José Henríquez regresa a Talca entre ceremonias y reconocimientos

En la Plaza Abate Molina se realizó un acto de bienvenida al "pastor de los mineros". Declaró que no lucrará con todo lo vivido.<br>




José Henríquez, uno de los 33 mineros rescatados del yacimiento San José y conocido como el "pastor", volvió esta tarde a la ciudad de Talca tras aterrizar este mediodía en el aeropuerto de Santiago, desde Copiapó.

"Echaba de menos mi barrio, mi casa, mi esposa, y tomar mate", confesó el minero José Henríquez, una vez que estuvo más tranquilo junto a su familia y vecinos, tras una extensa jornada de bienvenidas y festejos en Talca, donde reside, junto a su esposa y dos hijas. El minero talquino, conocido como el guía espiritual de los 33, hizo hincapié en que no lucrará con todo lo vivido durante su encierro involuntario y que hablará todo lo que la gente le pida siempre y cuando ello ayude a "llevar el nombre de Dios por el mundo".

De esta forma José Henríquez dijo estar muy feliz con una invitación en particular hecha por la  iglesia evangélica que consiste en viajar a EEUU para dictar charlas a  pastores. "He recibido muchas invitaciones, pero esa corresponde a mi norte, no me interesan otro tipo de invitaciones. Yo estaría feliz de ir, si el señor me lleva, ¡gloria a Dios! Obviamente no cobraría porque mi norte es hablar de Dios y  llevar su nombre a todas las naciones", aclaró Henríquez.

Respecto a las ofertas de dinero por entrevistas e invitaciones a programas de TV dijo que "yo no quiero saber nada de entrevistas, sólo quiero estar en mi casa, con mi esposa y familia, en todo caso tampoco me han ofrecido dinero, y me he arrancado de los periodistas porque lo que a ellos les interesa no es lo mismo que a mi. Si quieren conversar de Dios, yo voy a hablar con quien se me acerque, porque ese es mi norte, esa fue  la función que yo cumplí cuando estuvimos encerrados".
Respecto al acuerdo firmado por 31 mineros, Henríquez aclaró que "el acuerdo es un tema judicial, para defender nuestros derechos laborales. También es un acuerdo para impedir que la gente lucre con nosotros, porque ya hay muchos que están lucrando y no queremos que se aprovechen".  

José Henríquez mantuvo al grupo unido durante el difícil cautiverio realizando oraciones dos veces al día, en las que no sólo pedían ayuda para ellos, sino que también oraban por los enfermos, los necesitados  y los que tienen menos posibilidades. "Los momentos más difíciles fueron cuando tuvimos que entender que la puerta estaba cerrada, tuvimos que poner los pies en la tierra y entender que no había posibilidad de salir. Pero Dios escuchó nuestra oración y nos dio otra oportunidad. Después de estar cara a cara con la muerte en al menos dos oportunidades uno entiende que cuando Dios lo perdona muchas veces, uno  tiene que someterse, resignarse, y así uno entiende cuando Dios dice que uno puede morir con Cristo feliz, él permitió que la puerta se abriera  y aquí estamos", puntualizó el minero.

El "capataz del espíritu", como lo llamó el gobernador (s), Francisco Sanz, durante la ceremonia de  recepción a la que asistieron unos cien vecinos,  indicó que su estadía en Talca será breve, pues tiene que volver a Copiapó a firmar documentos y luego  está invitado a La Moneda, junto a sus compañeros.

En Talca  fue recibido por una caravana de autos, que lo acompañó hasta la casa de su madre, y luego hasta la plaza Abate Molina, a dos cuadras de su casa, donde diferentes autoridades comunales le brindaron un homenaje y un hincha de Rangers le regaló una camiseta del club rojinegro. Sin embargo, la recepción oficial se desarrollará este sábado, cuando sea nombrado ciudadano ilustre por el alcalde de Talca, Juan Castro.

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