Liliana Ross: "La obra Master Class representa la culminación de mi carrera"

La actriz chilena interpreta desde hoy a la cantante María Callas en el Teatro Municipal de Las Condes.




Cuando la obra Master Class de Terrence McNally se estrenó en 1996 en el Golden Theatre en Broadway, Nueva York, sedujo de inmediato a grandes estrellas. No sólo porque daba una visión más íntima de la más importante de las divas de la ópera que se ha tenido desde el siglo XX, María Callas, sino porque también se transformó en un gran desafío actoral.

El dramaturgo, centrándose en las clases magistrales que la soprano ya casi retirada de la ópera realizó entre octubre de 1971 y marzo de 1972 en la Juilliard School de Nueva York, configuró una pieza que habla sobre la personalidad artística y la vida íntima de la cantante. Es una obra de por sí de muy fuertes emociones, de ácido humor, de carácter universal y de personalidad madura.

Fue en ese entonces cuando ya Liliana Ross se sintió atrapada por la obra y su protagonista, pero tras negociaciones que no fructificaron, los derechos fueron adquiridos por Ana María Palma, que la estrenó en Chile el 5 de junio de 1998. Ahora, 16 años después, la actriz chilena verá materializado su sueño. Bajo la dirección del argentino Oscar Barney Finn, se convertirá en Callas para dar su Master Class a tres cantantes (Cecilia Frigerio, Andrea Betancur y Pedro Espinoza) y compartir las compleja personalidad de la soprano, su vida artística y sus dramas personales. Estos incluyen, por ejemplo, al magnate griego Aristóteles Onassis (Sergio Hernández). La obra se presenta a partir de hoy, en el Teatro Municipal de Las Condes, para seguir luego una temporada en la Universidad Finis Terrae. "Hoy más que nunca encuentro que los ángeles me protegieron, porque ahora como actriz estoy más madura para hacerla", confiesa al recordar su previo intento.

En su casa, entre esas acogedoras paredes que traen a colación una vida dedicada a la actuación, pero también una historia propia que la remonta a sus orígenes en Génova, Liliana Ross ahonda en la obra. Además está muy asombrada por el interés que ha generado en diversos sectores. Para ella, Master Class es además "la culminación también de mi carrera".

Tras debutar hace 50 años en La vida es sueño, de Calderón de la Barca, y continuar un camino que la llevaría por la TV, el cine y el innumerable listado de obras teatrales (como actriz, directora y productora), decidió que era hora de poner un broche de oro con esta pieza. Para ella, Master Class refleja "qué significa entregarse al arte, que es como un juego a la ruleta…". Y reflexiona sonriendo: Yo también lo hice ¡Cómo me he entregado a esto!...". Luego agrega: "Ya tengo la edad que tengo y por eso me dije: ¿Por qué no hacer una despedida, un buen cierre? Así, si la gente pregunta qué hizo la Liliana, se podrá responder que Master Class".

Enamorada de la obra y del personaje, Ross ha estudiado todas las aristas que han rodeado a Callas, empapándose de recortes de diarios de la época, de libros escritos sobre esta figura operística y escuchando los registros de las clases magistrales, así como las grabaciones líricas. Con este bagaje, al que suma entrenamiento vocal y clases de canto, da forma a la soprano y a la mujer que, agrega, representa "lo que uno sufre como artista".

En Master Class están presentes temas como el maltrato de la madre, la pobreza, la pérdida del hijo y el amor que profesó por el magnate Aristóteles Onassis, figura que si bien en la obra original no aparece en escena, aquí se incorporó como un personaje onírico. "Y no en una conversación realista, sino para revivir lo que significó para ella estar con este hombre", precisa la actriz.

La obra también refleja la dureza y generosidad de la soprano ante sus alumnos; su humanidad en sus monólogos; su humor cáustico, "cuando la escuchas no sabes si es ofensiva o no"; su franqueza -"no agresiva"-, y su autoexigencia. También se observa su disciplina con sus estudiantes, un elemento más que la une a esta hija de inmigrantes italianos (Callas lo fue de griegos). "Eso es porque también tiene que ver con lo que uno siente como actriz ya madura ante, y como se dice en la obra, a los jóvenes que hoy no tienen pasión y quieren el éxito de inmediato. 'Exígete', dice María Callas, 'No llegues tarde'…. Es en esta mezcla y en las semejanzas con mi persona a niveles artísticos y personales donde veo un reflejo, una culminación similar, un hasta dónde llegué", expresa la actriz.

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