El nuevo giro de Tío Tomate

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La pizzería clásica de Cachagua abrirá su cuarto local, ahora en el barrio Italia. En sus 10 años vive un nuevo ciclo enfocado en crecer, pero sin perder su sello, por eso sus dueños han dicho que no a varios centros comerciales.




A un público distinto quiere enamorar Tío Tomate. La pizzería que reina en las noches playeras de Cachagua y Maitencillo, abrirá su segundo local en Santiago, ahora en el mítico barrio Italia, en Providencia, el que será inaugurado oficialmente el próximo martes (19 de diciembre).

La apuesta del grupo de amigos que se conocen desde que jugaron una "pichanga" hace varios años es crecer en la capital, donde llegaron en junio de 2015 al abrir Tío Tomate en el Paseo El Mañío, de Vitacura.

"Nos dieron ganas de crecer", cuenta Rodrigo Arellano, uno de los socios de la marca, quien junto con Matías Rodríguez, dueño de la tienda especializada en manicure y pedicure, Amano, están "encima" de los locales de Santiago.

En el grupo de socios también está Andrés Rodríguez -hermano de Matías- y Pablo del Río, quienes están a cargo de seguir la operación de los locales ubicados en los balnearios de la V Región. A ellos se une Jorge García, arquitecto a cargo del diseño de cada local.

"La idea es seguir creciendo, pero sin perder la identidad de Tío Tomate, que es un lugar estilo playero, relajado y familiar", cuenta Rodríguez, quien agrega que esperan poder abrir un nuevo local cada dos años, "ritmo que depende de encontrar una buena localidad", dice.

Este punto no es menor, dado que la pizzería ya ha tenido ofertas de varios centros comerciales del país, como Mall Plaza y Parque Arauco, para instalarse de forma más masiva y llegar a un público mucho más diversificado. "Nosotros somos conocidos en Cachagua y en Vitacura, somos una pizzería más vinculada con el ABC1, pero no nos cerramos a llegar a nuevos públicos", dice Rodríguez.

Pero pese a esa potencial apertura, rechazaron la opción de los malls y también de pasar a ser una franquicia, luego de la propuesta que les hiciera la peruana Nexos Franquicia. "Nosotros somos socios súper presentes. Vemos los pagos, la gente que trabaja, conocemos a la gente y ellos nos conocen. Esa cercanía se siente, es un sello importante", señala Arellano.

Añade que expandirse de forma tan masiva "es un riesgo demasiado grande", porque se pierde la calidad del local. "Nosotros somos más bien como una pizzería de barrio", dice.

El grupo está viviendo una nueva etapa, que se da luego de cumplir 10 años, siendo los tres últimos los de mayor crecimiento, gracias a las aperturas en Vitacura, Maitencillo y Av. Italia. Ahora, explica Arellano, el foco está en ir creciendo de manera orgánica y también en avanzar en el diseño de una estructura organizacional. "Hoy tenemos un administrador general y también un encargado de recursos humanos. Estamos ordenando un poco la estructura, porque ya tenemos 85 personas trabajando para nosotros, sólo en Santiago", detalla.

Es que el concepto de Tío Tomate, nombre que salió del personaje "Tomate" de la historia chilena Condorito, ha tenido una buena recepción en la gente, explica Matías Rodríguez, quien detalla que en el local de Vitacura, cuya capacidad es de 200 personas, la gente se renueva entre dos a tres veces durante la noche, donde pueden recibir a unas 500 personas, los que, en promedio, consumen unos $ 10.500 por persona entre una pizza y una cerveza.

La ocupación es mayor los fines de semana, dice Rodríguez, dado que también tienen harta afluencia de público a la hora de almuerzo. "El proyecto maduró muy rápido. Tenemos siempre llenos los locales. Al inicio, en Vitacura costó, porque empezamos en junio, y como tenemos el concepto de terraza, hacía mucho frío en las noches, pero cuando mejoró el tiempo empezó a llegar más gente", recuerda.

Concepto de barrio

Pero llegar a Providencia no fue fácil. Antes estuvieron buscando un local en Patio Bellavista y también en La Dehesa. "Se abrió la oportunidad de llegar al barrio Italia y la tomamos, porque nosotros con Andrés Rodríguez ya conocemos la clientela que viene para este lugar", cuenta Rodrigo Arellano.

El periodista vinculado al mundo del cine estuvo en La Jardín, el primer restaurante itinerante que llegó a Chile desde Berlín y se ubicó en las cercanías de la ex sombrerería Girardi, en pleno barrio Italia, el año 2012. "El proyecto era quedarse ocho meses y terminamos atendiendo un año más, todo esto mientras los dueños hacían la Factoría Italia", recuerda Arellano.

Pero una de las cosas que quieren potenciar es el concepto de barrio. Por eso están en conversaciones con la productora IF, ubicada frente a su nuevo local, para generar instancias de convivencia con la gente que vive en los alrededores de la calle Italia. "Queremos lograr que el vecino se sienta parte del local y el entorno. Estamos viendo qué podemos hacer", adelanta.

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