos alegramos de que les vaya pulento, pero necesitamos que les vaya bien a otros. El temor nos inmoviliza. Nadie está diciendo que vamos a hacer desaparecer a los particulares subvencionados.

-Llamó la atención que usted recibiera $ 58 millones en aportes reservados en la campaña.

El aporte reservado es la forma donde se tienen que rendir las platas, esa es la ruta, cualquier otra es digna de llamado de atención. Fueron $ 58 millones que algunos lo subdividieron por el número de personas. Lo importante es que el dinero pasa por donde tiene que pasar y lo rindo como se tiene que rendir. La forma de financiar eso es lo que tenemos que hablar y cómo vamos a seguir adelante.

-¿Tiene idea de quién lo ayudó?

No sé quién fue el que me aportó, pero cuando voy a legislar, no legislo con un freno. Nadie me puede llamar y decir: yo te puse tanto. Tal vez a la gente le hizo sintonía mi fórmula y quiso aportar. Yo, de plano, no recibo plata por mano. He rendido cada peso que entró. Si hay alguien que tiene cero costo en su campaña, que pase el dato, no sé cómo lo hicieron.

-¿Sigue apoyando a la AC?

Yo apoyé la AC. Siento que hay que pedir lo máximo para alcanzar lo justo. El mundo ha cambiado y la Constitución se quedó pegada. La AC es una de las vías, pueden ser fuerzas combinadas. Pero lo que no puede ser es que la voz de la ciudadanía no sea tomada en cuenta, porque a pesar de que la Constitución quede buena, si no se toma la voz de la ciudadanía, la gente va a pensar que en algo se la jodieron.

-¿Apoya despenalizar la marihuana y el autocultivo?

Tengo cero rollo con los usos medicinales. Me falta convencimiento que cada quien tenga una mata en su casa. Tengo hijos chicos y qué pasa si en la tarde llego y encuentro los puros palos.

-Y respecto del aborto, la despenalización en tres causales...

El aborto a todo evento no me hace sintonía. Es cosa de ver en los libros la secuencia de las primeras semanas y vas a encontrar después de la tercera semana que a ese ser vivo no le falta nada. Es atroz el estar pensando en un aborto después de la tercera semana, es una vida. Habrá gente más entendida que podrá opinar otra cosa, pero yo opino desde la vida.

-¿Y en el caso de la violación?

Si se detecta a tiempo, para eso está la "píldora". Es muy dramático el tema, pero ya es una vida. Y qué se hace con la mamá siendo niña, hay que acompañarla. El Estado debe tener herramientas.

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